Usted está aquí: jueves 18 de septiembre de 2008 Espectáculos “El mundo de mi poesía no se agota en la negritud”

■ Presentan documental sobre Antonio Preciado

“El mundo de mi poesía no se agota en la negritud”

Arturo Cruz Bárcenas

Ampliar la imagen Antonio Preciado: Mi negritud no es una torre, no es una catedral Antonio Preciado: Mi negritud no es una torre, no es una catedral

“En el documental Antonio Preciado, poeta, entre cantos y marimbas, se escudriña, se otea la realidad del pueblo negro ecuatoriano, que es el verdadero protagonista y que aparece como el poeta numeroso junto conmigo, el poeta individual, que aflora en mi voz. La relación que hay entre la música, la poesía y la negritud es obvia porque culturalmente el pueblo negro de Esmeraldas, al que pertenezco, tiene una gran carga que me marcó con marimba silvestre acompañada de tambores”, expresó en entrevista el propio Preciado, quien se asume como poeta de la negritud, del hombre. Es embajador de Ecuador en Nicaragua,

Humano como cualquiera

Esmeraldas, explicó, es la más norteña de las provincias del litoral de la costa ecuatoriana, es el principal recodo de negritud del Ecuador. Esmeraldas es la provincia negra. “Soy de ahí.”

Añadió que la negritud es su esencia. “Soy un hombre negro. Primero eso: soy un hombre, un ser humano como cualquiera. Dentro de la escala zoológica, el hombre es una especie única, a la que pertenecemos todos. Por eso es que yo no me arredilo sólo dentro de la negritud. Si mi poesía dice: toca el filón temático de la negritud, en buena parte es porque me siento obligado a tocar esos temas por antecedentes históricos, sociales y políticos.

“Hubo esclavitud y un poeta de mis convicciones universales, como negro, no puedo dejar de decirlo, pero el mundo de mi poesía no se agota dentro de la negritud. Mi negritud, ya lo han dicho otros, no es una torre, no es una catedral. Ninguna etnia per se puede ser la cumbre de nada y el que pretenda decir que la suya es mejor está diciendo una badomía porque eso supone una negación de la humanidad.

En el documental se escucha la música de artistas como Patita Palma y su grupo Tierra Caliente, que ha llevado su arte sonoro a Nueva York y Boston. Patita tiene 80 años de vida y la marimba es para ella un símbolo de la cotidianidad.

Papá Roncón (Guillermo Ayoví Erazo) apenas y cursó segundo año de primaria, pero su andar por montes y selvas le dio una experiencia y sentimientos únicos. Canta por igual las famosas de Celia Cruz o de Nelson Estupiñán. “Lo que yo sé para que me lo voy a llevar. Lo tengo que enseñar”, expone.

El grupo Pueblo Nuevo fue formado en Quito en 1975 y sintetiza un sonido a base de instrumentos andinos: metales, cuerdas, percusión y electrónicos. Rosa Wila y su grupo Las Voces del Niño Dios, canta desde un lastimero bunde hasta un vibrante mapalé. Estos sólo algunos de los músicos esmeraldeños, brillantes todos, que aparecen en este video.

También se incluye un cd con la voz de Preciado recitando algunos de sus poemas, obras llenas de amistad, personajes entrañables, coherentes o contradic- torios, como es la vida.

El pueblo manda

Preciado espera que el próximo 28 de septiembre el pueblo ecuatoriano apruebe la nueva Constitución, “que supone la obligación del pueblo amplio como verdadero mandante, pero en la praxis, no sólo en la letra muerta”.

El documental se presentará hoy, a las 20 horas, en el Centro Cultural Veracruzano, de Miguel Ángel de Quevedo 687, y el sábado 20, a las 19 horas, en la Feria del Libro de Antropología e Historia, en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo de Antropología e Historia.

 
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