Política
Ver día anteriorMiércoles 29 de junio de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Caro Quintero sigue de narco: autoridades
 
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de junio de 2016, p. 19

A sus casi 64 años de edad, Rafael Caro Quintero encabeza de nueva cuenta una organización delictiva dedicada al trasiego de drogas a Estados Unidos y su centro de operaciones se localiza en Sonora, revelaron funcionarios del gabinete de seguridad nacional.

Dichas fuentes dijeron que sicarios que hasta hace tres años eran fieles al cártel de Sinaloa y operaban con el grupo de Los pelones se han aliado a Caro. “Sus viejos operadores y traficantes bajo las órdenes de Francisco Javier Hernández García, El 2000, se pasaron con Caro luego de que su líder fue detenido en febrero pasado”, refirieron los entrevistados.

Caro ha agregado a sus filas a integrantes de Los Pelones y de Los Güeros. Ambos grupos fueron creados por los hermanos Alfredo, Arturo, Carlos y Héctor Beltrán Leyva para las operaciones del cártel de Sinaloa bajo las órdenes de Joaquín El Chapo Guzmán y de Ismael El Mayo Zambada. Los Pelones operaban en Sinaloa y Guerrero, y Los Güeros en Sonora.

Ambos grupos de sicarios abandonaron el cártel de Sinaloa tras lo que se supone una traición de El Chapo Guzmán y que desembocó en la captura de El Mochomo, Alfredo Beltrán Leyva, en 2008, en Sinaloa.

El cártel Beltrán Leyva llegó a ser una de las principales bandas de narcotraficantes en México; tras la detención de sus principales líderes (Héctor y Carlos) o abatidos (Arturo), el grupo se dividió.

Tras la separación de los grupos de los Beltrán Leyva, algunos sicarios que operaban en Sinaloa y Sonora se han sumado a las fuerzas de Caro, uno de los fundadores del cártel de Guadalajara, junto con Ernesto Fonseca Carrillo y Miguel Ángel Félix Gallardo.

Renovado

Caro recupera el liderazgo de una banda delictiva luego de 28 años preso –de los 40 a los que se le condenó– y tras cumplir sentencias condenatorias por delitos contra la salud y principalmente por los homicidios del agente de la DEA Enrique Camarena y del piloto aviador Alfredo Zavala, en febrero de 1985, en Guadalajara.

Autoridades estadunidenses han aportado información a sus pares mexicanas que ligan al menos a 13 empresas y más de 30 personas como su estructura financiera y de lavado de dinero. El Departamento del Tesoro ha identificado entre ellos a los hermanos José Sánchez González, Fernando Sánchez González y Javier Sánchez González, quienes poseen seis empresas constructoras –según las fuentes–, así como dos empresas de bienes raíces con operaciones en la zona metropolitana de Guadalajara, restaurantes y agencias de viajes.