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Recital de Natalia Toledo: musicalidad y belleza de la lengua zapoteca

Participó en la lectura de poesía La invención del amor; ‘‘tenemos raíces en las nubes’’, dijo la autora juchiteca

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▲ La poeta Natalia Toledo, ayer, durante el recital que ofreció con motivo del Año Internacional de las Lenguas Indígenas.Foto Alondra Flores
 
Periódico La Jornada
Sábado 16 de febrero de 2019, p. 3

La poeta Natalia Toledo habla nube. Así explicó ella, durante la lectura de poesía La invención del amor, que se organizó con motivo del Año Internacional de las Lenguas Indígenas. ‘‘Busco en las nubes remotas la escritura de los antepasados”, pronunció en zapoteco, luego en castellano, ‘‘tenemos raíces en las nubes, pero ellas son fieles al viento”, al referirse a su pueblo en Oaxaca, ben’zaa, que significa ‘‘gente de las nubes”.

‘‘Es una lengua muy poética la zapoteca, cuando hablamos estamos dibujando. Tengo la teoría que por eso existen tantos pintores y artistas en el Istmo, porque cuando hablamos vemos las imágenes, nunca decimos las cosas por sus nombre. Eso habla de algo primitivo. Y la musicalidad del zapoteco, que es una lengua tonal, es muy bella.”

La escritora nacida en Juchitán retomó páginas de su poemario bilingüe El dorso del cangrejo, publicado por el sello Almadía en 2016. Recitó: ‘‘Quiérete como se quiere al sol y a la lluvia, quiérete como se quiere a la poesía recién hecha. No esperes de nadie. Todo lo que puedes querer y apreciar de esta tierra, está dentro de ti.”

Desgranaba la palabra, la mirada sobre la página y explicó un poco de su quehacer literario. ‘‘No sé si lo sabían, pero las mujeres del Istmo somos muy léperas, así lo decía mi amigo Andrés Henestrosa. Pero es una cuestión cultural, porque crecimos con mucha libertad, con la sexualidad muy abierta (bueno, no tanto). No hay palabras buenas y malas; las palabras existen para nombrar absolutamente todo lo que hemos querido los seres humanos”.

Y leyó, dedicado a todas las mujeres, La flor de las niñas II: ‘‘Agujero chico, agujero grande. ¿En dónde tenemos el hoyo más rico? El cuerpo responde: bajo el ombligo”. Que despertó la risa espontánea de los oyentes.

‘‘Yo nunca celebro esta fecha”, añadió la poeta, sin embargo su madre siempre le hacía un regalo cada 14 de febrero. Ya ausente de este mundo, el regalo llegó de parte de su padre, Francisco Toledo: una fotografía que le dio para intervenir hace unos 10 años.

Tal vez, imaginó Natalia Toledo, mi madre le dijo al oído ‘‘regálale algo”, relató la tarde del jueves, sentada cerca de las canastas de mimbre y los espejos con marco madera, en la tienda del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart), en la colonia Nonoalco. Las 40 sillas de madera y mimbre, como las del pueblo de la abuela, fueron insuficientes; los asistentes se extendieron de pie hasta el fondo, junto a los los rebozos y huipiles.

Fue un día de ajetreo, que comenzó desde temprano la también subsecretaria de Diversidad Cultural de la Secretaría de Cultura federal, quien inauguró el maratón de poesía Por un mundo sin muros, en el centro cultural El Rule. Entre las noticias recientes se anunció que Natalia Toledo ya había presentado su declaración patrimonial.

Al respecto, la poeta explicó: ‘‘Lo que pasó es que mi nombre de pila es Natalia López de Paz. Yo sabía que para trabajar en la presente administración había un término para poder hacer tu declaración, todos teníamos la obligación. Y lo hice en tiempo y forma.” Añadió: ‘‘No tengo nada qué esconder. Vengo de una familia que trabaja mucho. La constelación de mujeres que me antecede trabajó mucho, no tenemos tanto, pero sí algo de patrimonio. Soy transparente y es público.”

Una hora más tarde, tras una pausa musical a ritmo de son huasteco interpretado por el trío Noxtli, el poeta mazateco Juan Gregorio Regino tomó la palabra para leer algunos versos de su autoría.

El director del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) dedicó palabras de amor y pasión. ‘‘En la poesía mazateca estos temas todavía podemos decir que son un tabú; expresar estos sentimientos tan profundos es como una forma de soltar el espíritu, en mi cultura no estamos acostumbrados a ser abiertos a esas expresiones”, contó al ir subiendo de tono en un sutil erotismo.