Ha grabado 200 discos con diversos artistas. Es, desde hace dos décadas, el guitarrista de Sting (su viaje es el mío, dice), con quien ha coescrito algunas rolas, como The Shape of my Hear, y con quien ha participado en más de mil conciertos en el mundo.

En solitario, Dominic Miller ha editado siete placas con música que hace con sus amigos, también extraordinarios ejecutantes, con los que comparte la idea de que no hay límites para aprender: Seré aprendiz, estudiante toda mi vida. Esto de la música es un viaje sin fin. Es como si alguien te da un boleto de avión para un lugar que no sabes dónde está, y tú sólo quieres hacer ese viaje sin destino a un lugar del que sabes que nunca volverás. Eso es la locura de los que hacemos música. Los músicos que te digan que han llegado no lo son verdaderamente, por eso trato de aprender siempre y aprender sobre la música de diversas lados.

Influencias

El crisol de música que ha influido a Miller es el mismo que recreará este domingo, en el contexto del Primavera Jazz Festival, a las 20 horas en la Fundación Sebastián, donde estará acompañado de una bandota: Mike Lindup –quien también toca con Level 42– al piano y teclados; Guy Pratt en el bajo –quien se ha presentado con David Gilmour, Pink Floyd, Madonna, Michael Jackson, Roxy Music y Robert Palmer–, así como con Rhani Krija –quien ha acompañado a Sting– en las percusiones.

Miller, especialista de la diversidad, como se autocalifica, realizará “un viaje musical. Todos nosotros hemos tocado con varios artistas de diversos estilos, desde heavy metal hasta música clásica. Por ello, mi espectáculo en México es para disfrutar y celebrar el tipo de música que personalmente me gusta más. Será una noche divertida y muy diversa. Tengo una lira para hacer rock pesado y otra para cosas más íntimas, o música oscura, blues, todo...”

Trabajar con Phil Collins y The Pretenders, a inicios de los años 80, le abrió las puertas a Miller para colaborar con Sting. Con Collins “aprendí el arte de tocar sencillo; lo que es mejor para una pieza, como el éxito Otro día en el paraíso. Cualquiera puede tocarla, pero la cuestión es encontrar los riffs adecuados, simples, que sirvan a la pieza. Creo que por ello me llamó otra vez. Cuando grabas o actúas acompañando a alguien, tienes que conectar con el artista, porque es un proceso íntimo. Complementar su causa; es decir, la canción o el disco entero”.

Miller ha grabado siete placas (First Touch, Second Nature, New Dawn, Shapes, Third World, Fourh Wall, In a Dream y November) hechas con plena solidaridad de sus amigos.

Sus influencias provienen desde The Beatles y The Rolling Stones hasta de géneros como el bossa nova. Comenzó a tocar la guitarra a los ocho años, motivado por su hermana, quien le enseño los primeros acordes de ese ritmo brasileño.

–¿Qué necesita un músico para poder tocar diversos estilos y géneros?

–Una combinación de cosas, pero la más importante es tener los oídos abiertos todo el tiempo. Si eres joven y te gusta sólo el heavy metal está bien, pero nunca trabajarás como músico en otros géneros, o un día despertarás y ya no te gustará el metal. Es importante escuchar mucha música. Mi colección de discos define quién soy. Es como jugar futbol: se tiene que pasar la pelota y estar ahí cuando alguien te la manda. Es como un deporte de equipo.

–Se requiere mucha disciplina para grabar 200 discos

–Es cuestión de entender el trabajo que tienes frente a ti. Tengo la oportunidad de trabajar con gente que tiene canciones muy buenas, y cuando entras a una sesión tienes que entender que esas canciones son lo que reina. Lo que uno hace tiene que servir sólo a la rola, no al artista. Si entiendo ese concepto, funcionará. Me he hecho especialista de la diversidad. Es cuestión de abrir la ventana de la creatividad y dejar entrar a las cosas que se necesitan, no las que se piensa que funcionarán.

–¿Cómo se desprende de la figura, de ese nexo que lo une a Sting?

–Es importante tocar música con peligro. Tengo músicos que entienden mi concepto y pueden bailar alrededor de esa forma. Eso es la gran diferencia de tocar con Sting. Con mi banda tengo más libertad, soy el jefe. Con Sting es fácil actuar porque entiendo el trabajo, su causa, pero cuando estoy con mis amigos y músicos, yo dirijo. Es estar en esa línea fina entre la humildad y la arrogancia.

Dominic Miller se presentará hoy domingo a las 20 horas en la Fundación Sebastián. Patriotismo 304, colonia San Pedro de los Pinos. Mayor información al teléfono 5272-0539