Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 26 de octubre de 2002
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Política
DESFILADERO

Jaime Avilés

Siete preguntas para usted

México, a 12 meses de igualar el récord de estancamiento económico de Argentina

Urge renegociar el TLCAN

Nueva política rural

¿SABIA USTED QUE la economía de Argentina sufrió tres largos años de recesión o "crecimiento cero" (como suele decir Fox) antes de estallar en 100 mil pedazos? ¿Sabía usted que la causa principal de ese desastre fue la ciega obediencia de los gobiernos de Carlos Menem y Fernando de la Rúa a las "recetas" del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional? ¿Sabía usted que si la catástrofe de aquel país no fue más profunda ello se debió, en parte, a la ausencia de un tratado de libre comercio con Estados Unidos?

Piénselo un poco... En diciembre, México cumplirá dos largos años de crecimiento cero y estará a sólo 12 meses de igualar el récord de estancamiento de Argentina. Llevamos 20 años siguiendo al pie de la letra las órdenes tanto del BM como del FMI, y si bien hemos alcanzado las metas centrales de esas agencias financieras -en particular, aquella relativa a la reducción, por no hablar de desaparición casi absoluta, del Estado-, nuestra población es mucho más pobre que en 1982, nuestra deuda externa ha crecido asquerosamente y nuestro futuro es más incierto y sombrío que nunca.

¿Sabía usted que, para respetar las instrucciones del FMI y mantener la disciplina financiera que se nos exige, en 2001 y 2002 Fox destinó la mitad del presupuesto nacional al pago de la deuda pública, que abarca la deuda externa, los intereses derivados de la misma y el llamado "rescate" de los bancos y las carreteras, dejando la otra mitad de todo el dinero que el gobierno recaudó al financiamiento de la salud, la alimentación, la educación, el empleo, la conservación de los recursos estratégicos (petróleo y energía eléctrica), la investigación científica y tecnológica, el fomento a las artes y todo lo demás?

En 2001, primer año de la recesión foxista, quemamos la mitad del presupuesto en la deuda pública, pero de esa cantidad 18 por ciento se lo llevaron los bancos, que no nos prestan y que ni siquiera son ya mexicanos, así como las constructoras que trazaron las nuevas carreteras de cuota y que, además de resarcirse de sus pérdidas con nuestro dinero, nos cobran tarifas exorbitantes cuando necesitamos usarlas.

Por exigencias del FMI, que nos obliga a mantener un déficit fiscal de 1.4 por ciento al año, Fox recortó, en 2001 y 2002, el presupuesto consagrado a las funciones esenciales del país, pero no disminuyó, ni siquiera en cinco centavos, la entrega puntual del tributo que brindamos a los bancos. ¿Por qué? ¿No es como para decir ya basta? ¿No es ya el momento de salir a la calle y demandar que se revisen las cuentas de los banqueros y se cancele el pago de todo aquello que éstos declararon fraudulentamente como "pérdidas", luego de meterse ese dinero robado en el bolsillo?

Llevamos, pues, dos años de recesión y vamos en pos del tercero. Acatamos como los argentinos todo lo que nos impone el FMI. Entregamos 50 centavos de cada peso que recauda el gobierno a nuestros verdugos y permitimos que Fox reduzca el gasto social tres veces al año, sin que nadie, en este caso el Congreso, le marque el alto. Pero contamos con un elemento extra para hacer más completa nuestra ruina: el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Veamos sus bondades...

La debacle del medio rural

¿Sabía usted que, durante los próximos 10 años, Estados Unidos gastará 180 mil millones de dólares para subsidiar el trabajo de sus productores agropecuarios, mientras que en el mismo lapso, en el marco del TLCAN, México no podrá subsidiar a sus campesinos?

¿Sabía usted que, por disposición del TLCAN, todos los productos agrícolas y ganaderos de Estados Unidos -que no son, ni mucho menos, de primera calidad, sino de desecho- entran al mercado mexicano sin pagarnos impuestos de ninguna naturaleza... con excepción del maíz y del frijol, que seguirán exentos de aranceles hasta 2007?

¿Sabía usted que, a consecuencia del TLCAN, firmado en 1993 por Carlos Salinas de Gortari, hoy día México genera sólo un poco más de la mitad (57 por ciento) de los alimentos que consume, proporción que está a punto de acrecentarse porque de un momento a otro se abrirán las fronteras a la importación irrestricta de leche fresca made in USA?

¿No es como para detenernos a pensar un poco en el futuro inminente que nos aguarda si no comenzamos a corregir en nuestro provecho una situación tan desventajosa como absurda? He aquí el boceto de una política alternativa para el medio rural, que debe ser impulsada ya, antes que sea demasiado tarde:

En primer lugar, se necesita que el Senado de la República ordene al presidente Vicente Fox que inicie un proceso de renegociación con los gobiernos de Estados Unidos y Canadá, para revisar el capítulo agropecuario del TLCAN.

