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Pobreza, panorama para ancianos

Proponen que renta petrolera vaya a pensiones

El planteamiento se hará al próximo Presidente: Amafore

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▲ Marcha de jubilados y pensionados en el estado de Guerrero, en demanda de sus pagos. La movilización se llevó a cabo en agosto de 2016.Foto Cuartoscuro
 
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de junio de 2018, p. 23

A la vuelta de una generación, el número de mexicanos mayores de 60 años se habrá duplicado. Y así como para los trabajadores jóvenes de hoy la expectativa que ofrece el sistema de retiro es una pensión que no será superior a una cuarta parte de su salario, para los adultos mayores el panorama es de pobreza y falta de opciones para tener una vida productiva, de no ponerse en práctica ya acciones de política pública en pensiones, salud y ámbito laboral.

La advertencia fue hecha ayer por un grupo de 14 instituciones que llamaron la atención sobre el problema que tiene el país encima para atender los desafíos del envejecimiento de la población, el cual ya está en curso, manifestó Carlos Noriega Curtis, presidente de la Asociación Mexicana de Adminsitradoras de Fondos para el Retiro (Amafore).

Hasta el momento lo que hay son medidas no coordinadas que consumen una cantidad creciente de recursos públicos. Van de programas de pensión para adultos mayores a recursos para atender a otros sectores específicos de población. Una propuesta que surgió de ese grupo es emplear una parte de la renta petrolera, que es gestionada por el Fondo Mexicano del Petróleo, para que cada persona en edad productiva reciba una aportación en su Administradora de Fondos para el Retiro.

El envejecimiento de la población en México –fenómeno común en varias regiones del mundo– refleja el éxito de políticas que se han orientado al desarrollo social y económico, dijo Noriega. Así como en años recientes ha habido una política pública orientada a la igualdad de género, en los siguientes es necesario que se emprenda un esfuerzo similar para atender los desafíos que en varias áreas planteará la combinación de una mayor expectativa de vida con la reducción de la tasa de fertilidad.

Para 2050, en una generación más, el número de mexicanos de 60 años o más será equivalente a 21.5 por ciento de la población total, proporción que va a duplicar a la actual, de 10.2 por ciento, apuntó Noriega. El incremento en el universo de adultos mayores es el resultado de que la expectativa de vida pasó de 78 a 81 años para el caso de las mujeres, y de 73 a 77 años en el de los hombres. Mientras, la tasa global de fecundidad descendió de 6.77 hijos por mujer en 1960 a 2.21 actualmente.

La iniciativa lanzada hoy, que según los promotores será presentada al gobierno que surja de la elección del primero de julio próximo, busca que la población mexicana pueda envejecer con seguridad y dignidad. Que ya no más a una persona se le cierren las puertas del trabajo formal por tener más de 40 años, como ocurre con frecuencia ahora. Y que la experiencia acumulada sea aprovechada de manera productiva por los adultos mayores y el conjunto de la sociedad.

El llamado para diseñar e implementar una política pública transversal de envejecimiento y desarrollo fue hecho por la Amafore, la Asociación Mexicana de Actuarios Consultores, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, el Colegio Nacional de Actuarios, la Fundación de Estudios Financieros, la Fundación Mexicana para la Salud, el Instituto de Investigaciones Económicas (UNAM), el Instituto Mexicano para la Competitividad, la Sociedad Mexicana de Demografía, The Aspen Institute, el Fondo de Población de Naciones Unidas y Valuaciones Actuariales del Norte.

México está inmerso ya en un veloz proceso de envejecimiento y no queremos una población pobre, expresó Omar de la Torre, secretario general de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social. De esa forma destacó la relevancia de que sea puesta en práctica una política que atienda las diferentes dimensiones de este proceso.

Manuel Molano, del Instituto Mexicano para la Competitividad, planteó que parte de los recursos generados por la renta petrolera sea canalizada a una cuenta Afore que tenga cada mexicano.