Sociedad y Justicia
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Remplazará entrega de papillas cuando mejore situación económica

Oportunidades seguirá dando suplemento alimenticio ante el desplome del consumo
 
Periódico La Jornada
Lunes 19 de octubre de 2009, p. 45

Aunque está prevista la sustitución de la papilla que se distribuye mediante el programa Oportunidades a embarazadas y niños desnutridos, debido a que contribuye a la obesidad por su alto contenido calórico, ello tendrá que esperar debido a que la gente ha bajado el consumo de alimentos en los pasados dos años, señaló Agustín Escobar, evaluador del programa.

Actualmente se realiza una prueba piloto en cuatro estados para evaluar las sustancias que remplazarán la papilla que aún se entrega a lactantes, menores de seis años y embarazadas, explicó por su parte Salvador Escobedo, coordinador nacional de Oportunidades, programa orientado a las familias en pobreza.

La sustitución para los niños es con sales de colores conocidas como chispitas, contenidas en un sobre que se disuelve en frijoles, sopas o caldos, y para las mujeres es una tableta que, entre otros nutrientes, contiene ácido fólico. En ambos casos la ventaja es que a esos productos se les han quitado calorías, agregó en entrevista.

Hoy, 24 por ciento de menores de seis años son obesos, pero están desnutridos o anémicos. Setenta por ciento de mujeres mayores de 19 años tienen obesidad y con dicho remplazo se busca contribuir a reducir ese problema, puntualizó.

Agregó que no en todas las zonas donde residen los 5 millones de beneficiarios de Oportunidades la situación es igual, pues hay regiones indígenas donde la calidad de los alimentos no es muy buena. Consideramos que ahí se pueden dar los dos, el complemento (la papilla) y el micronutriente.

En las zonas urbanas, continuó, se piensa cambiar totalmente la papilla. Esperamos que a finales de año los resultados de la Secretaría de Salud den la posibilidad de llegar al resto del país. El problema es operativo, no si funcionan o no. Ya está comprobado que sirven igual y que además contribuyen a evitar la obesidad.

Agustín Escobar aseveró que el problema de las familias integradas al programa hace dos años no era de cantidad de alimentos. Tenían una dieta suficiente y el conflicto era que los micronutrientes no eran adecuados, explicó. Debido al incremento del precio de la comida estos últimos dos años, subrayó, es posible que no sea adecuado quitar las calorías a la papilla, pero ya que se estabilicen los costos se verá si es conveniente.

Recordó que en 2003 especialistas se dieron cuenta de que la papilla reducía la anemia, pero la mejoría debía ser mayor. Tiene todos los micronutrientes que necesitamos, pero contiene sulfato de hierro y éste para una población que come maíz se absorbe en una proporción pequeña. La anemia no se reducía lo suficiente.

Detalló que se comenzaron a hacer estudios para encontrar alguna sustancia que se pudiera agregar y provocara mayor absorción del hierro. De igual forma, quitar las calorías. Así, se hicieron salecitas de colores para ser usadas junto con la comida, y no además de ella porque provocaría niños gordos. La reducción de la anemia tiene un efecto importante en el aprendizaje y la motricidad.

Se debe saber, añadió, en qué medida se pueden dar los dos tratamientos, pues hay una pequeña cantidad de familias indígenas pobres en las sierras que necesitan todo. Para eso hay que llegar a diagnósticos precisos con los médicos, destacó.