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México D.F. Lunes 5 de enero de 2004

ASTILLERO

Julio Hernández López

El imperio aprieta (Ƒo el aprieto impera?)

El aeropuerto, pero también redadas y acoso a migrantes

A UNA SEMANA de revivir glorias diplomáticas en el Monterrey históricamente famoso por aquel "comes y te vas", Vicente Fox está dedicado a convencer a la Casa Blanca de que es genuina su realineación ante el imperio norteño luego de anteriores deslices pacifistas relacionados con la invasión a Irak. La mejor muestra del entreguismo renovado de Los Pinos se tiene en el aeropuerto internacional Benito Juárez, donde el gobierno mexicano ha abdicado del ejercicio soberano de las funciones de control de operaciones aeronáuticas para dejarlas en manos de agentes extranjeros con facultades de inspección de revisiones de pasajeros e incluso de suspensión o posposición de vuelos.

AYER, EN EL Agualeguas guanajuatense llamado San Cristóbal, luego de oír misa, el Presidente de México fijó la posición oficial respecto a los excesos gringos que hasta al cardenal Norberto Rivera han parecido condenables: la vigilancia en aeropuertos mexicanos es efectuada por mexicanos "en coordinación con autoridades americanas", aseguró el hombre que comenzó ejerciendo el poder con botas y ahora lo hace con pantuflas. Nada de irregular encuentra the president Fox en que agentes gringos tomen territorio mexicano como extensión del suyo: tal cual el boletín de la embajada estadunidense lo había adelantado días atrás, el gobierno mexicano ha asumido como propias las decisiones tomadas por los americanos y está totalmente decidido a tolerar lo que esos extranjeros deseen y a disfrazarlo de acuerdos y entendimientos presuntamente muy normales, con logros tan impactantes como (Fox dixit) el hallazgo de maletas sospechosas que hubieron de ser decomisadas para su mejor revisión, aunque hasta ahora no se ha informado si hubo algo más que ese simple ejercicio especulativo de suponer que en ciertos equipajes habría conjuras terroristas comprobables; maletas sospechosas que justificarían la toma gringa del principal aeropuerto mexicano, como en Irak el presunto armamento químico globalmente devastador. (El pensamiento colonizado del jefe del Estado mexicano se refleja incluso en el libre y alegre uso del gentilicio que los habitantes de Estados Unidos de América pretenden expropiar al resto de los nacidos en el continente americano y usarlo sólo ellos, los presuntamente únicos y legítimos americanos. No es un detalle menor ni carente de significado que el Presidente de México reconozca cotidianamente ese intento de robo lingüístico y de discriminación continental.)

LOS DOBLECES DE espina dorsal de Los Pinos se dan mientras en el vecino país norteño aumenta la presión sobre los paisanos indocumentados. No es exagerado calificar de terrorismo lo que se está haciendo contra los millones de mexicanos que sobreviven en Estados Unidos sin estancia legal. El 21 de octubre del año pasado, Washington ordenó una redada de trabajadores inmigrantes sin documentación en orden que significó la detención de más de 300 personas, la mayoría mexicanos, en centros comerciales de 21 estados de aquella nación. De entonces a la fecha han continuado las acciones intimidatorias, aunque en menor escala y con menos escándalo. Advertidos por las autoridades estadunidenses de que se sancionará con energía a quienes contraten indocumentados, los empresarios de ese país han ido despidiendo a trabajadores y ya no están contratando a quienes no cumplan rigurosamente con los requisitos legales del caso (hasta ahora había sido práctica común que los hispanos indocumentados se consiguieran material falsificado, sobre todo el referente al número que correspondería a su registro en el sistema gringo de seguridad social, treta que los patrones daban por sabida y tolerada a la hora de contratar la mano de obra barata y cumplida de los mexicanos). La inoperancia de esas medidas salta a la vista: en muchos establecimientos gringos dedicados a los servicios (sobre todo relacionados con alimentos y con limpieza) están habilitando a sus connacionales ante la ausencia de mexicanos contratables, pero los ciudadanos estadunidenses no quieren hacer las tareas por las que los mexicanos se pelean, y el pago por hora es cuando menos 50 por ciento más alto.

EL APRETON GRINGO hacia México tiene vertientes claras: por un lado, hace que Los Pinos esté aún más dispuesto que de costumbre a aceptar instrucciones del vecino poderoso, pues resulta terrorífica la simple suposición de que pudiese ser devuelta a México una parte de los mexicanos que hoy trabajan en Estados Unidos; en ese sentido, las condiciones son adecuadas para que George W. Bush imponga a Vicente Fox lo que éste en sus tiempos de ensoñación castañedista se negaba a aceptar porque le parecía un chilaquil aguado contra la whole enchilada que Los Pinos pretendía. Es decir, el presidente de Estados Unidos podrá visitar Monterrey los próximos 12 y 13 y allí anunciar que está dispuesto a permitir contratos temporales de trabajadores indocumentados, para de esa manera tratar de obligar a quienes hoy residen allá a regularizar su situación en términos de interés policiaco, es decir, en cuanto al registro de sus datos y a su ubicación precisa (e incluso en cuanto a pérdida de una especie de derechos adquiridos por años de estancia ilegal que podrían contar para casos de amnistía), pero no en cuanto a garantía de trabajo estable y sostenido y, al mismo tiempo, para tratar de frenar el flujo migratorio ilegal por las fronteras que tanto miedo causa a los vecinos no por cuanto lleve a los patrones gringos mano de obra necesaria y barata, sino por los riesgos de infiltración de terroristas.

FOX NO TIENE mucho hacia dónde hacerse. La presión contra los mexicanos indocumentados le está consolidando en una posición de entreguismo claro. Total, Bush podrá decir a Fox en Monterrey la semana venidera: firmas estos precarios, ventajosos y unilaterales acuerdos migratorios y te vas.

ASTILLAS:HOY COMIENZA EL fichaje por aire y mar de quienes visiten Estados Unidos. Sólo Brasil se ha atrevido a actuar con sentido de reciprocidad justiciera... A Bob Madrazo ya le gustó enviar declaraciones dominicales para aprovechar que hay poca información y la suya así consigue mejor difusión: ahora ha ensalzado la recuperación de su partido y el que, a pesar de todo, no fue destruido... Otro indestructible, también tabasqueño, anunció ayer su nuevo material de entretenimiento mediático, la tal "revolución administrativa"... Y, mientras Vicente Fox asegura que el Presidente de México está bien fuerte y va requete bien pero cada vez irá mejor, šhasta mañana!

Fax: 56 05 20 99 [email protected]

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