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El inglés ofreció una conferencia-taller en la FIM; promueve una colección didáctica

El trabajo de producción siempre da al músico la oportunidad de mejorar: Parsons

Para algunos el encuentro no cumplió las expectativas, pues sólo dio una muestra parcial de los géneros

Enviado
Periódico La Jornada
Martes 21 de junio de 2011, p. a10

Guadalajara, 20 de junio. Durante la cuarta y última jornada de la Feria Internacional de la Música (FIM) se efectuó el domingo pasado la conferencia-taller del músico y productor inglés Alan Parsons, quien vino a promocionar su colección de devedés didácticos titulada Art & Science of Sound Recording, 10 horas sobre la grabación y producción musical de su autoría en conjunto con Julian Colbeck, quienes tardaron tres años en desarrollar el material, el cual pretende, según Parsons, que los músicos y productores aprendan a escuchar. Es el mejor trabajo que hay en el mercado para aprender edición y grabación de música.

Según Parsons, también ingeniero de sonido, quien trabajó para el disco Dark Side of the Moon, de Pink Floyd, aunque ya existen trabajos previos que ayudan a los músicos a obtener habilidades en la producción y grabación, éste es el determinante, porque lo que presentamos aquí, en esta obra, fue realizar un proyecto más profesional, en el que se conjuntara lo técnico con la experiencia de varias personalidades del ambiente musical.

A partir de la muestra de esta obra, Parsons hizo un recorrido sobre diversos aspectos de la producción musical, en el que logró interactuar con el público asistente.

Parsons comentó sobre antecedentes y vivencias en la grabación musical, desde su propia experiencia y la de otros productores, pasando por cuestiones meramente técnicas, en las que se plantearon temas como la acústica y el uso de consolas y controladores, hasta la posibilidad de llevar a cabo grabaciones simultáneas vía Internet.

Parsons afirmó que en el trabajo de producción musical siempre existe la oportunidad de mejorar las cosas, frente a las fallas que puedan darse en el proceso, por lo que es importante no sólo aprender de los talentos y el carácter de la persona con quien se trabaja, sino también de sus errores.

El peligro de la gratuidad musical

En el encuentro de Profesionales de la Música, en la mesa de discusión Disqueras independientes, el director del sello Histeria Colectiv, Ricardo Bravo, consideró que la música no debe estar disponible de manera gratuita, pues con ello peligra la sobrevivencia de la industria.

Bravo dijo: No creo mucho en la idea de que la música sea gratuita. Meterse a un estudio a dar lo mejor y lograr una grabación es un trabajo que debe tener un beneficio económico para el artista, para que la industria siga funcionando, porque hay otros involucrados que dependen de ese beneficio económico.

Agregó que la subsistencia de los pequeños sellos discográficos e independientes ha sido una carrera de resistencia de la que muchos han salido lastimados, pues aseguró que actualmente existen unos 50 sellos de estas características, pero en la década pasada ha dejado de existir un número igual de pequeñas disqueras, debido, sobre todo, a que no supieron encontrar el nicho específico del público al que deseaban llegar.

Bravo mencionó: “Los que se han quedado no se han desgastado en llegar a un público amplio; han logrado llegar a espacios, y los medios de comunicación donde se difunde su música se han tenido que volver hábiles para hacer mercadotecnia ‘urbana’; incluso generando o asociándose a tiendas, bares o antros donde promover a sus artistas”.

Además también consideró que la crisis ha obligado a estos sellos independientes a volverse más imaginativos, más multidisciplinarios, con la finalidad de ofrecer opciones innovadoras que lleguen al público.

Durante los cuatro días que duró la FIM algunos asistentes consideraron que no cumplió con sus expectativas, básicamente porque se ofreció una muestra parcial de los géneros musicales, privilegiando al rock, donde lejos de ser internacional se quedó en una cosa muy localista y lo más internacional fue la presencia de Alan Parsons.

Otras percepciones más optimistas señalaron que fue un buen intento, pero si se quiere hacer una segunda edición se tendrá que hacer un esfuerzo triple, invertir mayores recursos, dotarla de una visión más amplia y profesional y, lo que es determinante, difusión y cobertura en los medios, principalmente periódicos, que son el filtro de veracidad de la información.

Lo cierto es que a lo largo de estos cuatro días la Feria Internacional de la Música, con una inversión de 9 millones de pesos, tuvo la participación de 68 personalidades en los paneles y conferencias, 32 grupos y artistas en 50 conciertos.

En la parte de mercado la FIM congregó a 35 expositores de computadoras, instrumentos musicales, discográficas, desarrolladores de sotfware y otras empresas de servicio relacionadas con la música.

La asistencia fue de 11 mil personas a las actividades de la FIM, en la Expo Guadalajara, y hasta el cierre de esta edición no había cifra oficial del público que disfrutó de los conciertos.