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Familiares de personas ausentes narran historias de frustación

Nulo interés de autoridades, común en casos de desaparición
 
Periódico La Jornada
Lunes 14 de mayo de 2018, p. 12

Los testimonios se acumulan, al igual que el número de víctimas. Cada caso es distinto, pero tienen dos elementos comunes: la desaparición de una persona y el nulo interés de las autoridades para resolver el crimen.

Madres, hermanas, tías, suegras, todas ellas se han dedicado a buscar por su cuenta a sus familiares y ahora narran sus historias en entrevistas con La Jornada. Todos son relatos de frustración, impotencia e incertidumbre.

El 21 de enero de 2012, en Francisco I. Madero, Coahuila, Tania Sánchez Aranda, de entonces 22 años, fue levantada por un comando armado. Era la época del pleno dominio de Los Zetas en algunos puntos de esa entidad y la abierta colusión con las autoridades.

La maestra Georgina Aranda Contreras, madre de Tania, recuerda que recibió varias llamadas en las que le pedían 300 mil pesos para dejar en libertad y con vida a su hija. Hizo todo lo posible para recibir apoyo de las autoridades, quienes le aconsejaron que negociara con los secuestradores. Cuando por fin pudieron instalar la tecnología para rastrear el origen de los telefonemas, denuncia, un comandante que estaba presente en su casa salió, habló por teléfono y desde entonces dejamos de tener noticias de ellos y de mi hija.

Las autoridades tardaron año y medio en darle copia de la investigación y cuando la recibió también fue humillada: Me dijeron que si sabía leer para entender el expediente. Le dan una compensación de 200 pesos por la desaparición de su hija. Denuncia que en la procuraduría estatal todos están coludidos con el crimen.

Gloria Cynthia Zaldaña González, del estado de México, desapareció el 20 de agosto de 2016. En principio su familia ubicó su último momento con vida en Xicotepec, Puebla. Hicieron todo por recibir el apoyo de las autoridades, que fue prácticamente nulo, acusa su hermana Mayra González Ángeles. Pasó casi un año, y en julio de 2017 se enteraron de que realizó su última llamada en Agua Blanca, Hidalgo, donde gracias a los pobladores supieron que meses atrás apareció un cuerpo que nadie reconoció.

Por la lentitud de las indagatorias, recibieron el cuerpo de su hermana en enero de este año. En este país en ningún estado te ayudan; somos nosotros quienes tenemos que investigar, porque no hay búsqueda eficaz ni indagatorias. Es increíble.

Zaira Itzel Hernández Díaz, sobrina de Araceli Hernández, fue levantada junto con su novio en Tierra Blanca, Veracruz, cuando estaban de vacaciones en un balneario, el 15 de abril del año pasado. Lo que sería la celebración de sábado de gloria se convirtió en una pesadilla para la chica de 19 años.

Su familia, originaria de la Ciudad de México, no ha recibido respaldo de las autoridades veracruzanas. Resulta frustrante no ver avances, que no hagan nada, que no busquen, que sea como normal. Lo único que nos dicen es que siguen buscando, que están en calidad de desaparecidos, pero no más. Encuentran cientos de cuerpos, pero sus registros de ADN son incompletos, no nos dan ninguna razón, señaló Hernández.

María Loza López busca a su hijo y su nuera, Edmundo González Loza y Patricia Chagala Hernández, de 23 años, desde hace un año. Ellos desaparecieron en Acapulco, Guerrero. Fue, se dice, la delincuencia organizada, pero no tiene más información.