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Economía moral

2018, año de elecciones y de importantes aniversarios. Bicentenario de Marx

Quinta. Unificar las teorías de Marx de la génesis y el final de la prehistoria humana

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l mejor homenaje a Marx, en el bicentenario de su natalicio, es seguir desarrollando su pensamiento. En la primera entrega de esta serie (11 de mayo), después de intentar una visión impresionista de las grandes contribuciones de Marx, apoyándome en textos de Engels, Lenin y G.A. Cohen, anuncié que abordaría tres aspectos de su pensamiento que he intentado desarrollar (de manera desigual).

En las siguientes tres entregas (18 y 25 de mayo y primero de junio) abordé mi intento por desarrollar la teoría del valor de Marx para hacer de ella una teoría general del valor válida para un modelo capitalista puro. Que no convive con la economía campesina y, por tanto, tiene que cubrir el costo total de reproducción anual de la fuerza de trabajo estacional y no sólo los días efectivamente trabajados por ésta. Los otros dos aspectos del pensamiento de Marx que enuncié que desarrollaría en la serie, fueron la antropología filosófica marxiana (AFM) y su concepción del límite objetivo del capitalismo (LOC). En las semanas transcurridas desde entonces, me percaté que estas dos últimas líneas pueden unificarse concibiendo la AFM como la teoría de la génesis del ser humano y, por tanto, de lo que Marx llamó la prehistoria humana, y la concepción del LOC como la teoría del final de dicha prehistoria y, por ende, del inicio de la historia humana. La teoría de la génesis está presente, sobre todo, pero no sólo, en sus Manuscritos económicos y filosóficos de 1844, que György Márkus (GM) ha sistematizado y desarrollado magistralmente en Marxismo y antropología (MyA). La teoría del fin de la prehistoria se encuentra en un pasaje de los Grundrisse donde Marx señala que el LOC resulta de la aplicación de la ciencia y la tecnología (CyT) a la producción. Vista en su conjunto, la génesis humana, el comienzo de la prehistoria humana, y la teoría del final de la prehistoria humana, constituirían la teoría de la prehistoria humana de Marx.

En MyA, GM distingue al hombre del animal por su actividad vital específica, el trabajo, que constituye su esencia más propia. El trabajo es una actividad que no está dirigida directamente, sino sólo a través de mediaciones, a la satisfacción de necesidades...”. y que “el hombre mismo crea sus [cada vez más complicados] medios de trabajo en forma de objetos separados e independientes. En El capital (EC) Marx retoma la definición de Benjamín Franklin del ser humano como a tool-making animal (un animal que fabrica herramientas). GM, interpretando a Marx y yendo en varios aspectos más allá, desarrollándolo, caracteriza la esencia humana (o Ser Humano, con mayúsculas) diciendo que el hombre es un ser cuya actividad vital es el trabajo mediado, es un ser social, consciente y libre que tiende a la universalidad. Recalca que el hecho central es que el hombre se hace a sí mismo, hace su propia historia. Podríamos decir que el simio se convierte en Homo cuando fabrica sus primeras herramientas. Es la génesis del género Homo. Por primera vez en la evolución de las especies, nace un nuevo género por la acción de sus integrantes y no por la selección natural de mutaciones favorables. Las consecuencias del carácter mediado del trabajo humano, tal como las desarrolla GM, las he enumerado en la primera columna del cuadro.

Según un pasaje de los Grundrisse (páginas 227-230 del volumen II de la edición de Siglo XXI de Elementos fundamentales para la crítica de la economía política), el LOC se hace realidad con la aplicación de la CyT a la producción, lo cual nos lleva al final de la prehistoria humana porque [cito extractos de una parte del pasaje]:

“2) La creación de la riqueza efectiva se vuelve menos dependiente del tiempo de trabajo (TT) que del poder de los agentes puestos en movimiento. 5) El trabajador ya no introduce el objeto natural modificado como eslabón intermedio entre la cosa y sí mismo, sino que inserta el proceso natural, al que transforma en industrial, como medio entre sí mismo y la naturaleza inorgánica. 7) El robo de tiempo de trabajo ajeno, sobre el cual se funda la riqueza actual, aparece como base miserable comparado con este fundamento recién desarrollado. 8) Tan pronto como el trabajo en su forma inmediata ha cesado de ser la gran fuente de la riqueza, el TT deja, y tiene que dejar, de ser su medida. 9) El plustrabajo de la masa ha dejado de ser condición para el desarrollo de la riqueza social. 10) Con ello se desploma la producción fundada en el valor de cambio, y al proceso de producción material inmediato se le quita la forma de necesidad apremiante y el antagonismo”.

Otras ideas contenidas en el pasaje las presento en la segunda columna del cuadro. El lector puede leerlos en el orden enunciado por Marx, siguiendo los números de la cita y del cuadro. Este pasaje fue retomado y elaborado, a la luz de la Revolución Científica y Tecnológica de la segunda posguerra, por Radovan Richta y coautores, en la obra maestra La civilización en la encrucijada, una de las flores más preciosas de la Primavera de Praga. También fue retomada por André Gorz, en Miserias del presente. Riqueza de lo posible (1998).

En los párrafos precedentes, al proporcionar una idea muy simplificada de ambas teorías, espero dar al lector la idea de unidad que puede obtenerse consolidándolas en una visión integrada. En próximas entregas profundizaré en ambas teorías. Uso el término prehistoria en el mismo sentido en que lo usó Marx en el muy conocido prólogo a Contribución a la crítica de la economía política:

“Las relaciones de producción burguesas son la última forma antagónica del proceso social de la producción… pero la fuerzas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa crean, al mismo tiempo, las condiciones materiales para resolver este antagonismo. Con esta formación social concluye, por consiguiente, la prehistoria de la sociedad humana”.

La prehistoria se refiere a sociedades antagónicas en las que predomina la escasez. Por eso en Crítica al programa de Gotha dice Marx.

“En la fase superior de la sociedad comunista, cuando haya desaparecido la subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo… cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces… la sociedad podrá escribir en sus banderas: ¡De cada cual, según su capacidad; a cada cual según sus necesidades!”

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