Plantear la historia más allá de la versión oficial o eurocéntrica, en relación con las temáticas colonial e imperial, es el leitmotiv del artista peruano Fernando Bryce (Lima, 1965), al realizar dibujos en tinta negra que reproducen titulares de diarios, anuncios publicitarios o panfletos políticos.

Así lo explica en entrevista, en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), con motivo de la apertura de su primera gran exposición antológica en América Latina, la cual brinda una oportunidad única de ver reunida la obra de quien se define como parahistoriador, y quien es más conocido en Europa.

Una enciclopedia del siglo XX encriptada en los muros, una conversación de los sucesos sociales con cierto sentido paródico, se concentran en más de un millar de imágenes en contrapunto que se exponen en la muestra Fernando Bryce: dibujando la historia moderna, la cual se inaugura hoy en ese recinto de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Es muy difícil organizar una exposición como ésta, porque su obra está desperdigada por todo el mundo, afirma Natalia Majluf, directora del Museo de Arte de Lima (Mali), desde donde ha viajado la retrospectiva de uno de los artistas contemporáneos que ha hecho un trabajo más sistemático de historia propiamente, y no en alusiones, como generalmente se hace en las artes plásticas.

La guerra mecanizada en todo su dantesco horror y grandiosidad, se lee en un cartel cinematográfico que anuncia Mujeres en la guerra, junto a otra película titulada Huérfanos de Leningrado.

El conjunto comparte espacio con un titular del diario peruano El Comercio, en el que Mussolini anuncia la determinación de Italia de declarar la guerra a los aliados. Y aparece en otra imagen Humphrey Bogart abofeteando a un oficial desleal japonés, invitación a ver en el cine A través del Pacífico: cuando besa hace más daño que cuando golpea.

Se trata del método mimético, como ha titulado Bryce este proceso de sistematización para recuperar imágenes, en el que primero se adentra en los archivos de ciertos periodos históricos en medios impresos, anuncios publicitarios y propaganda política, entre otros. Luego de hacer una selección, Bryce reproduce a mano series de dibujos con la intención de lograr una narración y hacer patente la visualidad de la ideología en la era moderna. Mi labor también tiene un sentido arqueológico, afirma el creador, aunque, aclara, no soy ningún teórico ni historiador en sentido académico; soy un dibujante.

La ambición de esta gran retrospectiva es mostrar el desarrollo del artista, quien reside de manera alterna entre Berlín y Lima, con obra producida entre 1997 y 2011, procedente de colecciones privadas y públicas de Alemania, España, Estados Unidos, Perú y Suiza.

A lo largo de sus series aparece un recorrido por la historia del siglo XX, desde su natal Perú, América Latina, Europa, la ex Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, China, con alusiones a la guerra, el colonialismo, racismo, sionismo, campos de exterminio nazi, fascismo, socialismo, dictaduras y la construcción de ideologías.

Fernando Bryce, en el MUAC, durante la charla con La Jornada Foto María Meléndrez Parada

Llegué al dibujo por descontento con la pintura, respondió Bryce al ser cuestionado sobre el origen de este análisis mimético. El dibujo fue una suerte de liberación y me abrió la posibilidad de abordar temas e intereses que ya tenía.

El encuentro con un documento que me pareció muy sugerente, durante una de las tantas visitas a los archivos de bibliotecas en búsqueda de las posibilidades del dibujo, fue el comienzo de este trabajo de casi dos décadas: un panfleto de propaganda del gobierno de la dictadura del general Benavides, presidente peruano en los años 30 del siglo pasado, titulado The progress of Peru.

Me vino la idea de reproducirlo en tinta; ahí empecé a trabajar a partir de documentos que tienen que ver con representaciones de ideología impresa, comentó. Esta diferencia entre original y copia, con cierto resultado paródico, me interesó y me sugirió un sistema que he ido afinando.

Una de las primeras series fue Atlas Perú, en 2000, donde construye un relato como una red iconográfica que avanza en periodos de la historia de la representación de ese país andino a partir de la visión oficial.

Continuaron más propuestas, como Visión de la pintura occidental (2002), Kolonial Post (2006), Die Welt (2008) y El mundo en llamas (2010-2011), donde Fernando Bryce recupera la imagen de la Segunda Guerra Mundial a partir de diarios europeos y estadunidenses, en contraste con los carteles de las películas que se exhibían en los cines de la capital peruana en el mismo periodo.

Su trabajo se ha expuesto en países de Europa, Estados Unidos y Perú, principalmente. Ha exhibido en la feria Art Basel, en la 53 Bienal de Venecia, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York; la Tate Gallery, en Londres, ha adquirido obras suyas. En 2005, la Fundación Antoni Tàpies, en Barcelona, ofreció una visión antológica, pero la de ahora ha sumado los años más recientes, en los que la propuesta de Bryce ha evolucionado.

La narrativa de Fernando Bryce partió de Perú, luego se abrió a la historia latinoamericana y como en una onda expansiva va abarcando el siglo XX, señala Natalia Majluf, quien se encargó del trabajo de curaduría en el MUAC, junto con Tatiana Cuevas. No sólo cuenta la historia mundial, sino que lo hace desde la perspectiva de un latinoamericano.

La experta consideró que la muestra Fernando Bryce: dibujando la historia moderna, en un contexto universitario, puede ser muy interesante. Si nos detenemos a ver estas series, comenzamos a mirar desde un punto de vista crítico y una reflexión que nos ubica en un lugar distinto.

La retrospectiva que acerca al público mexicano a uno de los artistas peruanos más reconocidos a escala internacional, concluirá el 3 de junio en el MUAC, ubicado en el Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000). Después, se montará en Argentina para que finalmente las obras regresen a sus múltiples dueños.