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Elecciones 2018

Los preparativos del encuentro marchan a pedir de boca, apunta el consejero Benito Nacif

Interacción entre candidatos y auditorio, elemento innovador en el segundo debate

Sólo los moderadores conocerán las seis preguntas que el público formulará a los aspirantes

Enviados
Periódico La Jornada
Domingo 20 de mayo de 2018, p. 5

Tijuana, BC.

Con la pretensión de que sea el más innovador de los debates que se hayan efectuado en México con el involucramiento de público en el escenario, esta noche se realizará el segundo de los encuentros entre candidatos presidenciales. Serán seis las preguntas que se elegirán de entre los 42 asistentes, las cuales, asegura el Instituto Nacional Electoral (INE), nadie conoce mas que los moderadores y los involucrados.

Bajo el formato del denominado town hall meeting, esquema que permite la interacción entre los cuatro candidatos y el público asistente, se desarrollará esta edición inédita de debates presidenciales y, por ende, reconocen consejeros del INE, el más ambicioso y complejo de los tres que organizarán.

Más de 250 medios registrados

Ostensiblemente optimista, el presidente de la comisión temporal de debates, Benito Nacif calificó con triunfalismo los avances de la organización: Los preparativos del debate marchan a pedir de boca. Prácticamente todo está listo para que este domingo se lleve a cabo el segundo debate presidencial. Desbordado triunfalismo, afirmó: Tenemos más de 250 medios registrados, entre locales, de todo el país, nacionales e internacionales, que representan a 862 reporteros o representantes de agencias ­noticiosas.

Cifras que permiten a los consejeros del INE prever que tendrán audiencias como las alcanzadas el pasado 22 de abril. Serán la misma cantidad de concesionarios y medios públicos los que difundirán este segundo encuentro, explicó la consejera Pamela San Martín, quien precisó que el esquema diseñado para los tres encuentros permitirá que a partir de la misma cantidad de difusores se tengan las mismas expectativas de ratings.

La premura con que declinó la candidata independiente Margarita Zavala en vísperas del debate motivó que el INE redujera la duración del debate de una hora y 58 minutos a 96 minutos.

Este sábado, la casa productora afinaba los últimos detalles que transformaron la cancha de basquetbol de los Cimarrones de la Universidad Autónoma de Baja California en el escenario del nuevo encuentro de candidatos presidenciales.

Sólo resta que mañana los moderadores León Krauze y Yuriria Sierra realicen un ensayo final con los 42 ciudadanos seleccionados y serán los únicos –aseguro Nacif– en conocer las seis preguntas que se formularán, pues el INE no participará ni tendrá acceso a la selección de los cuestionamientos a los candidatos. Será un ensayo en que se familiarizan con el manejo de cámaras, micrófonos y su interacción con los moderadores.

El town hall meeting es un modelo de debate ideado en Estados Unidos para involucrar a ciudadanos y favorecer un desempeño más libre de los candidatos que pueden desplazarse por el escenario. La versatilidad de este esquema ha arrojado memorables anécdotas: en 2000, entre el demócrata Al Gore y el republicano George Bush hijo, este último hablaba de los asuntos políticos de interés de la sociedad cuando Gore se le acercó a menos de un metro en actitud desafiante. Momento tenso que Bush con un simple hola desató risas, sin inmutar a Bush, quien ganaría la elección.

Más recientemente, el debate entre los candidatos Hillary Clinton y Donald Trump generó actitudes aún más desafiantes en el segundo debate bajo el formato town hall que permite mayor confrontación. Acorde con su personalidad, en sucesivas ocasiones Trump se colocó detrás de Clinton en actitud intimidatoria cuando abordaba diversos temas.

Acaso por esas experiencias, en las reglas de equidad y civilidad del debate en el cual se prohíbe el contacto físico entre candidatos y entre un candidato y el público; otra restricción es que sólo podrán desplazarse a lo largo y ancho del escenario cuando estén en el uso de la palabra, en caso contrario deberán permanecer en su lugar.

Para seguir todos los detalles, la producción del debate desplegará ocho cámaras fijas y 14 alrededor del set; cinco pantallas –para candidatos y moderadores–, 18 bocinas, 38 micrófonos y se ocuparán 70 técnicos.

Tales serán la reglas a seguir para los cuatro candidatos que debatirán sobre comercio exterior e inversión, seguridad fronteriza y combate al crimen organizado trasnacional, y derechos de los migrantes.