La atención a la salud es un derecho humano, y está entre los imperativos éticos de los gobiernos, por lo cual no hay forma de evadir la responsabilidad, señaló el secretario de Salud, José Narro Robles, durante la 71 Asamblea Mundial de la Salud (OMS), que se realizó en Ginebra, Suiza.

Pese a que cientos de millones de personas han salido de la pobreza extrema y de que las condiciones de vida han mejorado, las desigualdades se han multiplicado y son, probablemente, el principal desafío para la humanidad, resaltó frente al director general de la OMS, Tedros Adhanom.

Narro Robles destacó que la sociedad sufre una crisis de valores y la salud no es ajena a ello; ésta no es una mercancía y el mercado no debe definir su rumbo.

Agregó que la salud también es responsabilidad de la persona, ya que frente a adversarios como el alcohol, tabaco, dieta no saludable y falta de ejercicio, la voluntad personal es fundamental. La equidad en salud demanda la paridad de género y la eliminación de toda forma de acoso, dijo.

Detalló que algunos enemigos de la salud dependen de nosotros y son modificables; otros, como la pobreza, desigualdad, ignorancia, hambre y falta de servicios se atienden con políticas públicas certeras.

Esos enemigos, recordó, afectan a cientos de millones de personas en el mundo: 750 millones de analfabetos, 800 millones que viven en pobreza extrema y sufren hambre y 900 millones que carecen de drenaje, la mayor parte niños y mujeres.

Nuestro mundo se caracteriza por los contrastes que vivimos. Junto a la abundancia coexiste la miseria. El despilfarro y la penuria se dan la mano con frecuencia. La majestad de nuestra especie choca con cuadros de indignidad que nos llenan de pasmo y vergüenza. En paralelo al progreso, las brechas sociales y económicas se han profundizado, señaló.

Exclusión, odio y fanatismo, nuevas enfermedades contagiosas

El titular de Salud afirmó que corresponde a todos “impedir que nuevas enfermedades contagiosas se instalen en la sociedad: la exclusión, el odio, la codicia y el fanatismo, entre otras. No hay vacunas contra esas afecciones, pero existen valores esenciales que previenen y combaten la ceguera, la indiferencia y la inacción que generan.

Como médico entiendo la preocupación por la enfermedad. La amenaza a la vida vence a la salud y lo inmediato a lo importante. Lo que no comprendo es la razón de escatimar recursos para la salud.

El funcionario mexicano llamó a las autoridades sanitarias de los países asistentes a la asamblea a hacer lo posible para que la salud sea para todos y que es importante, añadió, encontrar espacios para pensar en los demás, ejercer la solidaridad y ayudar a los que menos tienen. Qué significativo sería que la salud y su cuidado fueran parte del cambio que la humanidad demanda, resaltó.

La delegación mexicana la encabezó José Narro, y la integraron, entre otros, el Comisionado Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Julio Sánchez y Tépoz; el secretario de Salud de Guerrero, Carlos de la Peña Pintos, y los directores generales de Epidemiología, Cuitláhuac Ruiz Matus, y de Relaciones Públicas de la Secretaría de Salud, Hilda Dávila.