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El país rompió con el organismo financiero en 2005, cuando Néstor Kirchner liquidó su deuda

Ante escalada del dólar, Macri negocia un crédito urgente para Argentina con el FMI

Sindicatos y organizaciones llaman a resistir

Riesgo de un estallido social como el de 2001

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El gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, enfrenta una devaluación del peso que alcanza ya 124 por ciento y una inflación galopante que lo han orillado a recurrir al FMIFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 9 de mayo de 2018, p. 26

Buenos Aires.

Sin hacerse cargo de la responsabilidad en la política económica, denunciada como un desastre por la oposición más seria, el presidente argentino, Mauricio Macri, anunció este martes, a dos años y medio de asumir el gobierno, el comienzo de negociaciones para un salvamento de emergencia con el Fondo Monetario Internacional (FMI), tratando de evitar la grave crisis financiera que lo acerca peligrosamente a un estallido como el ocurrido en diciembre de 2001, cuando a pesar de todas las medidas tomadas el dólar siguió escalando hasta cerrar este martes en 22.91 pesos.

Este anuncio, en el contexto de grandes movilizaciones en rechazo a las tarifas de servicios públicos y de impuestos impagables, golpeó muy duro a la población y la respuesta de las centrales sindicales, los movimientos sociales, las agrupaciones vecinales y los miles de desocupados y sus familias, fue un llamado a resistir el regreso del FMI, a las mentiras gubernamentales y a recuperar el país que nos están robando.

Nuevamente Macri recurrió a responsabilizar a los gobiernos anteriores, cuando recibió un país prácticamente desendeudado, después que el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), quien asumió el gobierno con un país en cesasión de pagos, hundido en la crisis económica y social más grande de la historia, logró en 2005 desprenderse de los mandatos del FMI, anunciando el pago de todos los adeudos con este organismo, para poder trazar un plan de recuperación y desarrollo independiente y una más justa redistribición de la riqueza, que cambió al país.

En ningún momento, ni el presidente Macri ni el polémico ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, asumieron sus responsabilidades, faltando a la verdad, como ya es costumbre en este gobierno, y como en estos tiempos lo han denunciado algunos medios importantes del exterior, los que antes de que llegara al gobierno lo habían elogiado.

El periodista Roberto Navarro, perseguido por este gobierno, había adelantado en su portal El Destape, hace una semana, sobre esta crisis y el llamado al FMI, y advertía este martes que el precio de la movida será atarse a las recetas del fondo: congelamiento de jubilaciones, despido de empleados estatales y eliminación total de subsidios a las tarifas, entre otras.

Macri dijo en su mensaje grabado de tres minutos: esto nos va a permitir reforzar el crecimiento y el desarrollo, para evitar crisis como las que hemos tenido en nuestra historia, ocultando la realidad del país.

El Destape también había adelantado que se negociaban unos 30 mil millones de dólares con el FMI, cuya presidenta, Christine Lagarde, se comunicó la mañana de este martes con Macri y después dio a conocer un comunicado señalando que rápidamente respondían al llamado del gobierno argentino, al cual elogió.

“Wall Street cerró el grifo de dólares financieros. La última muestra de amor fue de 9 mil millones de dólares, el 4 de enero pasado. En marzo, Luis Caputo, ministro de Finanzas (de la Deuda, como le dicen) viajó a Nueva York con sus colaboradores más cercanos para reunirse con bancos y administradores de grandes fondos de inversión, para seguir pasando la charola. La respuesta que recibieron fue que no intenten emitir más deuda argentina en el exterior”, señala el analista Alfredo Zaiat en el portal de Página 12.

También analiza que la versión oficial maquilló este fracaso de seducción a capitales financieros diciendo que el gobierno decidió no colocar nuevos bonos en el exterior para no afectar las cotizaciones de los papeles ya emitidos.

Sin embargo, este martes finalmente, cuando seguía subiendo el dólar, que en el último mes perdió 10 por ciento de su valor, y el Banco Central decidió mantener la tasa de política monetaria en 40 por ciento, el gobierno anunció que había recurrido al FMI. “Es el único pulmotor para mantener con vida la economía macrista, que estructuralmente es insustentable por la fragilidad de su sector externo, es el financiamiento del exterior, y si esa vía de auxilio queda desconectada, como ha sucedido en estos meses, el ahogo es tan inmediato como implacable”, advertía Zaiat.

También recordó que el cierre del flujo de fondos desde Wall Street no fue sólo para el gobierno, sino que se extendió a empresas y provincias. La sequía de dólares financieros es generalizada y Macri debió asumir ese portazo en sus narices. Los analistas coinciden en advertir que para recibir esos recursos se comprometerá a un ajuste mayor, que alcanza a la flexibilización laboral y la privatización parcial de las jubilaciones.

De hecho, el ministro Dujovne advirtió que si la oposición en el Congreso vota este miércoles en favor de la derogación de los tarifazos, Macri utilizará su poder de veto.

Esto, así como las medidas que impondrá el FMI, entre ellas la vigilancia trimestral sobre la marcha de la economía para recibir el préstamo. Pero los analistas también coinciden en destacar algo más grave; que esos dólares que vendrán no serán para solucionar la crisis, sino que servirán para financiar la última etapa de la fuga de capitales de estos meses. Todo esto, mientras se profundiza la degradación laboral y la desprotección de los trabajadores con empleos cada vez más precarios, como surge de los nuevos informes de los organismos de esa área.

Hoy, el gobierno de Macri se topó con una dura realidad, no lo que le contaban sus ministros ni su asesor (ecuatoriano) Jaime Durán Barba, ni otros aliados como la diputada Elisa Carrió, dijo el periodista Gustavo Sylvestre en su programa Minuto Uno, en C5N.

“Hoy volvieron los peores fantasmas del pasado. Cuando un gobierno recurre a las recetas de un organismo internacional como éste es porque no tiene otra salida (…) cuando un gobierno se vuelve en la soberbia diciendo que eran los salvadores del país, burlándose del gobierno anterior diciendo que en dos días iban a manejar la inflación y ahora hay 124 por ciento de devaluación y una inflación indetenible, recurre a los manotazos de ahogado”, añadió.

El periodista recordó que Argentina había recuperado la soberanía nacional al sacar al organismo financiero internacional en 2005. ¿Nos vamos a olvidar de cómo el FMI dejó caer a Argentina diciendo: aprendan de esto?

También recordó el discurso de odio y persecución política con que la actual administración, apoyada por los medios masivos de comunicación, los monopolios de la telecomunicación y sectores judiciales, intentó encubrir todo lo que iba deteriorando la economía y desatando una tragedia social que ya nadie ignora.

Además, los analistas recuerdan el maltrato a una oposición que les advertía sobre la realidad, acusándola incluso de golpista, y el comportamiento mafioso con que se presionó a jueces y medios independientes para impedir que en el primer caso actuaran contra la corrupción del gobierno, que abarcaba desde el mandatario hasta funcionarios, alcaldes, legisladores, para encubrir mediáticamente lo que estaban haciendo: “destruyendo al Estado, al país, y lo más grave, arrojando a las mayorías a una indefensión social absoluta.