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Resistencia Magisterial
Operativo deja seis muertos en oaxaca

Además, tras los enfrentamientos el saldo fue de 94 heridos y 21 detenidos

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Evidente, el gran despliegue policiaco, tanto material como humano, en el operativo contra los maestros en OaxacaFoto Jorge Pérez Alfonso y Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 20 de junio de 2016, p. 2

Oaxaca, Oax.

Maestro, aguanta, el pueblo se levanta, fue el grito que se escuchó repetidamente en Asunción Nochixtlán, San Pablo Huitzo y en la capital del estado, donde pobladores de varias localidades acudieron al llamado de auxilio de los profesores de la sección 22 de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), grito de socorro que ni los disparos efectuados por elementos policiacos pudieron acallar.

Desde temprana hora, policías estatales y federales se dirigieron a Asunción Nochixtlán, municipio ubicado a una hora de la ciudad de Oaxaca, con el objetivo de desalojar el bloqueo que los profesores mantenían en la autopista Oaxaca-México, pero los manifestantes se retiraron, lo que desconcertó a los uniformados.

Minutos después los maestros regresaron, y alrededor de las 10:30 horas comenzó una refriega, en la que hubo disparos de arma de fuego de manera intermitente y en la que los docentes lograron replegar hasta en tres ocasiones a los agentes. El enfrentamiento se prolongó hasta después de las 15 horas.

Los gendarmes se parapetaron en una vulcanizadora para accionar sus pistolas y rifles de asalto; aunque cayeron heridas varias personas, los docentes y pobladores que los apoyaban no cedieron un ápice de terreno a los uniformados.

Los gendarmes se mantuvieron formando una línea en el acceso principal de Nochixtlán portando escudos antimotín. Mandos policiacos aseguraron que profesores y padres de familia les estaban disparando con rifles de asalto AK-47.

Por su parte, los mentores y sus simpatizantes denunciaron la existencia de un grupo de infiltrados, quienes habrían disparado. Un taxista que se sumó a la resistencia de los maestros aseguró: Si nosotros les dispararamos, ¿creen que mantendrían formada a su gente con simples escudos? ¿De verdad expondrían a sus elementos a que les disparáramos y sólo se protegieran con escudos?.

La refriega, en la que fueron quemados varias vehículos, tanto de pasajeros como de empresas o particulares, se prolongó hasta después de las 15 horas, cuando los pobladores lograron hacer retroceder a los uniformados, quienes optaron por retirarse hacia la capital del estado y fue declarada la victoria al impedir el ingreso de la policía.

Durante un recorrido por el centro de Nochixtlán se constató la atención médica que recibían los heridos de parte de cuerpos de rescate independientes, así como médicos de la comunidad y estudiantes, quienes prestaron sus servicios.

También se pudo observar a personas que repartían agua y refrescos entre los manifestantes, compresas con vinagre para quienes sufrían los efectos del gas lacrimógeno, además de gente en busca de sus familiares.

Mientras esto ocurría, otro convoy de la Policía Federal (PF) pretendía avanzar por la autopista Oaxaca-México, a la altura de San Pablo Huitzo, con la finalidad de llegar a Nochixtlán para ayudar a sus compañeros.

Sin embargo, no contaban con que habitantes de la ciudad de Oaxaca alertaron a los profesores de la intención de los uniformados, por lo que pobladores de Huitzo y Telixtlahuaca levantaron una barricada en el lugar, y un nuevo enfrentamiento se produjo en este sitio.

Solamente con el uso de uno de los helicópteros de la Policía Federal fue que lograron dispersar por un corto lapso a los manifestantes; el tiempo fue suficiente para que policías provenientes de Nochixtlán se les unieran y retornaran juntos a la capital del estado para intentar un tercer desalojo. Tras retirarse los agentes, los maestros tomaron nuevamente la autopista Oaxaca-México.

Cerca de las 17 horas los policías federales y estatales comenzaron a avanzar hacia la carretera federal 190 Oaxaca-México con la intención de retirar las barricadas; profesores y padres de familia resistieron los embates de los agentes, que lanzaron decenas de cartuchos de gas lacrimógeno. Dos helicópteros de la PF sobrevolaban la zona. En respuesta, los mentores quemaron algunas unidades retenidas y se defendieron con el uso de cohetones, arma que también fue utilizada por los uniformados.

Un grupo de encapuchados prendió fuego a las instalaciones de la delegación estatal de Caminos y Puentes Federales de Ingresos y Servicios Conexos (Capufe), ademas de que a su paso fueron instalando barricadas para impedir el avance de los elementos policiacos.

En tanto, los uniformados fueron destrozando los cristales de los vehículos que se encontraban estacionados sobre la carretera federal 190 y realizaron dos detenciones.

Los federales lograron replegar a los manifestantes hasta el crucero de Viguera; sin embargo, a partir de ahí tomaron otro camino para avanzar hacia el centro de la capital, lo que permitió que quedaran instaladas por lo menos una decena de barricadas en la zona de la agencia municipal de Pueblo Nuevo, sobre la carretera federal 190.

Esto ya superó lo de 2006, aseguró un policía estatal, quien comentó que la violencia se vio rebasada ayer, ya que el saldo fue de seis muertos, 94 heridos y 21 detenidos, en un solo día de la administración de Gabino Cué, quien el primero de diciembre de 2010, cuando tomó posesión, aseguró que nunca más la fuerza pública se utilizaría contra el pueblo de Oaxaca.

Asesinan a reportero

Elidio Ramos Zárate, reportero del diario regional El Sur, que se edita en la región del Istmo de Tehuantepec, fue ejecutado a balazos la tarde de ayer en el crucero de la ciudad de Juchitán, junto con otra persona; una tercera resultó herida.

El periodista, que cubría la fuente policiaca, recibió disparos en la cabeza que de inmediato ocasionaron su muerte, mientras que la otra persona falleció cuando la trasladaban al Hospital Civil de Juchitán.

Los comunicadores del Istmo de Tehuantepec, a través de las redes sociales, condenaron el crimen y exigieron a las autoridades esclarecer los hechos.