Opinión
Ver día anteriorJueves 3 de mayo de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
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México SA

¿Nerviosos o miedosos?

Al borde de un ataque

Clavillazo fuera del plató

E

n este México electoral todos sufren y se angustian, menos ya saben quién. Los abundantes, cuan crecientes, problemas del país han pasado a un lejanísimo segundo término (si es que alguien se acuerda de ellos), porque el tema de los candidatos y las urnas (aderezado con propaganda negra, guerra sucia y linduras parecidas) ocupan hasta el último rincón de la agenda nacional.

La más reciente encuesta temática ha puesto más que nerviosos a los de por sí angustiados promotores y seguidores de los abanderados prianistas, porque confirma que el debate del 22 de abril ni lejanamente logró su objetivo, toda vez que ni siquiera consiguió despeinar al candidato con apodo de pez. Si bien el pollito subió cuatro escalones en las preferencias, el peje se mantiene en la cima, y la distancia entre los dos persiste y es enorme (aún mayor la de José Antonio Meade).

Pero el nerviosismo y la desesperación no sólo priva entre las cúpulas partidistas y los llamados cuartos de guerra, sino que ya descaradamente ha puesto al borde de un ataque de nervios a los siempre sobrios especialistas económicos, a quienes apenas un mes atrás lo que realmente les preocupaba –según afirmaban– era el retraso en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (factores coyunturales de política sobre comercio exterior, según su propio calificativo).

Como cada mes, el Banco de México divulgó los resultados de la encuesta que levanta entre los especialistas en economía del sector privado (34 grupos de análisis y consultoría mexicanos y extranjeros), quienes de ocuparse y preocuparse por los factores económicos nacionales e internacionales, de por sí no muy gratos, pasaron a exteriorizar su profunda intranquilidad por la incertidumbre política interna, es decir, por el ambiente electoral (léase la posibilidad de que el candidato con apodo de pez arrase en los comicios del próximo primero de julio), con lo que de una u otra forma coincidirían con la tesis de que este arroz ya se coció (ya saben quién dixit).

De acuerdo con los resultados de dicha encuesta, los citados especialistas ubican a la incertidumbre política en primerísimo lugar entre los factores que podrían obstaculizar el desarrollo económico de México. Según su lectura, la falta de crecimiento, la creciente desigualdad, la concentración del ingreso y la riqueza, el explosivo avance de la deuda pública, la enorme producción en la fábrica de pobres y otras tristes realidades mexicanas, que son elementos contundentes, no representan factores que obstaculicen el avance del país, pero sí la posibilidad, cada día más cercana, de que un candidato fuera del circuito oficial sea el ganador de los próximos comicios.

En orden de importancia, la citada incertidumbre (24 por ciento de las respuestas de los especialistas) es el elemento clave que podría obstaculizar el crecimiento económico de México); le siguen la política sobre comercio exterior (23 por ciento); los problemas de inseguridad pública (17 por ciento); la plataforma de producción petrolera (4 por ciento), y la incertidumbre sobre la situación económica interna (4 por ciento).

Alejadísimos de la incertidumbre que los ha puesto al borde de un ataque de nervios, los especialistas minimizan problemas reales que el país viene arrastrando desde hace décadas y que ningún gobierno ha podido o querido resolver. Entre ellos, la política de gasto público, el aumento en precios de insumos y materias primas, la debilidad en el mercado interno, el elevado costo del financiamiento interno, la incertidumbre cambiaria, la inestabilidad financiera internacional, la política monetaria que se aplica, las presiones inflacionarias en el país y la política fiscal en Estados Unidos.

En otro orden, el Banco de México reveló que en la citada encuesta entre los especialistas destaca lo siguiente: las expectativas de inflación general y subyacente para el cierre de 2018 disminuyeron en relación con la encuesta de marzo, al tiempo que para el cierre de 2019 se mantuvieron en niveles similares; las expectativas de crecimiento del producto interno bruto (PIB) real para 2018 permanecieron sin cambio con respecto al mes anterior; en 2019, las perspectivas sobre dicho indicador disminuyeron con respecto a la encuesta precedente, si bien la media correspondiente se mantuvo en niveles similares; las expectativas sobre el nivel del tipo de cambio del peso frente al dólar estadunidense para los cierres de 2018 y 2019 permanecieron en nive- les cercanos a los del mes previo.

Una de las preocupaciones centrales del Banco de México es el comportamiento de la inflación, y en este sentido subraya que en la citada encuesta “las expectativas para el cierre de 2018 disminuyeron en relación con la encuesta de marzo, subraya el Banco de México. De hecho, apunta, para los próximos 12 meses y para el cierre de 2019, las perspectivas sobre dicho indicador se mantuvieron en niveles similares con respecto al mes anterior, aunque la media de los pronósticos para el siguiente medio año aumentó. Por su parte, las expectativas de inflación subyacente para finales de 2018 disminuyeron, si bien la mediana de los pronósticos para los próximos 12 meses permaneció en niveles cercanos. Para el cierre de 2019, las perspectivas de inflación subyacente se mantuvieron en niveles similares a los del mes previo.

Entonces, con base en lo anterior (es decir, en las propias respuestas de los especialistas), todo indica que la multicitada incertidumbre política mencionada en la encuesta del Banco de México no parece ser un elemento real que pueda ser incorporado a los factores que podrían obstaculizar el crecimiento económico de México. Todo indica que el ataque de nervios es por otra cosa.

Las rebanadas del pastel

Enrique Clavillazo Ochoa Reza mordió el polvo (de hecho, le pusieron una patada allá donde les conté), y para refrendar el concepto del nuevo PRI, llega un dinosaurio, René Juárez Cisneros, con aroma salinista y muy cercano a gente tan distinguida como Rubén Figueroa…Y el chiste va por cortesía de Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial: Los empresarios organizados no tenemos candidato ni partido; no impulsamos el voto corporativo a favor o en contra de alguno de ellos. Jajaja. Sí, Chucha… Quién amaneció sincero fue el inquilino de Los Pinos: Yo veo que no veo nada… Y el billete verde a 19.41 bilimbiques.

Twitter: @cafevega