Usted está aquí: miércoles 20 de junio de 2007 Cultura Claroscuros de una institución universitaria

Claroscuros de una institución universitaria

Carlos Paul

El Centro Universitario de Teatro (CUT), de la Universidad Nacional Autónoma de México, es una institución que a lo largo de su trayectoria ''ha tenido muchas contingencias; ha dado algunas de las generaciones teatrales más espléndidas, pero también se ha oscurecido y opacado", comenta la crítica de teatro Olga Harmony.

Esas situaciones, explica, ''han dependido mucho de quién dirija el centro, del enfoque que le imprima.

''El CUT ha tenido altas y bajas. Ha sido algunas veces muy criticado por que da más interés a la expresión corporal que a la composición de personajes. Se ha señalado que muchos de sus egresados no saben manejar la voz. No obstante, es una escuela que aporta gente muy interesante."

En la actualidad, (Antonio) Crestani ''me parece que realiza una labor interesante, tratando de que los alumnos que hacen su examen para egresar lo realicen en las condiciones más profesionales. Convoca a dramaturgos que no necesariamente salieron del CUT para que escriban una obra para esos egresados. Esa iniciativa me parece buena, después de que la escuela estuvo varios años en la opacidad".

Para el investigador Armando Partida Tayzan, en el contexto de las diversas directivas de la escuela, como la de Héctor Azar, Héctor Mendoza, Luis de Tavira, Ludwik Margules y José Ramón Enríquez, ''habría que destacar el momento en el que el CUT integró la labor del escenógrafo Alejandro Luna, quien impulsó el diseño escenográfico y la producción de vestuario, trabajo que complementaría la formación actoral".

El CUT, continúa Partida Tayzan, a diferencia de otras escuelas, ''tiene la posibilidad de hacer una selección muy rigurosa, pues cada año ingresan muy pocos alumnos, lo que permite una mejor atención a los estudiantes.

''Estructuralmente el CUT ha crecido. Desde el Foro Isabelino, su primera sede, hasta ahora, con un edificio ubicado desde hace varios años en el Centro Cultural Universitario, donde cuenta con dos teatros para uso exclusivo del alumnado.''

A lo largo de esos 45 años, añade el investigador, ''es complejo hacer un balance valorativo, pues con cada directiva han sido también otras condiciones históricas, otros presupuestos, otras estéticas y objetivos, otras perspectivas de enseñanza-aprendizaje, las cuales eran marcadas por el director en turno".

Tras el trabajo fundacional del CUT que realizó el creador escénico Héctor Azar, como un centro de investigación, el maestro Héctor Mendoza sería el artífice de que ese espacio adquiriera el carácter de formación actoral.

Eso ocurrió, comenta Mendoza, ''porque en aquel entonces en la Facultad de Filosofía y Letras, la mayor parte de los que se inscribían querían ser actores, pero no había tal carrera. Así, el CUT conservó su nombre, pero con otro perfil.

''Ahora cumple 45 años como semillero de actores, el cual a lo largo de su historia ha tenido cambios naturales de acuerdo con cada administración, porque cada director ve las cosas a su manera, pero creo que la esencia se ha conservado."

Aun cuando en los años recientes se ha desligado de la docencia en el CUT, Mendoza reconoce que los actores egresados de ahí ''son de lo mejor en el ámbito teatral".

 
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