Sociedad y Justicia
Ver día anteriorViernes 9 de septiembre de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

No tocan la vida interior y el dominio de las pasiones

Critica la CEM educación sexual en los libros de texto

Se reduce a señalar el riesgo de enfermedades y embarazos

 
Periódico La Jornada
Viernes 9 de septiembre de 2016, p. 41

La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) subrayó que no se debe olvidar que los primeros responsables según el derecho positivo y el derecho natural de la educación de sus hijos son los padres y criticó los temas sexuales presentes en los libros de texto de cuarto, quinto y sexto de primaria de Ciencias Naturales y de Formación Cívica y Ética, así como el libro Para las Familias, de prescolar.

Los cardenales José Francisco Robles Ortega, presidente de la CEM, y Alberto Suárez Inda, responsable de la Dimensión de Pastoral Educativa, así como Alfonso Miranda Guardiola, secretario general del organismo episcopal, remarcaron que educar es acompañar y promover al ser humano: destinatario y al mismo tiempo actor de toda acción educativa.

Es un escrito, exponen que en los libros de texto se presenta una información sexual orientada a aspectos meramente anatómicos y fisiológicos, dejando a un lado lo que compete a la vida interior, el respeto por la propia persona, el proyecto de vida, la madurez, la comunicación de la interioridad y las distintas dimensiones del amor humano que se expresa en la vida sexual.

La CEM añade que los marcos teóricos de los libros de texto, más que manifestar la grandeza humana de la relación sexual, se reducen a señalar los riesgos de las enfermedades de transmisión sexual y el embarazo adolescente y no señalan aspectos básicos sobre la voluntad, el dominio de las pasiones, la responsabilidad para amar, así como la básica característica del amor humano que implica vencer el egoísmo para participar en el don de la vida, compartirla, cuidarla y custodiarla.

Asimismo, indican que en éstos sobresale una concepción biologicista del ser humano, es decir reducen a la persona a su marco meramente biológico y se deja de lado su vida interior, razón, voluntad y enorme capacidad afectiva, entre otros aspectos que conforman la vida espiritual. Advierte que paradójicamente, en los libros de texto no hay pregunta alguna que pudiera llevar a descubrir la naturaleza y finalidad de la sexualidad, que no se reduce al ejercicio de las relaciones sexuales.