Pekín. China y Estados Unidos cruzaron críticas al cumplirse el 30 aniversario de la represión en la plaza Tiananmen, cuya conmemoración estuvo marcada por un fuerte operativo de seguridad, detenciones de activistas y censura en Internet.

La cancillería china criticó las declaraciones que formuló el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien antier en un comunicado rindió homenaje a los héroes del pueblo chino que se rebelaron valientemente hace 30 años para exigir sus derechos.

El vocero de la cancillería china, Gengh Shuang, respondió: esos desvaríos y ese balbuceo sin sentido terminarán en el basurero de la historia.

Al final de la jornada, las declaraciones oficiales chinas ante la prensa extranjera no se habían filtrado aún en los medios chinos, que siguen sin refererirse a Tiananmen. Como sucede cada año, en vísperas del 4 de junio, la policía detuvo o alejó a los militantes de la causa de los derechos humanos y a las familias de las víctimas de la represión durante las masivas manifestaciones entre abril y junio de 1989.

La Unión Europea (UE) pidió la liberación inmediata de los defensores de los derechos humanos y de los abogados condenados por los acontecimientos de Tiananmen.

La encargada de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, lamentó el silencio de las autoridades chinas sobre dichos acontecimientos y la falta de información sobre el número exacto de muertos y detenidos el 4 de junio. Estimaciones periodísticas calculan que hubo mil fallecidos.

En Hong Kong decenas de miles de personas se reunieron para recordar a las víctimas de Tiananmen con una ceremonia de encendido de velas que se organiza cada año.

Taiwán, a su vez, afirmó que China debe arrepentirse sinceramente por la sangrienta represión hace tres décadas contra los manifestantes pro democracia de la plaza Tiananmen y sus alrededores, mientras un periódico chino publicó que nadie en el país está interesado en quedarse en el pasado.