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La alianza cártel de Sinaloa-La Familia se afianza en cinco estados de la costa del Pacífico

Consolida al Chapo Guzmán la muerte de Nacho Coronel, señalan datos oficiales

Autoridades creen que esos grupos controlan las entradas de materiales para drogas sintéticas

Reportero y La Jornada Jalisco
Periódico La Jornada
Domingo 15 de agosto de 2010, p. 10

La muerte de Ignacio Coronel Villarreal permitió que el cártel de La Familia y la facción del cártel de Sinaloa que encabeza Joaquín El Chapo Guzmán Loera consolidaran, sin violencia entre organizaciones, su presencia en Colima, Nayarit, Jalisco, Michoacán y Guerrero, y ampliaran su fortaleza para evitar que la banda de Los Zetas avance en esas zonas.

El mayor beneficio tras la muerte del capo Coronel Villarreal, de acuerdo con reportes del gobierno federal, es que ambos grupos ahora controlan las dos principales entradas de precursores químicos para la producción de drogas sintéticas en la zona del Pacífico: las aduanas de Manzanillo y Lázaro Cárdenas, donde en esta administración federal han sido incautadas más de 400 toneladas de esas sustancias.

Desde febrero de 2010, de acuerdo con fuentes militares y de la Procuraduría General de la República (PGR), el cártel de Sinaloa alcanzó un acuerdo con La Familia para no confrontarse por sus operaciones en Zacatecas, Jalisco, Colima y Michoacán. Ignacio Coronel Villarreal participó en el acuerdo porque de esa manera Los Zetas no tendrían posibilidades de ampliar sus negocios tras el rompimiento con el cártel del Golfo.

Así surgió lo que hoy se conoce en círculos de inteligencia federal, incluida la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), como La Resistencia, integrada por Sinaloa, Milenio, Golfo y La Familia. Con ello se evitó que los límites de Jalisco y Michoacán fueran escenario de otro frente de batalla entre esos grupos, y se ampliaba la participación de Sinaloa en el control de lo que entra y sale en la aduana del puerto de Lázaro Cárdenas.

Los argumentos del Rey del hielo

Los funcionarios entrevistados y los reportes consultados refieren que la molestia de Nacho Coronel surgió cuando integrantes de La Familia comenzaron a operar en la zona controlada por él, ya que presumía tener en paz la plaza y, a diferencia de otras entidades, en Jalisco, a principios de 2010 no se hablaba de ejecuciones y la violencia era algo que los jaliscienses, colimenses y nayaritas veían lejano.

Coronel, al igual que Juan José Esparragoza Moreno, El Azul (otro de los cuatro líderes que tenía el cártel de Sinaloa hasta el pasado 29 de julio), eran los negociadores de la banda y los que operaban con esquemas de poca violencia, a diferencia de Guzmán Loera e Ismael El Mayo Zambada.

Coronel Villarreal, El rey del hielo, comenzó a tener problemas con sus socios por negarse a compartir, sobre todo Jalisco.

Según las fuentes consultadas, unos 10 días antes de la muerte de Coronel Villarreal, el 29 de julio, trascendió en círculos de inteligencia que el cártel de Sinaloa había enviado a Jalisco unos 300 sicarios fuertemente armados.

Luego vendría el operativo militar que acabó con la vida de Nacho Coronel, en el que algunas fuentes dijeron que en realidad dentro de la casa del capo no participaron más de 20 miembros de fuerzas especiales, y otros 50 soldados en el cerco que se tendió en la colonia Colinas de San Javier, una de las zonas más exclusivas del área conurbada de Guadalajara, donde horas antes se habían cortado los servicios de agua, luz y telefonía.

La muerte del capo asentado en Jalisco permitió que Guzmán Loera reorganizara la plaza, con presencia de La Familia, del cártel del Golfo y del Milenio: La Resistencia.

De esa manera, la llamada Resistencia (particularmente Sinaloa, ahora con tres líderes, El Chapo, El Mayo y El Azul) tiene frentes abiertos contra Los Zetas, en los estados de México, Tamaulipas, Nuevo León, Zacatecas, Coahuila, Durango, Veracruz, Tabasco, Guerrero y Morelos.

En Chihuahua, Sinaloa y algunos sicarios de sus socios se enfrentan a la sociedad Zetas-Juárez, por el control de la plaza y de manera particular en Ciudad Juárez, donde este año se han reportado más de mil 500 ejecuciones.

En Baja California, la facción que dirige El Mayo Zambada ha disminuido sus enfrentamientos con los integrantes del cártel Arellano Félix, explicaron los entrevistados.

Los funcionarios consultados señalaron que la búsqueda de mercados y zonas de control se ha extendido hacia la ciudad de México y municipios conurbados del estado de México, donde grupos de comerciantes establecidos, particularmente restauranteros y del comercio informal, han denunciado que presuntos integrantes de La Familia han comenzado a cobrar derecho de piso semanalmente a fin de no robarlos o plagiar a sus familiares.