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Hallan en Magdala conjunto habitacional con ocho cuartos y tres baños de purificación

Lideran mexicanos proyecto de arqueología bíblica en Israel

En una propiedad de los Legionarios de Cristo se encontró, hace un año, una sinagoga del siglo I

Participan profesionistas de la UNAM y de la Universidad Anáhuac del Sur

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Las excavaciones son parte de la segunda temporada que los especialistas realizan a las orillas del mar de GalileaFoto cortesía Marcela Zapata
 
Periódico La Jornada
Domingo 4 de diciembre de 2011, p. 2

Arqueólogos mexicanos, encabezados por Marcela Zapata, descubrieron un conjunto habitacional con 8 cuartos de planta rectangular, tres miqva’ot o baños de purificación, así como vasijas, ánforas, jarras, aceiteras de cerámica y vidrio, lámparas de aceite, algunos fogones y restos de hueso animal durante las excavaciones realizadas en Magdala, a orillas del mar de Galilea, en Israel.

Las excavaciones forman parte de la segunda temporada del Proyecto Arqueológico Magdala, que inició hace más de un año un grupo de especialistas, tras el hallazgo de una sinagoga del siglo I, en un predio propiedad de los Legionarios de Cristo, donde se construye el Centro Magdala que albergará a 200 peregrinos.

En entrevista con La Jornada, Marcela Zapata explicó que los hallazgos brindarán datos sobre la vida cotidiana, los usos y costumbres de los habitantes del pueblo de Magdala, durante su ocupación en el siglo I.

El proyecto de arqueología bíblica, que asesora Linda Manzanilla, del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, representa el primer trabajo liderado por arqueólogos mexicanos en Israel que permitirá comprender la vida de un pueblo del siglo I.

Nos interesa conocer por qué se construyeron esas casas, qué actividades realizaban las personas en cada uno de los cuartos, qué comían, ir más a profundidad. En el ámbito religioso será interesante entender que relación tenía la sinagoga y las personas de la región; saber si había alguna distinción entre etnias; si existieron barrios de judíos y romanos, señaló la arqueóloga Marcela Zapata.

Con estos objetos los arqueólogos mexicanos deducirán los diversos rituales domésticos, así como las actividades religiosas e identificarán las rutas de comercio del pueblo.

La segunda etapa del proyecto finalizó en noviembre con la excavación de mil 652 metros cuadrados distribuidos en cuatro áreas de excavación: dos en el extremo oeste a 55.56 metros al sur de la sinagoga descubierta en 2009 por la Autoridad de Antigüedades de Israel, y dos más al este del terreno, propiedad del Magdala Center, cerca del lago o mar de Galilea.

Marcela Zapata aclaró que para ofrecer una interpretación exacta sobre la vida cotidiana en Magdala es necesario extender las zonas de extracción, conectarlas entre ellas y con la sinagoga.

Los arqueólogos de la Universidad Anáhuac del Sur y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) encontraron en la primera zona de excavación dos edificios divididos por una calle; al sur de la zona se registró un conjunto habitacional con 8 cuartos de planta rectangular apisonado de tierra y cal. Los espacios se conectaban entre sí mediante accesos que permitían la circulación interna.

De acuerdo con la arqueólogo esta área permite entender la parte ritual del pueblo, ya que se registró un patio con piso y escaleras de lajas de basalto per- fectamente bien cortadas y ensambladas, un arco completo, un cuarto con piso de mosaico, otro cuarto y un pasillo con piso de basalto, una cisterna y los dos miqva’ot o baños rituales cuya fuente de agua es un manantial.

“Una de las costumbres –explicó Zapata– de los judíos consistió en que antes de entrar a la sinagoga se bañaban en estos miqva’ot, una especie de piscina que tiene siete escaleras y la tradición marca que al final de ellos hacían una inmersión en el agua tres veces y utilizaban unos vasos con piedra caliza especiales para bañarse.”

Debido a la ubicación de la villa y a los tres baños rituales cerca de la sinagoga, la arqueóloga considera que probablemente en ese lugar vivió uno de los principales encargados de cuidar la sinagoga.

Los materiales como las vasijas, ánforas, jarras, aceiteras, lámparas de aceite, algunos fogones y restos de hueso animal, nos reafirman su uso como áreas de actividad de tipo doméstico, señaló la arqueóloga.

La zona 2, explicó Zapata, también es de tipo doméstico, con 17 cuartos o unidades habitacionales y un pasillo al interior desde el cual se puede circular por ellos. Se trata de un conjunto doméstico de grandes dimensiones, pero aún desconocemos los límites de esta área. Aquí se encontraron gran cantidad de objetos y fragmentos de vidrio y más de 150 monedas.

En la tercera área de excavación se localizaron vasijas, fogones, piedras de molienda y hornos que, de acuerdo con la arqueóloga, podría tratarse de una de las áreas de producción de alimentos ubicada al esta de la villa, mientras que las actividades relacionadas con la pesca se realizaban en el sector oeste, donde se registraron gran cantidad de plomos para redes.

La zona cuatro, que corresponde al puerto de Magdala, aún no se ha terminado de excavar, pero ha sido considerado como el más importante de la región de Galilea, ya que el pescado que sacaban del mar o lago lo salaban y era llevado principalmente a Roma y otras regiones.

El próximo año, el grupo de arqueólogos mexicanos continuará con las excavaciones para conectar la zona habitacional y los tres baños de purificación con la sinagoga.

“Falta encontrar las murallas del pueblo para determinar si la sinagoga está ubicada en la entrada o hacia la salida. En enero de 2012 vamos a excavar 55 metros cuadrados que marcan la diferencia entre los módulos del miqvéh y la sinagoga para realizar una interpretación y saber si al templo iban sólo hombres, qué función tenía el lugar. Todo eso lo conoceremos al extender la excavación.”

Zapata no descarta la existencia de otra sinagoga en el centro del pueblo. Uno de los retos es encontrar otra sinagoga, porque en Magdala vivieron 40 mil judíos y en una sinagoga sólo pueden entrar 100 personas. No tenemos datos precisos, pero de acuerdo con los evangelios Jesús pasó por todas las sinagogas del mar de Galilea y es posible que estuviera en ésta.

Si bien falta mucho por explorar en el predio de tres hectáreas donde se construye el Centro Magdala, durante 16 meses los arqueólogos mexicanos han descubierto aspectos de la vida cotidiana en el siglo I, principal reserva del agua dulce de Israel y lugar de nacimiento de María Magdalena.

En 2009, la Autoridad de Antigüedades de Israel, encontró la sinagoga del siglo I con decoración de pintura al fresco en las paredes y mosaicos en el suelo, así como una piedra esculpida con varios signos, entre los que destaca significativamente una Menoráh –el candelabro de siete brazos del Templo de Jerusalén destruido en el año 70 y símbolo por excelencia de los judíos.

El proyecto Magdala es de gran relevancia para la historia de Israel, porque no existe otro sitio del siglo I en toda Galilea en tan perfecto estado de conservación, y si agregamos el hallazgo de la zona ritual y los tres baños de purificación. Este sitio es único, sin duda un gran descubrimiento, señaló la arqueóloga mexicana.