Sociedad y Justicia
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Ordena el CEM denunciar casos de pederastia en la Iglesia católica

Prevenir abusos, obligación jurídica y moral de obispos y ministros de culto

 
Periódico La Jornada
Lunes 11 de junio de 2018, p. 37

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) estableció que todos los obispos, ministros de culto y cualquier religioso tienen la obligación jurídica y moral de denunciar a las autoridades correspondientes los casos de pederastia clerical en la Iglesia católica.

Cambiar a los agresores de parroquias está prohibido y omitir información para evitar el escándalo no son prioridades para eludir la denuncia. Además, en las Líneas guía del procedimiento a seguir en casos de abuso sexual de menores por parte de clérigos se establece que la diócesis o instituto de vida consagrada y sociedad de la vida apostólica no serán jurídicamente responsables de las acciones u omisiones de los clérigos responsables.

En el Protocolo de Protección de Menores, aprobado en noviembre de 2017 en la asamblea plenaria de la CEM que retoma los lineamientos de la guía referida, se establece como eje rector de la actuación de la iglesia el interés del menor.

Refiere que la prevención es el elemento más importante en el que la Iglesia debe enfocar sus esfuerzos, lo que conlleva la implementación de una nueva cultura sobre el trato con los menores de edad, en la adopción de límites prudenciales en la actuación pastoral y la aplicación de previsiones institucionales.

Añade que los esfuerzos de la Iglesia estarán orientados por las disposiciones contenidas en la Ley General de Víctimas, publicada en el Diario Oficial de la Federación el 9 de enero de 2013.

Obispos, ministros de culto y cualquier agente de pastoral tienen la obligación jurídica y moral de tomar todas las medidas necesarias para prevenir abuso sexual infantil y evitar su continuación.

En el referido documento, redactado en 2016, se pide dar a los casos de pederastia un tratamiento justo, así como ofrecer a las víctimas un trato digno y los medios necesarios para la posible reparación del daño.

Las líneas del documento sirven como norma obligatoria en la Iglesia de México. Además, para organizar ambientes seguros y proteger a los menores y de quienes tienen uso imperfecto de la razón y voluntad, abunda, la CEM impulsará centros dirigidos por personal competente y destinados a la comunidad en general, a la formación permanente del clero y de otros colaboradores de la pastoral.

También, a fin de atender a las víctimas y sus familias insta a que se establezcan programas y contar con profesionistas que den servicios sicológico y espiritual.

La CEM exhorta a los clérigos a mantenerse vigilantes para prevenir estos delitos.