Sociedad y Justicia
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Recomienda Oceana bajar explotación de pesquerías
 
Periódico La Jornada
Miércoles 3 de julio de 2019, p. 34

En México, 80 por ciento de las pesquerías no debería someterse a una explotación mayor, pues la mayoría de ellas están aprovechadas al máximo o en deterioro.

De las 83 pesquerías existentes, 52 se explotan a su máxima capacidad, es decir, 63 por ciento del total. Asimismo, 14 (17 por ciento) están en deterioro por sobreexplotación; únicamente 11 (13 por ciento) tienen potencial para incrementar su aprovechamiento y seis (siete por ciento) presentan un estatus desconocido, de acuerdo con datos de la organización internacional Oceana.

Del total de pesquerías, sólo 21 cuentan con plan de manejo pesquero, esto es, con el instrumento de la política en la materia que establece las condiciones y los procesos para el manejo sostenible y la conservación de cada lugar de explotación.

De acuerdo al análisis de Oceana México, Auditoría Pesquera, el Instituto Nacional de Pesca (Inapesca) carece de protocolos de investigación definidos, así como de criterios claros de transparencia para la investigación pesquera.

Y lo anterior se ve reflejado en el hecho de que en las fichas de la Carta Nacional Pesquera, (CNP) las fuentes de información así como el origen de los datos se desconocen o son secretas. Tan sólo cuatro por ciento de las fichas contienen datos e información pública disponible para corroborar o replicar la información, el resto (96 por ciento) carece de fuentes de información verificables.

Alrededor de 99 por ciento de las fichas de la CNP presentan información incompleta y parcial de cada pesquería, es decir, de su estado, problemática y situación particular, lo que hace que la información no sea confiable y ponga en riesgo la extracción de recursos por la falta de información.

Oceana México establece que la falta de información provoca escenarios de incertidumbre, y ello afecta a los pescadores, puesto que una reducción o pérdida en la abundancia de recursos pesqueros por sobrepesca tendrá graves implicaciones desde los puntos de vista social, económico y ambiental.

Las principales afectaciones son para los pescadores artesanales y ribereños.