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El objetivo es aportar el conocimiento para desarrollar un fármaco, dice Norma Bobadilla

Hallan en la UNAM método para prevenir la lesión renal aguda

El equipo del Instituto de Investigaciones Biomédicas trabaja con dos proteínas que cuando se sobrexpresan protegen al riñón de una isquemia

El mal es ya un problema de salud pública

 
Periódico La Jornada
Miércoles 18 de diciembre de 2013, p. 2

Gracias al trabajo de varios años, científicos del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), encontraron una manera de prevenir la lesión renal aguda (LRA).

Esa enfermedad se ha convertido en un problema de salud pública en México, ya que entre cinco y 10 por ciento de las personas internadas en algún hospital lo padecen. Además, entre 40 y 60 por ciento de los pacientes que se encuentran en terapia intensiva en el país lo presentan, y de ellos 50 por ciento muere por la asociación a un evento de ese mal.

Norma Bobadilla Sandoval, científica del IIBm y líder del proyecto de investigación sobre la lesión renal aguda, explicó que la investigación se desarrolla con ratas de laboratorio para conseguir resultados que posteriormente puedan transferirse a la industria farmacéutica y así se pueda desarrollar una medicina que evite el padecimiento.

La investigadora detalló que en las células de todo organismo hay dos proteínas: la HCP 90 alfa y la HCP 90 beta, las cuales cuando se someten a frío o calor se sobrexpresan para proteger a las células.

Vasodilatador

Se sabe que esas proteínas se asocian con muchas otras dentro de la célula, pero particularmente lo hacen con una sintasa que se conoce como óxido nítrico endotelial, que produce óxido nítrico, el cual favorece la vasodilatación, regula la presión sanguínea y el tono vascular del organismo.

Las proteínas HCP 90 alfa y beta son claves en el proyecto de la doctora Bobadilla Sandoval, investigación por la que recibió el Premio Canifarma 2013. Lo que se hizo en su laboratorio fue motivar la presencia de esas moléculas –que no se encuentran en un riñón dañado– para proteger a las ratas de la lesión renal aguda a partir de la producción de óxido nítrico.

Para ello, primero se transfecta (introducir material genético externo en las células) a las ratas de laboratorio con estas proteínas y posteriormente se les induce la isquemia que causa la lesión renal. “Lo que encontramos es que tanto la transfección con HCP90 alfa como con HCP90 beta protegió por completo a los animales del daño por isquemia reperfusión.

La doctora Bobadilla explicó que cuando se trató de comprender los mecanismos de renoprotección, su equipo de investigación se dio cuenta de que cuando se produce el daño al riñón la interacción entre estas proteínas y la sintasa de óxido nítrico se pierde, generando una reducción en la producción de ese elemento y a la larga la isquemia.

Sin embargo, cuando se aplica el proceso de transfección de los universitarios se logra restablecer la interacción entre ambas proteínas, incrementando así la producción de ese gas y evitando el daño que provoca la LRA.

Es un detonante que podría evitar la afección. Lo que proponemos, aunque esto sigue en vías de investigación, es que cualquier fármaco que pueda restablecer la asociación de ambas proteínas tendrá un efecto benéfico contra el daño por isquemia reperfusión. Esto es algo que se puede comenzar a trabajar para el desarrollo de nuevos medicamentos que permitan la sobrexpresión de HCP90 alfa o beta y se permita la interacción con la de óxido nítrico.

Deshidratación severa, hemorragia e hipertensión

La académica universitaria explicó que los riñones se dañan por varias causas: deshidratación severa, hemorragias, trasplante renal, cirugía cardiovascular de alto riesgo, hipertensión, diabetes, fármacos nefrotóxicos, medios de contraste. Todo ello puede llevar a las personas a una lesión renal aguda.

Cuando se presenta este padecimiento, agregó, llega menos oxígeno a las células renales ocasionando que las nefronas (unidad estructural del riñón) se desprendan de los espacios que les corresponden y mueran. Y esto a su vez puede conducir a enfermedad renal crónica.

Uno de los siguientes pasos del equipo de investigación de Bobadilla Sandoval es encontrar los mecanismos mediante los cuales un episodio de LRA puede llevar al desarrollo de enfermedad renal crónica con la finalidad de generar diferentes estrategias farmacológicas para prevenir.

Toda esta investigación básica o experimental que estamos llevando a cabo tiene el fin de iniciar una investigación traslacional, que es llevar este conocimiento experimental ya al uso en humanos, una vez que se demuestre que es seguro y tengamos una estrategia protectora, finalizó.