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México SA

Dólar hasta en 20.49

Devaluación y precios

Trump en el espejo

P

or decreto tecnocrático, hace décadas que en México el tipo de cambio no se devalúa, sólo se ajusta, flota, adapta, amolda u otros creativos cuan evasivos términos que, según los genios de Hacienda, minimizan la drástica sacudida que sufre la moneda nacional frente al billete verde, pero que, les guste o no, simple y sencillamente se llama devaluación.

En la semana financiera que concluye, los ajustes y conexos del peso frente al dólar de nueva cuenta llevaron el tipo de cambio por arriba de 20 por uno, y sumando, con lo que la devaluación en el sexenio peñanietista se aproxima a 55 por ciento.

Según dicha versión, los populistas devaluaban, pero los tecnócratas ajustan, flotan, adaptan o amoldan el tipo de cambio. Y ayer, en distintas instituciones bancarias el billete verde para los mortales se ofreció así: Banamex, 20 pesos por dólar; Banorte, 20.15; HSBC, 20.20; Scotiabank, 20.28; Bancomer, 20.33 y CI Banco, 20.49; de tal suerte que, con o sin folclore idiomático, se mantiene la masacre de la moneda nacional.

En este contexto, el Centro de Investigación en Economía y Finanzas del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, nos ofrece un análisis temático (Evolución de la inflación en un ambiente de volatilidad en el tipo de cambio) asociado al comportamiento de los precios, y de él se toman los siguientes pasajes.

En los primeros cuatro meses del año en curso, la inflación ha manifestado tasas de variación más cercanas al objetivo del Banco de México. A diferencia de lo ocurrido en 2017, en esta ocasión el nivel de precios de los energéticos ha crecido a una tasa más moderada en comparación con la observada el año pasado, además de que los precios de varios alimentos básicos han registrado variaciones menos significativas. Sin embargo, uno de los riesgos que enfrentará el Banco de México para alcanzar su meta inflacionaria este 2018 se vislumbra en la volatilidad del tipo de cambio.

Ante la falta de acuerdos para culminar con las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) antes del 17 de mayo, fecha límite establecida por la Cámara de Representantes en Estados Unidos para lograrla actualización del acuerdo internacio- nal, la incertidumbre en los mercados de divisas estará vigente hasta que se vea un punto de concenso en las tres partes involucradas, específicamente en los temas pertinentes a la cláusula de terminación y las reglas de origen para el sector automotriz.

De hecho, mientras más pase el tiempo se antoja una discusión más complicada, debido a los procesos electorales tanto en nuestro país como en Estados Unidos. Posterior a esas fechas será necesario incorporar a las mesas de negociación a los equipos de transición que resulten ganadores, por lo que más opiniones deberán ser tomadas en cuenta. Ante tal escenario, la volatilidad en el tipo de cambio estará vigente en los meses por venir.

El problema es que una depreciación severa de nuestra moneda ante el dólar podría provocar el encarecimiento en los insumos de importación y esto, a su vez, verse reflejado en un aumento en el nivel general de precios a mediano plazo. Con ello, la recuperación que ha tenido la inflación en los primeros meses del año podría verse diluida y el Banco de México podría incluso tomar medidas de política monetaria restrictivas para retomar el control en la evolución inflacionaria. Sin embargo, el ritmo de crecimiento de la economía nacional es apenas moderado e incluso podría verse disminuido ante la falta de dinamismo de la actividad industrial.

Si se analiza más a detalle lo ocurrido con el nivel de precios de los alimentos, se aprecia que fueron dos productos básicos los que impulsaron el incremento general. El huevo (27.2 por ciento) fue el bien con el incremento más importante del periodo, seguido por el jitomate (11.7 por ciento), ambos con tasas de crecimiento de doble dígito. Lo anterior contrasta con los crecimientos de otros bienes de consumo primario como el maíz (2.1) y el arroz (2.6), que mostraron variaciones inferiores a las registradas el año pasado; adicionalmente, el precio del frijol tuvo un ajuste a la baja (-3.9), luego de que en abril de 2017 había sido uno de los productos con un aumento importante en su nivel de precios.

Por objeto del gasto, los servicios de transporte registraron el incremento más significativo del periodo (7.5 por ciento), pues si bien los aumentos en los costos de combustibles han moderado su ritmo de crecimiento, los efectos de dicho comportamiento aún se resienten en la transportación. Por su parte, la tasa de crecimiento del nivel de precios de los alimentos se ubicó en segundo lugar (5 por ciento), aunque su magnitud resultó ser ligeramente inferior a la observada en abril de 2017. En cuanto a las categorías de productos que reportaron los ajustes menos representativos destacan vivienda (2.8), ropa (3.1) y servicios de educación (3.6).

En el caso de los energéticos, la magnitud en la tasa de crecimiento de su nivel de precios continúa mostrando ajustes a la baja (aunque se mantiene elevado). En esta ocasión se presentó un incremento de 9.1 por ciento que contrasta con el 15.9 observado en 2017.

Dicho escenario es reflejo de que la mayoría de los bienes que pertenecen a este ramo han moderado el ritmo de crecimiento en su nivel de precios. El ejemplo más significativo se presentó en las tarifas eléctricas que incluso se ubicaron en terreno negativo (-0.2), contribuyendo con ello al menor avance registrado en el nivel de precios al productor. Otros productos que moderaron su avance fueron el gas doméstico natural (9.4) y la gasolina de alto octanaje (9.3), luego de que durante el año pasado su tasa de crecimiento había sobrepasado 20 por ciento.

Un caso similar se presentó con la gasolina de bajo octanaje, pero a diferencia de los dos productos previamente mencionados, la magnitud de su incremento resultó de doble dígito (12.5 por ciento). A diferencia de los resultados descritos, el gas doméstico LP fue el único producto que registró una mayor evolución en 2018 en comparación con el año pasado, incluso su tasa de crecimiento (10.2 por ciento) se ubicó en segundo lugar tan solo por detrás de la gasolina de bajo octanaje, impulsando con ello el desempeño general del nivel de precios de los energéticos.

Las rebanadas del pastel:

Fuentes de la Casa Blanca regularmente bien informadas aseguran que cuando pronunció la palabra animal, Donald Trump se veía en el espejo.

Twitter: @cafevega