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Hubo muchas presiones: Tello

Concluyen bloqueo en mina Peñasquito

El director de Goldcorp incluso le exigió usar la fuerza contra ejidatarios y transportistas, afirma

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▲ Transportistas y ejidatarios durante una protesta el 12 de junio pasado frente al Congreso de Zacatecas para denunciar que la empresa minera canadiense Goldcorp incurrió en incumplimiento de contrato para el acarreo y transporte de materiales de la mina a cielo abierto Peñasquito, ubicada en el municipio de Mazapil.Foto Alfredo Valadez
corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 16 de junio de 2018, p. 23

Zacatecas, Zac.

Ante las muchas presiones directas que el gobernador Alejandro Tello Cristerna recibió de Pierre Alarie, embajador de Canadá en México; David Garofalo, director mundial de Goldcorp, e Idelfonso Guajardo, secretario de Economía, el priísta informó que convenció a cientos de ejidatarios y transportistas del municipio de Mazapil de concluir el bloqueo que durante 14 días mantuvieron a la mina a cielo abierto Peñasquito, propiedad de la compañía canadiense. La exigencia del emporio era, incluso, que hiciera uso de la fuerza pública para hacer valer el Estado de derecho.

Lo anterior, pese a que no se resolvió la petición de los manifestantes de que la minera les restituya los contratos de transporte de materiales en el megacomplejo del que se extrae oro, plata, cobre y zinc, y que traspasó unilateralmente a una empresa de capital español, a pesar de los compromisos firmados en 2009 para dar ese trabajo a los locales.

El acuerdo con ejidatarios y transportistas fue que debían acabar con la protesta como muestra de voluntad fehaciente para resolver el conflicto por la vía pacífica; así, a partir de la semana próxima, se instalará una mesa de diálogo para buscar solución al conflicto.

Tello Cristerna –quien encabeza la Comisión de Minería de la Conferencia Nacional de Gobernadores--, admitió públicamente que recibió muchas presiones para reabrir el complejo, porque la mina estaba a nada de parar producción.

En entrevistas con medios, el gobernador explicó que desde el miércoles de esta semana, en su despacho del palacio de gobierno convoqué a los transportistas, platicamos varias horas, les hice ver varias cuestiones. Paralelamente, dijo, recibió llamadas de directivos de Goldcorp y funcionarios del gobierno de Enrique Peña Nieto para presionarlo a reabrir la mina.

“A final de cuentas no es tan fácil, como alguien puede estar ahorita pensando y decir: ‘pues que aplique la ley’. Sí, sólo que siempre quienes toman una vía o están haciendo una protesta tienen mujeres, tienen niños, y eso puede desencadenar en algo que nadie queremos (sic)”.

Había grupos criminales

El gobernante aseguró que entre los manifestantes había personas extrañas al movimiento, que estarían ligadas con grupos delincuenciales: “Nosotros (en el gobierno), teníamos un trabajo profundo de inteligencia y ahí había, más allá de transportistas, otros intereses. Imagínense, llega a desalojar la policía estatal con 20 patrullas, 50 elementos, y empieza a haber ahí una trifulca; de pronto alguien cae (muerto) ¡Dios no lo quiera!

Por eso, Tello Cristerna dijo que aplaudía la voluntad de los transportistas de suspender la protesta, a pesar de que no se les resolvió la demanda que los llevó a tomar la mina, y sí, por el contrario, iniciamos una mesa de diálogo que duró muchas horas y va a continuar.

Además, acotó el gobernador, al final no debemos buscar el levantón (sic) de este plantón, y que en una semana, 15 días, un mes, nuevamente esté el problema. Tenemos que buscar soluciones de fondo, porque ¿qué busca la gente? Trabajo, sustento, y eso es legítimo.

Tello Cristerna defendió la acción de Goldcorp de traspasar a una española los contratos para el acarreo de materiales porque éstos servirán para la construcción de una nueva presa de jales dentro del polígono de 5 mil 400 hectáreas de Peñasquito, desplazando a los ejidatarios y transportistas de Mazapil, quienes deberán entender que hay que ver hacia adelante, lo pasado, pasado.

Se está haciendo un trabajo que va a durar de unos 18 meses a dos años, hay una empresa externa que entró, hay inconformidad por desplazamiento de los locales, y ahí hay muchas razones en los que los transportistas tienen razón, y hay muchísimas otras donde la minera tiene la razón. Y hay que ir depurando esas diferencias.