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Hace corta temporada en la Carpa Astros, de la que se despide para ir a teatros y auditorios

El Circo Atayde no muere, sino se reinventa: celebra 130 años

Uno de los mayores problemas que ha enfrentado la compañía es la piratería y las leyes no ayudan, señala Alfredo Atayde

Gobierno ni patrocinadores nos voltean a ver, afirma

 
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de mayo de 2018, p. 7

Corría el siglo XIX, cuando el pequeño Aurelio se fugaba una y otra vez de su casa en Zacatecas para irse con alguna caravana circense. Lo regresaban a jalones sin tregua, hasta que su amor a los malabares fue tanto, que lo dejaron ir ya sin retorno. Su pasión atrajo con los años a sus hermanos y a sus padres, hasta convertir el apellido familiar en casi sinónimo del circo en México: el Atayde.

A 130 años de su fundación, el 26 de agosto de 1888, el Circo Atayde no muere, sino se reinventa, cuenta con orgullo a La Jornada Alfredo Atayde Chávez. Para celebrar el aniversario, realiza una corta temporada del 27 de abril al 6 de mayo en la Carpa Astros, con la que la empresa de espectáculos más longeva de México se despedirá de la que ha sido su casa desde 1954.

Dejar el predio de Calzada de Tlapan 855 fue una decisión familiar, porque el circo es un negocio muy noble y no necesita un lugar estable. Nos vamos de ahí, pero no para desaparecer, sino para llevar el espectáculos a teatros y auditorios, explica Alfredo Atayde Chávez, actual director comercial y productor de la empresa.

Hemos luchado por seguir a lo largo de los años, dice quien encarna la cuarta generación de su familia desde su apasionado bisabuelo Aurelio. El Atayde ha sobrevivido desde la Revolución Mexicana (cuando les robaron mujeres y caballos para la batalla y tuvieron que exiliarse en Centroamérica y Sudamérica), pasando por cobros por derecho de piso, robos, falta de apoyo del gobierno y hasta la eliminación de los animales por una reforma legal en 2015.

El buen circo mexicano está en crisis, ya que las condiciones del país están muy difíciles no sólo para nosotros, sino para el teatro nacional también, y ni los gobiernos ni los patrocinadores nos voltean a ver. En cambio, en otros sitios es donde nos reconocen, como el caso del principado de Montecarlo, donde nos consideran una institución grande y famosa, expresa.

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Uno de los espectaculares números que ejecutan los integrantes de la compañíaFoto Notimex

Desde hace unos 40 años, uno de los mayores problemas del Atayde ha sido la piratería y las leyes no ayudan. En varios lugares se presentan circos apócrifos con nuestro nombre y su calidad es tan mala, que los asocian con nosotros y nos menosprecian después. Es por ello que su principal demanda al gobierno es que regule todos los negocios que los copian sin permiso.

Uno de los tragos más amargos para el Atayde fue en 2015, cuando una reforma promovida por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) prohibió los animales en los circos. En ese momento nos satanizaron y no nos bajaban de gitanos malos por maltrato animal. Pero nosotros jamás pecamos de eso. Estuvimos regulados siempre por la Semarnat y la Profepa. Fuimos manchados por la competencia desleal, y el PVEM no dio solución al problema. Lo que no se dice es que muchos animales fueron abandonados en las carreteras y ese organismo político los dejó morir de hambre.

La producción escénica es la apuesta

Ahora ya sin animales, la apuesta más fuerte del circo es la producción escénica. La corta temporada que comenzó este viernes contará con la participación de Érika González del Pliego (séptimo lugar mundial de Pole Fitness), el primer actor Esteban Provenzano, como maestro de ceremonia; los mejores clowns mexicanos Paquín Jr. y Angelo; un ballet dirigido por el maestro Óscar Carapia (eminencia en la comedia musical en México), entre otros invitados especiales.

Estamos a la altura de cualquier circo, pero la gente no lo ve, porque no nos viene a visitar, dice el bisnieto del fundador del Atayde, quien invita al público a acudir al espectáculo para olvidar por un momento los problemas, deudas o fracasos y regresar al maravilloso mundo de fantasía de la infancia.