Que, en segundo, el Congreso de la Unión expida una ley de emergencia que declare al campo mexicano "prioridad nacional" y ordene a Fox la suspensión provisional, durante los próximos tres años, del capítulo agropecuario del TLCAN.

Que, a partir de lo anterior, se establezcan impuestos que oscilen entre 10 y 30 por ciento a todos los productos agropecuarios que vengan de Estados Unidos y Canadá.

Para redondear estas medidas es indispensable que en el Presupuesto de Egresos de la Federación, que habrá de aprobarse al cercano final de este año, se asigne un gasto de 60 mil millones de pesos al desarrollo de las actividades productivas del campo.

Y, por último, que el Congreso adopte las facultades legales necesarias para impedir que -tal como sucedió en 2001 y 2002- Fox recorte el presupuesto agropecuario, a menos que cuente con la aprobación de la Cámara de Diputados.

¿Cuáles son nuestras prioridades?

Todos los datos que ha leído hasta ahora en esta página, lejos de ser fruto de una investigación periodística, fueron recogidos, discutidos, analizados e integrados en un cuerpo coherente -que pretende formar parte de un diagnóstico más amplio de nuestras calamidades- por un grupo de 40 personas que en mayo pasado fueron invitadas por Rosario Robles a organizar una consulta nacional sobre las prioridades de los mexicanos.

El próximo 20 de noviembre, para tal efecto, serán instaladas 15 mil mesas receptoras de opiniones en todas las ciudades de todos los municipios. Usted podrá participar en ese ejercicio acudiendo a aquella que le quede más cercana y presentando una identificación, la que sea, con fotografía. A cambio le entregarán una boleta con siete preguntas.

Personajes como el maestro Ricardo García Sainz -experto en cuestiones presupuestales-, artistas como Elena Poniatowska, Carlos Montemayor, Paco Ignacio Taibo II, Julieta Egurrola o José Luis Paredes (el sociólogo baterista de Maldita Vecindad); luchadores sociales como el padre Miguel Concha, Ramón Aceves, del Sindicato Mexicano de Electricistas; Agustín Rodríguez, del STUNAM; Alfonso Ramírez, de El Barzón; la abogada Magdalena Gómez, Miguel Alvarez, ex integrante de la Conai; Héctor de la Cueva (de la Red Mexicana de Acción contra el Libre Comercio), el periodista y ex senador Carlos Payán Velver, el antropólogo Héctor Díaz Polanco, el científico René Drucker, el doctor Julio Moguel, especialista en asuntos rurales; Eréndira Cruz, del Cencos; Raúl Ojeda, ex candidato del PRD al gobierno de Tabasco; Ernesto Alvarado, de la asociación civil Participare, y muchos más, se dividieron en comisiones para atender los siguientes problemas teóricos: el concepto de soberanía, las relaciones entre justicia, libertad, igualdad y paz, y el presupuesto público y la deuda social que el gobierno tiene con los pobres de México.

De este esfuerzo colectivo e interdisciplinario surgió un documento que usted puede consultar en la página electrónica www.consultadeprioridades.org y que ojalá sirva de guía (repito: ojalá) para darle contenido a las batallas políticas del año entrante, si no lo impide el canibalismo político del PRD. Lo interesante del caso es que en torno del comité ciudadano promotor de la consulta han venido aglutinándose un montón de organizaciones sociales y gremiales del campo y la ciudad, que garantizan la más amplia representatividad del colectivo, respaldado en términos prácticos por la dirigencia nacional perredista con su inmenso aparato y sus recursos.

Después de construir colegiadamente el susodicho documento, sus creadores extrajeron siete preguntas que serán puestas a disposición de usted. Estas, en apretada síntesis, quieren saber si está usted de acuerdo en que se establezca en la Constitución la figura del plebiscito; en que para contribuir a la paz se reconozcan legalmente los acuerdos de San Andrés; en que el Estado conserve la propiedad exclusiva de la industria eléctrica; en que, a partir del presupuesto federal de 2003, se defina el tamaño de las necesidades sociales para educación, salud, cultura, pensiones, vivienda, salario y empleo; en que el presupuesto atienda primero la deuda social y en segundo lugar la deuda pública; en que se suspenda temporalmente el capítulo agropecuario del TLCAN y se reactive el campo con medidas de protección y apoyos de emergencia; y, por último, en que México se retire de las negociaciones del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), toda vez que ese nuevo organismo extendería, desde Tijuana y Laredo hasta la Tierra del Fuego, las dolorosas penurias que nos ha causado el TLCAN.

¿No le parece a usted una iniciativa digna de ser tomada en cuenta?

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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