Guadalajara, Jal., 4 de mayo. La presencia de Lady Gaga en Guadalajara fue acompañada de una tormenta –la primera de la temporada en Guadalajara–, lo que mantuvo húmedos a la artista y a los miles de seguidores que llenaron el estadio 3 de Marzo, en Zapopan, durante la segunda parte del espectáculo de su Monster Ball Tour.

Lo que Lady Gaga ha definido como la primera ópera electropop de la historia, abrió con Dance in The Dark, ataviada con un vestido rojo de picos en los hombros, del cual se despojó más tarde para exhibir un leotardo y lentes.

Un símil de automóvil en el escenario, en realidad un piano, fue usado por la cantante en algunas de sus intervenciones, como en Just Dance, aunque la mayor parte del espectáculo fue un incesante baile que se relacionó conectó directamente con las 32 mil personas que se reportó oficialmente acudieron a la presentación.

“Gracias por venir mis pequeños monsters”, dijo en español la Gaga, luego de saludar a la concurrencia con un ¿cómo están? Al fondo del escenario se proyectaban algunos de sus videos.

Más tarde apareció con indumentaria de monja, de blanco, para bailar Love Game; después llegó Telephone, en la que entabló contacto con el público con un performance, que resume su estilo, más allá de lo musical.

Bajo la lluvia a mitad del espectáculo, el concierto continuó vigoroso con cambios de escenario, iluminaciones para crear distintos ambientes y la seguidilla de canciones exitosas como Paparazzi, Alejandro o Pocker face, en las cuales la coreografía peligró ante lo mojado del escenario. Sin embargo, la Gaga y el grupo de bailarines efectuaron sus rutinas sin mayores contratiempos.

Creo en ustedes, dijo a manera de despedida, también en español, luego que el público hizo que volviera para que dejara dos encore más que fueron coreadas y bailadas por la concurrencia. Cientos de fanáticos desde el domingo durmieron fuera del estadio para lograr estar lo más cerca del escenario.