El Centro Católico Multimedial (CCM) remarcó que ser sacerdote y periodista son dos de las ocupaciones más peligrosas en el país. Cinco sacerdotes y cuatro periodistas en los cuatro primeros meses de 2018 dan cuenta de estas profesiones incómodas, señaló.

El sacerdote Omar Sotelo, director del CCM, señaló a La Jornada que esta situación demuestra cómo ha crecido la violencia y ha permeado a todos los sectores del país, y agregó que esto es fruto de la ineficacia de las autoridades para brindar seguridad a los ciudadanos. Señaló a la corrupción y la falta de profesionalización de las instituciones policiacas como algunas de las principales causas de esta situación.

El CCM indicó que a medida que la influencia de los medios de comunicación avanza en la sociedad y la información es cada vez más accesible a cualquier persona, el periodismo es una profesión de riesgo que tiene una cuota de sangre cada vez más preocupante.

Añadió que México tiene el segundo lugar este año, al haberse registrado la muerte de cuatro periodistas, a la par con países como Siria y por encima de Ecuador, India y Yemen. En lo que va del año, Afganistán es el país más peligroso para ejercer el periodismo, con 11 profesionales de la comunicación muertos.

Expuso que “lamentablemente, México continúa entre los países donde menos garantías hay para los profesionales de la comunicación. Su labor los ha llevado a investigar los entramados de la corrupción y crimen para informar sobre esta lacerante realidad de muerte que nos sigue acabando.

Decir la verdad en México es peligroso y molesta a los poderes ocultos de este país que controlan hasta al mismo sector político”. Expresó su pesar porque sacerdotes y periodistas sean de los gremios que más han sufrido en los cuatro primeros meses de 2018.

Detalló que este año han sido asesinados cinco sacerdotes, dos de ellos en Guerrero, en la carretera Taxco-Iguala: uno de la diócesis de Chilpancingo y otro de la arquidiócesis de Acapulco. En abril fueron ultimados uno de la diócesis de Cuautitlán Izcalli, otro de la arquidiócesis de Guadalajara y uno más de la arquidiócesis de México.

México sigue siendo el país más peligroso para ejercer el sacerdocio. Desde 1993 a la fecha, van 68 religiosos asesinados. Este sexenio ha sido el más violento con 24 homicidios; superó al de Felipe Calderón, en el que fueron asesinados 17 religiosos.

Añadió que desafortunadamente existen visiones miopes que no ven más allá para encapsularse en la afirmación de que el delito va a la baja, pero tristemente la realidad es otra.