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El presidente padece desorden de ansiedad, señalan medios

Imposible negociar con Estados Unidos en las circunstancias actuales, dice China
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Pekín no quiere una guerra comercial, pero tampoco tiene miedo de entrar a una, aseveró ayer el Ministerio de Comercio chino (imagen)Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Martes 10 de abril de 2018, p. 20

Boao, Pekín.

China intensificó ayer sus ataques contra el gobierno de Donald Trump por la amenaza de imponer aranceles de miles de millones de dólares. Culpó a Estados Unidos de las fricciones y subrayó que es imposible negociar en las circunstancias actuales.

Los comentarios se producen después de que Trump expresó el domingo que China eliminará sus barreras comerciales y externó su optimismo por que ambas partes resuelvan el problema mediante conversaciones.

Analistas y medios estatales chinos minimizaron el impacto de las medidas comerciales estadunidenses sobre la segunda mayor economía mundial y calificaron la postura del gobierno de Trump de desorden de ansiedad.

Bajo las circunstancias actuales, ambas partes no pueden hablar de esos asuntos, aseveró el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Geng Shuang, en conferencia de prensa.

Estados Unidos blande con una mano la amenaza de sanciones y al mismo tiempo dice que está dispuesto a hablar. No estoy seguro de a qué intereses responde, declaró Geng. Las fricciones comerciales fueron totalmente una provocación de Estados Unidos, agregó.

El viceministro de Comercio chino, Qian Keming, dijo en el Foro para Asia de Boao, en la provincia sureña de Hainan, que Pekín no quiere una guerra comercial, pero que no tiene miedo de entrar a una.

En el mismo foro, el ex ministro de Comercio chino, Chen Deming, declaró que la cadena de valor global será dañada gravemente si Estados Unidos insiste en un enfoque unilateral para abordar la disputa. Ese enfoque unilateral será un paso atrás para la globalización y causará resultados insoportables, añadió.

El propuesto incremento a los aranceles a importaciones de China, por 50 mil millones de dólares, socavará no sólo los intereses de las empresas chinas, sino también los de otras naciones en la cadena de valor global, afirmó.

Una práctica común es que partes de un producto sean fabricadas en diversos países y luego ensambladas en otras zonas. Más de 60 por ciento de las transacciones comerciales globales se llevan a cabo mediante transferencias entre empresas dentro de las compañías multinacionales, explicó.