Guadalajara, Jal.

La Federación de Estudiantes de la Universidad de Guadalajara (FEU) dio a conocer ayer que tres jóvenes, uno de ellos alumno de esa casa de estudios, desaparecieron el domingo a las 10 de la noche.

Miembros de esa agrupación realizaron la tarde de ayer una manifestación en la Glorieta de los Niños Héroes, rebautizada como glorieta de los desaparecidos.

El estudiante de la UdeG desaparecido estudia economía; se llama Jorge Armando Pérez Bustamante y tiene 21 años; los otros son Juan Rubén Torres Pérez y Francisco Javier Barajas Escalante.

Los tres fueron al cine en dos automóviles de sus padres –que tampoco han sido localizados– y no regresaron a sus casas, en la colonia Paseos del Sol.

Durante la movilización, los miembros de la FEU se pusieron vendajes en los ojos con la leyenda ¿Dónde están?, pregunta que también plasmaron en calcomanías para pegarlas en los carteles de los candidatos de todos los partidos para visibilizar el grave problema de las desapariciones forzadas, que en Jalisco suman al menos 3 mil 500.

La organización estudiantil anunció que inundará Guadalajara con estas calcomanías y las pegará en cuanto afiche electoral encuentre. Asimismo, deploraron que la entidad aún carezca de un fiscal especial para desapariciones.

Reprocharon también que el presupuesto estatal para este rubro sea de apenas 17 millones de pesos y que se gasten cientos de millones de pesos en propaganda basura para las elecciones.

En tanto, Edna Judith N, tía de Javier Salomón Aceves, uno de los tres estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales CAAV desaparecidos el 19 de marzo en Tonalá, fue vinculada a proceso por lenocinio y se le impusieron seis meses de prisión preventiva.

La mujer fue detenida el 3 de abril, cuando acudió a la Fiscalía General del Estado a declarar sobre las desapariciones y, junto con otras dos mujeres, fue remitida al penal de Puente Grande. A las tres se les acusa de comercio carnal.

La audiencia se inició la mañana del lunes y se prolongó hasta la madrugada de ayer en los juzgados de control y juicio oral del distrito uno con sede en ese centro penitenciario.

Los abogados solicitaron un plazo de seis días para comprobar que Edna Judith N no se dedicaba al lenocinio en las cinco estéticas para caballeros que, según la fiscalía, ella administraba con ayuda de las otras dos detenidas.

Pese a los alegatos, el juez decidió que existían pruebas suficientes para iniciar un proceso por lenocinio.

Según Edna Judith N, su sobrino, Javier Salomón Aceves, fue privado de la libertad por sujetos armados junto con sus compañeros Daniel Díaz y Marco Ávalos, con quienes realizaba un cortometraje en Tonalá, en una finca propiedad de la mujer.