Aunque el primer debate de los candidatos a dirigir el Partido Revolucionario Institucional, realizado el miércoles, estuvo colmado de acusaciones, la Comisión Nacional de Procesos Internos (CNPI) no ha recibido denuncias, sólo observaciones, emitidas en nueve sesiones de esta comisión.

El árbitro del proceso, Rubén Escajeda Jiménez, aseguró que hasta el momento todo va muy bien, con base en lo establecido en la convocatoria de la renovación de la presidencia y secretaría general del tricolor para el periodo 2019-2023.

La elección será el domingo 11 de agosto; se prevé la instalación de 5 mil 800 casillas en todo el país. En cada mesa habrá un presidente y un secretario, este último fungirá también como escrutador de los votos.

El proceso electoral del PRI costará mucho menos de la mitad de los 230 millones que les cobraría el Instituto Nacional Electoral por organizar el proceso, dijo Escajeda Jiménez.

Puntualizó que los candidatos (Alejandro Moreno, Ivonne Ortega y Lorena Piñón) tienen representantes con voz en la mesa de arbitraje electoral en donde se han tomado 34 acuerdos.

Hay un ambiente de equidad e imparcialidad, aseguró.

Al preguntarle acerca de las descalificaciones que se han proferido los aspirantes, subrayó que no hay denuncias y, en su caso, la Conferencia de Honor (grupo creado para vigilar aspectos éticos en el desarrollo de la contienda) sería la encargada de promover un acuerdo de civilidad, pero hasta ahora no hay un proyecto en ese sentido.

En tanto, se alista para las próximas horas la expulsión de los diputados priístas de Baja California que votaron en favor de la ampliación del mandato del próximo gobernador de la entidad, abanderado por el partido Morena.

Fuentes del PRI dijeron que el análisis contiene elementos para sustentar la expulsión de las filas del priísmo de los legisladores locales en referencia.

Del mismo tema, los candidatos se pronunciaron en contra de la posición de los diputados del congreso bajacaliforniano.

Alejandro Moreno subrayó que no se pueden tolerar traiciones o actos de corrupción en este partido.

“Si hay quienes desde el PRI ayuden a otros partidos políticos y traicionen los principios del propio, el tricolor, turnaremos el caso a las comisiones correspondientes para que apliquen las sanciones pertinentes”, dijo.

Subrayó que él ha sido crítico del gobierno actual, el cual camina, dijo, sin brújula, a partir de ocurrencias; por tanto, en ningún momento, serán un partido colaborador de la administración federal actual.