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En nueve horas se juntaron 700 juguetes y 400 cobijas en el MNCP

Arman maratón artístico para ayudar a niños de Guerrero

Regina Orozco, Patita de Perro y Mario Iván Martínez, entre los participantes de la colecta para afectados por los ciclones Ingrid y Manuel

Foto
Mario Iván Martínez hizo de ventrílocuoFoto cortesía del MNCP
 
Periódico La Jornada
Martes 17 de diciembre de 2013, p. a10

Durante nueve horas del pasado domingo, el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP) de Coyoacán fue escenario de una fiesta con espíritu navideño dedicada a los niños, quienes acompañados por sus papás, tíos o abuelos escucharon cuentos, fábulas, rock y hasta cumbia arrabalera.

Se trató del maratón De 12 a 8, realizado para recabar juguetes, cobijas y ropa que serán llevados el próximo 18 de diciembre a varias comunidades de Guerrero afectadas por los pasados fenómenos meteorológicos Ingrid y Manuel, cuyas necesidades continúan.

Tras la larga jornada se reunieron 700 juguetes, 400 cobijas y dos costales de ropa de invierno. Esto, más otras cosas que se reunieron en dos maratones anteriores, será entregado a los habitantes guerrerenses, especialmente a los niños.

A las 12 horas cientos de visitantes al MNCP recorrían la expo-venta de artesanías de primera línea, mientras otros se acercaban al escenario montado en el Patio Jacarandas, donde se efectuaría el maratón artístico para y en pro de los niños.

Rubén Corbett inició la diversión con Cuentos de irás y sí volverás. Los chavitos se conectaron de inmediato y escucharon atentos la historia. A Corbett lo acompañó Armando Trejo, del Foro Internacional de Narración Oral. Contaron cuentos del escritor mexicano Francisco de la Lama, como Clorinda, la hormiguita linda, personaje que vivía en Europa, pero que estaba encantada de visitar el Caribe.

La propuesta teatral de Cabaret Misterio, a cargo de Andrés Carreño, la describió la actriz Alejandra Ley como un espectáculo singular por su temática, ya que se trató de dos vampiros vegetarianos.

Carreño dijo en entrevista que esta obra trata sobre el acoso que sufren los pequeños que son distintos. “Me preocupo porque el mensaje sea claro.Cuento una historia, con un propósito y eso ayuda, siempre con un montón de humor. Aquí sólo vieron un extracto, pero logramos que los niños se conectaran”.

Carreño se ganó la beca de México en escena, del Centro Nacional de las Artes. Armamos un festival de teatro para niños para itinerar por lugares con pocos recursos. Este maratón me parece interesante desde el punto de vista del intercambio. Vengo a hacer lo que sé: divertir a la gente, para que ésta done algo, lo cual es positivo, dado que en el país hay cosas terribles. Es muy sencillo: yo vengo, te canto y tú traes una cobija. Aparte de cabaret estoy metido en el activismo, porque veo un sector de la población muy dormido, ensimismado.

En el escenario, La Megabizcocho Regina Orozco y Rodrigo Murray fungían como maestros de ceremonias. Por momentos, a La Mega le costaba trabajo dejar atrás su faceta cabaretera y le salían chistes rojos que provocaban que las mamás le pidieran que mejor cantara.

La cantante Adriana Lebrija interpretó temas en idiomas de grupos indígenas, como tzotzil, tzeltal, chol, náhuatl y en español. Es muchilingüe.

Sobrevino uno de los actos más aplaudidos, de la compañía Creando Ángeles, con su danza aérea en telas y con aros. Rogelio Cabral y amigos presentaron Cuentos de Navidad y El baile del sapo. Recomendaron a los niños protestar, no quedarse callados, para que no les vuelvan a subir el Metro. Sara Rojo cantó Carabina 30-30.

Subió entonces Mario Iván Martínez con un fragmento de Cuento de Navidad, donde la hizo de ventrílocuo e hizo hablar hasta a Dios, por medio de un reportero que ya había entrevistado a todos, menos al ser divino.

Pin Pon, heavy

Seguía Patita de Perro, pero andaban por Zaragoza, provenientes de Puebla, por lo que La Megabizcocho tuvo que echarse un palomazo. Cantó Bésame mucho ante las miradas asiduas del personal masculino. Interpretó La bruja, el tema jarocho, pero en un momento se le olvidó la letra. Otra peccata minuta.

Llegaron los Pata y los niños se sentaron en primera fila. Prendieron con su versión heavy de Pin Pon. Enseñaron a hacer con la mano la señal universal del rock. Las mamás entraron al quite. Subió el ánimo con Pipí popó caca, que hubiera tocado Metálicaca. Un reven con El rap de Santa Claus.

Se oía a lo lejos la procesión, al frente de la cual iba Alejandra Frausto, directora general de Culturas Populares, instancia organizadora del maratón. En la puerta del MNCA se oyó la letanía y se dio paso a un Nacimiento viviente, que llegó hasta el escenario en medio de un tamborazo. Era la Banda Mixe. Vino el momento esperado por los chilpayatitos, que rompieron unas piñatas.

A las nueve de la noche comenzó el bailongo a ritmo de arrabaleras de una émula de la Sonora Dinamita. Y fue el tercer maratón; aún faltan ocho.