Sábado 3 de marzo de 2012, p. a16
La llegada a México del álbum RADIOHEAD TKOL RMX 1234567 es una cascada de sorpresas.
Desde su mero inicio atrapa, fascina. Pone a bailar. Y esa es la primera sorpresa: ¿¡bailar con música de Radiohead!?
Los mismísimos signos de admiración e interrogación bailan juntos cuando Caribou da vida nueva a Little by Little, que es la pieza tercera del octavo álbum de Radiohead, titulado The King of Limbs, lanzado hace exactamente un año.
Caribou es el nombre artístico del músico canadiense Daniel Victor Snaith, y también suele firmar, de acuerdo con el proyecto en cuestión, como Daphni, o bien Manitoba.
Lo que hizo con la pieza de Radiohead en la apertura del álbum doble que ahora nos ocupa –por cierto, Caribou será el abridor de los conciertos que ofrecerá Radiohead en México, en abril– da un matiz que a muchos sorprendería: una cara radiante de una música recibida, con apresuramiento, como triste, oscura y hasta deprimente, cuando en realidad se trata de una expresión artística que, ciertamente, camina por el lado de las penumbras, pero eso no la confina a ningún compartimento estanco.
Entre las obras emblemáticas de Radiohead, elijamos la primera, que impactó a las masas: Creep, pieza de la que, por cierto, hoy abjura el grupo, cuyo título define una buena parte de la personalidad de la música de esta fascinante banda británica: creep es raro (de hecho entre los versos siguientes recurren a una expresión semejante: weirdo), diferente, excéntrico, fuera de lo común.
La música de Radiohead es fuera de lo común. Sus escuchas, los expertos en Radiohead, son melómanos críticos, de elevado coeficiente intelectual, muy creativos. El talento se espejea en el talento.
Luego de esa obra maestra que fue el disco séptimo, In Rainbows, cuando apareció, hace 12 meses, The King of Limbs desencantó un tanto a los seguidores de Radiohead. Ahora, RADIOHEAD TKOL RMX 1234567 pone a bailar a propios y extraños.
El track 5 del primero de los dos discos que conforman este álbum colectivo, pues una pléyade de músicos, que algunos llaman DJ’s, se convierten en coautores con Radiohead, es un buen ejemplo de la excelencia que caracteriza a esta banda: su remate encabalga una cita, involuntaria o explícita, de esa piedra de toque del minimalismo: En Do, de Terry Riley, de la misma manera que hay influencias de Stockhausen, Varese, Messiaen y mucha música fundacional del siglo XX.
El conjunto de estos tres discos ofrece, en suma, el paisaje completo de una apuesta musical que destaca entre lo más interesante que se está haciendo hoy día en el vasto horizonte de lo contemporáneo: un universo en expansión.
