Usted está aquí: sábado 27 de enero de 2007 Cultura Rinden homenaje a Ricardo Castro, autor del primer concierto para piano en AL

Eva María Zuk será solista en el programa inaugural de la OFCM en su ciclo 2007

Rinden homenaje a Ricardo Castro, autor del primer concierto para piano en AL

ANGEL VARGAS

Ampliar la imagen ''No es raro que un músico permanezca olvidado por mucho tiempo, como ocurre con Ricardo Castro'', dice Eva María Zuk a La Jornada. La pianista se presenta este fin de semana como solista con la OFCM Foto: Cristina Rodríguez

Poco sabido es que el primer concierto para piano y orquesta escrito en América Latina se debe al mexicano Ricardo Castro, quien fue uno de los más grandes intérpretes y compositores nacionales del último tercio del siglo XIX y los primeros años del XX.

Ese hecho confiere un atractivo adicional al concierto con el que la Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) inaugurará este fin de semana su temporada 2007, pues dicha obra forma parte del programa.

En éste figuran asimismo la Obertura sobre temas hebreos, de Sergei Prokofiev, y la Sinfonía número uno de Gustav Mahler, conocida como Titán, con la cual la agrupación comienza el ciclo que ofrecerá en el transcurso del año con las 10 sinfonías escritas por el autor austriaco.

Para la pianista Eva María Zuk ­quien actuará como solista, bajo la dirección de Enrique Barrios, batuta titular de la OFCM­, ese concierto representa una oportunidad para conocer y acercarse a la obra del autor duranguense, de quien este año se conmemora su centenario luctuoso.

Zuk lo describe como un concierto de gran contenido virtuoso, en el que si bien pueden apreciarse influencias de la música europea de la época, en especial de la francesa, también se muestran características latinas, en específico de ciertas danzas tradicionales mexicanas, sobre todo en el primero de sus tres movimientos; el tercero, por cierto, es una polonesa.

''Es un estilo romántico tardío y en ese sentido dialogó con la música de su época a escala mundial", precisa la intérprete en entrevista.

Estrenado mundialmente en Amberes, Bélgica, en 1904, hasta antes de este concierto de Castro las obras para piano escritas en México y el resto de Latinoamérica eran de menor envergadura en lo concerniente a la brevedad de su extensión y duración.

''Ricardo Castro se distinguió como excelente pianista y concertista, además de ser el único compositor mexicano que escribió un nutrido grupo de polonesas para piano solo; amaba la música de Chopin", indica la pianista.

''Al igual que los demás autores nacionales de su época, escribió muchas mazurkas, pero también obras de mayor envergadura, como su Tema variado, el cual se basa en los estudios sinfónicos de Schumann."

Incursión en el impresionismo

Eva María Zuk recuerda que el músico duranguense formó parte del llamado Grupo de los seis, al lado de Gustavo C. Campa, Juan Hernández Acevedo, Carlos J. Meneses, Ignacio Quesada y Felipe Villanueva, que se distinguió por su corte afrancesado y reunirse para discutir temas de actualidad musical, y el cual tuvo influencia en la evolución de la música en su tiempo.

''Castro fue el único de ese grupo que incursionó en el impresionismo, porque conoció ese nuevo estilo cuando estuvo en Francia. Su Suite ­la cual fue grabada por la pianista en un disco que dedica a ese compositor­ es una obra fascinante que tiene mucho que ver con la música de Debussy."

El desconocimiento acerca de que el de Ricardo Castro es el primer concierto para piano y orquesta de América Latina es sólo uno de los hechos que evidencian el olvido en que se tiene al autor duranguense y su obra, afirma la intéprete.

''Fuera de un puñado de valses, entre ellos Capricho, de este compositor se conoce casi nada. El concierto para piano casi ni se toca; es más, muchos ni siquiera saben que existe. Eso se debe a que no está editado, como sucede con el resto de su obra", agrega la pianista.

''No es raro que un músico permanezca olvidado por mucho tiempo. Guardando las proporciones, fue algo que sucedió incluso con Bach. El caso de Castro puede deberse a que, después de su muerte, en México no prevalecía la cultura por la música clásica; aún hoy día nos encontramos insertos en ese proceso.

''Vino además la época de Carlos Chávez, en la que se pensaba en términos de que todo lo hecho durante el siglo XIX carecía de valor; que lo único que valía la pena era la música contemporánea de esa etapa.

''Por supuesto, también tiene que ver la Revolución Mexicana, por aquello de que se renegó de todo lo que proviniera del porfiriato."

(Como es habitual, los conciertos de la OFCM serán sábado y domingo, a las 18 y 12 horas, respectivamente, en la Sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli, ubicada en Periférico Sur 5141, colonia Isidro Fabela.)

 
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