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AMLO recibirá al campeón mexicano

Victoria de Ruiz trasciende al boxeo, enseña cómo hacer frente a las dificultades: Robles

Es inspirador, porque es más fácil reconocernos en ese muchacho mexicano y gordito que en el superatleta de Joshua, afirma

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Andy aprendió a no ser susceptible a las burlas, y cuando nadie más cree en sus capacidades, no le queda más que la confianza en sí mismo, dice el entrenador Manny Robles.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Jueves 6 de junio de 2019, p. a10

Hay una pedagogía en la victoria de Andy Ruiz que se contagia y emociona. Un boxeador regordete que sólo recibía burlas, mexicano en Estados Unidos, ante un rival esculpido en roca, Anthony Joshua, campeón de peso completo en tres organismos, una representación musculosa del éxito. La reacción común al verlos juntos era de asombro por el contraste. Un hombre mofletudo y risueño junto a un Hércules británico.

Por eso la victoria por nocaut técnico ante un campeón cotizado, que se maduraba para enfrentar a otra estrella como Deontay Wilder, sacudió primero al mundo del boxeo, pero las ondas expansivas van más lejos. En eso hay una enseñanza, explica Manuel Manny Robles, entrenador que nació en Guadalajara y a los seis años migró a Estados Unidos. Es el hombre detrás de esta épica del cuadrilátero.

“La mayoría de la gente en el mundo somos más parecidos a Andy que al musculoso Anthony Joshua “, cuenta desde su gimnasio en Los Ángeles; nos han vendido una mentira y la hemos comprado: nos creímos que para triunfar en la vida tenemos que ser como Joshua.

Robles afirma que nunca dudaron que Andy pudiera vencer a Anthony y convertirse en el primer mexicano campeón de peso completo. Lo que no esperaban era cimbrar de esa forma en territorios ajenos al boxeo. Ni en sueños –confiesa Robles–, imaginaron que provocarían tanto estruendo. Tampoco que la vida cambiaría de manera tan vertiginosa.

Fue sorpresivo para el mundo, pero que no se confunda con un golpe de suerte, aclara Robles; porque hay que recordar que el primero que visitó la lona fue Andy. Se levantó, que es lo que sabe hacer como nadie, y se fue a dar la guerra. No ganó con un golpe; Joshua cayó no una ni dos, sino cuatro veces. Por eso en la revancha iremos adonde quieran a confirmar quién es Andy.

Lo que a muchos se les escapaba –aclara Robles– es que mientras Joshua llegó a aprender boxeo cuando era un joven que llegaba a la mayoría de edad, Andy lo hizo desde niño en los barrios de migrantes en Estados Unidos. La vocación por el boxeo lo llevó a levantar una amplia trayectoria como amateur, en la que representó al estado de Baja California, de donde migraron sus padres, y a México; estuvo cerca de ir a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008 con la delegación tricolor.

Todos se dejaron llevar por las apariencias, dice el entrenador de Andy; pensaron que si un peleador es grande y musculoso, por fuerza será el vencedor. Pero Andy demostró que lo importante no es lo que se ve afuera, sino lo que se lleva por dentro.

Por eso ya se sabe que Andy aprendió a no ser susceptible ante las burlas. El entrenador del primer campeón mexicano en los pesados cuenta que lo que define a Ruiz es una actitud: cuando nadie más cree en sus capacidades, entonces no le queda más remedio que la confianza en sí mismo, una fe inquebrantable en sus propias capacidades.

Digo que esto es trascendental porque lo que hizo Andy no es una casualidad del mundo del boxeo, explica Robles; este es un ejemplo de cómo encarar la vida, en el trabajo, en una oficina o en la escuela, es inspirador por donde lo mires. Es más fácil que la gente común nos reconozcamos en ese muchacho mexicano y gordito que en el superatleta de Joshua, a eso me refiero en que va más allá del boxeo.

La próxima semana visitarán México, pues Andy quiere mostrar sus tres cinturones (AMB, OMB y FIB) al presidente Andrés Manuel López Obrador. Fue el propio mandatario quien se mostró interesado en conocer al primer mexicano campeón de peso completo por lo que representa para el país.

El responsable de la Comisión Nacional de Boxeo (Conabox), Miguel Torruco, confirmó a La Jornada que la próxima semana se reunirán.

Cuando surgió la noticia de Andy, el presidente López Obrador me preguntó sobre su trayectoria, cuenta Torruco. Me dijo: lo quiero recibir con todos los honores por lo que representa su logro a escala nacional. Es un orgullo para el país.

En una entrevista en Estados Unidos y ante el clima de relaciones tensas con la administración del presidente Donald Trump, le preguntaron si visitaría la Casa Blanca, a lo que Andy respondió que prefería visitar la Casa Blanca mexicana. Ruiz nació en California, pero sus padres son migrantes originarios de Mexicali.

Lo dijo porque siempre ha llevado bien puesta la camiseta de mexicano, cuenta Robles; Andy, igual que yo, somos mexicanos, quien no lo crea o dude sobre nuestra identidad, que venga a ver cómo vivimos los migrantes de este lado de la frontera. Ahí afirmamos nuestro origen. Llegamos a este país no por nuestro gusto, sino porque lo necesitaban nuestros padres. Eso no se puede ocultar o borrar.

Robles tiene que marcharse. Mientras vive una fantasía, no deja de lado sus obligaciones como entrenador en su gimnasio. El sueño sigue, pero el trabajo no da tregua a Manny Robles, el hombre detrás de Andy Ruiz, el campeón mexicano que sorprendió al mundo.