Usted está aquí: sábado 27 de enero de 2007 Cultura La universalidad del talento de Tintoretto llega a Madrid

Rinden tributo al maestro renacentista con una exposición en el Museo del Prado

La universalidad del talento de Tintoretto llega a Madrid

La muestra antológica reúne 49 cuadros, tres esculturas y 13 dibujos

Subraya experto la ''portentosa imaginación, la bravura de su pincel y el asombroso dinamismo de su pintura''

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Ampliar la imagen La adoración de los pastores, cuadro de Jacopo Tintoretto incluido en la exposición del pintor italiano que se abrirá en el Museo del Prado Foto: Reuters

Madrid, 26 de enero. Tintoretto, también conocido como ''el pintor de Venecia", fue uno de los máximos exponentes de la luz y el color de una de las épocas más prolíficas del arte, el Renacimiento.

En sus pinturas con temática religiosa y en sus retratos como en las ''mitológicas'', Jacopo Robusti, Tintoretto (1518-1594), pasó a la historia como el artista plástico ''más prolífico" y se erigió en un maestro para las generaciones posteriores, tanto por su utilización del color como por la profundidad de sus obras, referentes para pintores como El Greco, Rubens y Velázquez.

Setenta años después de la única exposición antológica en su honor, llevada a cabo en Venecia en 1937, el Museo del Prado de Madrid reúne en la exposición Tintoretto una amplia representación de sus obras más emblemáticas: 49 pinturas, tres esculturas y 13 dibujos.

Todo un acontecimiento en el mundo del arte, en el que además se juntaron por primera vez en 400 años sus cuadros La última cena, pintado para la iglesia veneciana de San Marcuola, y El lavatorio, que se encuentra en el Museo del Prado.

La Galería Central de la Pinacoteca madrileña, que sólo se reserva para las grandes exposiciones, se adaptó para dar cobijo a las pinturas de Tintoretto, muchas de ellas de gran formato y de difícil movilidad. La selección de las obras se realizó en función de la relevancia en cada uno de los géneros que empleó a lo largo de su vida, con especial énfasis en la pintura religiosa, que fue, según los expertos, en la que alcanzó su máximo esplendor como creador.

Discreta atención en museos

El director del Museo del Prado, Miguel Zugaza Miranda, reconoció las enormes dificultades que implicó realizar esta exposición, para lo que tuvieron que transportar obras muy delicadas y de gran formato, además de coordinar a numerosas instituciones europeas y estadunidenses.

''Pero después de Venecia, únicamente se podía realizar esta exposición en el Museo del Prado", que cuenta con una de las mayores colecciones del artista.

Zugaza destacó la valía de Tintoretto ''por su portentosa imaginación, la bravura de su pincel y el asombroso dinamismo de su pintura, lo que le permite ocupar un lugar de honor en la historia del arte; una preeminencia que no se corresponde con la discreta atención que le han mostrado museos e instituciones".

Inmersión en el proceso creativo

Miguel Falomir, director del área de arte italiano del Museo del Prado y comisario de la muestra, explicó por su parte que ''la exposición pretende mostrar sus mejores realizaciones, pero también el interés por ahondar en el proceso creativo del pintor, concediendo gran importancia al disegno, entendido éste como instrumento de aprendizaje, experimentación y composición, así como a los aspectos técnicos, plenamente integrados al discurso expositivo".

En la exposición ocupan un lugar destacado las obras ''mitológicas", en las que recrea algunos de los mitos y las leyendas, como en Venus, Vulcano, Marte y Origen de la Vía Láctea.

En cuanto a su carácter de pintor símbolo de Venecia, que comparte con su contemporáneo Tiziano, Falomir explicó que ''la venecianidad de Tintoretto no significa insularidad o autismo artístico. El estaba al tanto del arte europeo del momento, haciendo hincapié en el modo como, sobre todo mediante la escultura y el grabado, conoció, asimiló y modificó referentes ajenos, ya fueran de Durero, Parmigianino o Miguel Angel".

El experto español consideró que con esta muestra se rinde un merecido tributo a uno de los artistas más enigmáticos y singulares del Renacimiento, al señalar que ''la posteridad ha sido más generosa a la hora de reconocer la universalidad del talento de Tintoretto, como demuestra la extensa y variopinta nómina de sus admiradores, en la que figuran escritores como Goethe y Henry James; teóricos como Ruskin y Taine, y filósofos como Jean Paul Sartre".

Dibujar con pintura

El comisario de la muestra Tintoretto, Robert Echols, abundó en las técnicas más empleadas por el artista: ''En su personalísimo estilo pictórico es central la amplitud y fluidez de su pincelada. Aunque llegó a tener un vasto repertorio de procedimientos virtuosistas para crear la forma y plasmar los efectos de luz y textura, su manejo del pincel más característico es la aplicación de la pintura al lienzo en trazos largos, como si empleara una tiza o un lápiz graso: en esencia, un dibujar con pintura".

En cuanto a la selección de las pinturas, Echols añadió que se trataba de reunir ''un grupo nuclear de obras que son de Tintoretto en el sentido más fundamental, producto de su mano, una demostración firme de la fuerza y la singularidad constantes de ese logro, y sobre todo el poder de su terrible pincel".

La exposición Tintoretto se podrá ver en el Museo de Prado, a partir del 29 de enero.

 
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