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Yo soy el rey del mambo, en el Julio Castillo

Pérez Prado rebasó la música cubana
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Ulises Rodríguez Febles asegura que, durante la investigación para el libro que derivó en puesta en escena, se enamoró del Cara de focaFoto cortesía de la producción
 
Periódico La Jornada
Jueves 10 de mayo de 2018, p. 9

Un acierto de la obra de teatro Yo soy el rey del mambo es haber contribuido al rencuentro del pueblo cubano de Matanzas con su hijo pródigo, Dámaso Pérez Prado (1917-1989). Aunque parezca increíble, el pianista y compositor no es tan conocido en su país natal como, por ejemplo, el cantante Beny Moré, quien también hizo carrera allá.

El rencuentro ocurrió en diciembre pasado, en el contexto del coloquio internacional organizado con motivo del centenario del Cara de foca. Después del estreno mundial de la obra del dramaturgo matancero Ulises Rodríguez Febles, a cargo de la compañía independiente mexicana Conjuro Teatro, con la actuación en vivo de Atenas Brass Ensamble, la producción se trasladó a México para ofrecer varias funciones que comenzaron en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris y continúan en el teatro Julio Castillo hasta el 13 de mayo.

Proyecto binacional

Entrevistado, el también director de la Casa de la Memoria Escénica de Matanzas, expresa que desde un principio al proyecto se concibió como binacional, es decir, que uniera la ciudad natal de don Dámaso con CDMX, donde vivió y murió.

Para los propósitos de la obra musical y el libro Mambo qué rico é, é, é, que Rodríguez Febles escribió con Yanira Marimón, también hubo que consignar la fecha real del nacimiento del homenajeado, quien solía aumentarse la edad. Aparte del certificado de nacimiento y fe de bautismo, se ubicó la casa en que nació, no obstante que vivió en varias.

Estos antecedentes sirvieron para enamorarme de Pérez Prado y mover su universo dramático. En ese tiempo también se dio el feliz encuentro con Conjuro Teatro que había viajado a Matanzas para participar en una actividad. La agrupación dirigida por Dana Stella Aguilar también obtuvo la beca EFITEATRO para 2017, que hizo posible giras por ambos países.

Quisimos que la obra fuera un mambo-drama, un espectáculo en sintonía con lo que es Pérez Prado. Presenciarla, entonces, es como si estuviéramos oyendo un disco de él, en donde hay varias premisas polémicas sobre su persona que no trascienden tanto en México; sin embargo en Cuba sí, como si en realidad inventó el mambo, explica el entrevistado.

La investigación hecha para el libro mostró que don Dámaso fue un innovador y un renovador musical, cuya obra va mucho más allá de los antecedentes que pueden existir en la música cubana para darnos un ritmo nuevo que vino a probar en México y que conquistó al mundo. Entonces, se quiso hablar de un Pérez Prado que no es sólo mambo, sino fue el creador de un ritmo (el dengue), basado en golpes sobre un rin metálico, piezas sinfónicas de suma relevancia y mezclas musicales hechas con clásicos como Beethoven, producción que lo coloca como uno de los músicos más geniales del siglo XX cubano, cuya magnitud desconocíamos.

La puesta en escena intercala momentos de la vida del Rey del Mambo con sus creaciones musicales. El equipo binacional está integrado por siete cubanos, entre ellos cinco músicos y Rodríguez Febles; los demás son actores y técnicos locales.

La dirección está a cargo de Emiliano Gonzáles de León.

El Teatro Julio Castillo se ubica en el Centro Cultural del Bosque, atrás del Auditorio Nacional.