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Relevo en Cuba
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El presidente Raúl Castro, nombró como nuevo ministro de Economía y Planificación al vicepresidente Marino Murillo (en imagen de archivo), considerado el artífice de las reformas emprendidas en la isla para modernizar la economía socialista, informó la televisión estatal. Murillo, de 53 años, es vicepresidente del Consejo de Ministros de Cuba y miembro del Buró Político del Partido Comunista de 14 miembrosFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Sábado 27 de septiembre de 2014, p. 20

La Habana, 26 de septiembre.

El presidente cubano, Raúl Castro, promovió como nuevo ministro de Economía y Planificación al vicepresidente Marino Murillo, considerado el artífice de las reformas emprendidas en la isla para modernizar la economía socialista, informó la televisión estatal.

El presidente Raúl Castro recurrió así a su más cercano asesor económico, Marino Murillo, entregándole más autoridad para avanzar en algunas de sus reformas más ambiciosas al sistema socialista, en momentos en que la economía cubana sigue alicaída.

Castro agregó a los cargos de Murillo el de ministro de Economía y Planificación, que ya había ocupado antes.

Murillo, de 53 años, era ya uno de los vicepresidentes del Consejo de Ministros de Cuba y miembro del poderoso Buró Político del Partido Comunista de 14 miembros. Además es el jefe de la comisión de implementación de las reformas, encargada de llevar adelante medidas orientadas al mercado en la isla.

El ministro saliente, Adel Yzquierdo, de 69 años, fue descendido a primer viceministro de Economía, pero conserva su cargo en el Buró Político.

En el anuncio oficial del jueves por la noche se dijo que el plan de reforma "se adentra en las cuestiones más complejas y profundas". También se señaló que es "necesario armonizar e integrar a un nivel superior el proceso de actualización del modelo económico".

El doble desafío de la restructuración de la economía y fomentar su crecimiento caen de lleno sobre Murillo, el arquitecto de las reformas impulsadas por Raúl Castro.

Desde que remplazó en la presidencia de la isla a su enfermo hermano Fidel Castro en 2008, Raúl Castro ha impulsado reformas a la economía cubana, que incluyen entre otras la apertura a cooperativas de la agricultura, reducir la planilla estatal y permitir el empleo por cuenta propia de contratistas y pequeños negocios.

En 2011, el Partido Comunista trazó más 300 reformas para ser implementadas antes de 2016. Hasta ahora unas 250 medidas han sido implementadas, pero economistas dicen que el ritmo ha sido demasiado lento y superficial y que la economía de Cuba se ha retrasado.

Cuba reportó un crecimiento de sólo 0.6 por ciento en el primer semestre de este año y revisó a la baja su previsión de crecimiento para todo el año a 1.4 por ciento desde el 2.2 por ciento previsto con antelación.

"Si usted quiere más reformas o menos reformas, el crecimiento económico es imprescindible en estos momentos. Las reformas no pueden realmente progresar a menos que la economía crezca mucho más rápido", dijo Paolo Spadoni, autor del libro La Economía Socialista Cubana Hoy y profesor asistente de ciencias políticas en la Universidad de Augusta en Georgia.

Cuba informó recientemente de importaciones récord de 14 mil 700 millones de dólares en 2013, en un momento en que el país estaba expresamente interesado en la sustitución de importaciones con producción local.

Murillo asume el cargo cuando algunas de las reformas más ambiciosas y complicadas están por implementarse.

"Murillo ha diseñado bien los cambios. Lo que toca es la implementación. Parece que están dando más prioridad a la implementación", dijo el economista Pavel Vidal, un cubano que es profesor de economía en la Pontificia Universidad Javeriana en Cali en Colombia. "Él puede manejar mas eficazmente esta transición financiera."

Dos iniciativas importantes este año para atraer la inversión extranjera no han dado resultados en cuanto a contratos firmados. La isla tiene por delante lograr la unificación monetaria, después de años en que han circulado dos monedas: un peso cubano local y uno "convertible" que es equivalente al dólar estadunidense.

También está pendiente una restructuración de las industrias estatales más grandes, como el azúcar, las manufacturas y el turismo. Esas son enormes tareas para un gobierno comunista que a menudo ha demostrado ser reacio a los cambios.

"Poner a Murillo al frente de ese ministerio puede significar también la comprensión de que es necesario aumentar el control actual del Partido sobre el aparato burocrático que concreta la aplicación de las directrices económicas en los niveles intermedios y bajos", dijo Pedro Campos, diplomático cubano retirado y analista político.

"(Murillo) es uno de los que ha dicho que es necesario liberar las fuerzas productivas. Y quien maneja esos términos con algún conocimiento de la economía política, sabe que en el mercado es donde están los nudos principales que atan esas fuerzas", agregó.