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Sólo la mitad de requirientes puede comprar una vivienda
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▲ Tener vivienda en la ciudad implica un enorme sacrificio, pero hay quienes no aspiran a una.Foto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Sábado 20 de julio de 2019, p. 27

En la capital se genera una necesidad aproximada de 38 mil viviendas al año, desde nuevos matrimonios o personas que se divorcian hasta jóvenes que buscan un lugar para habitar, de los cuales solamente se concretan 18 mil en propiedad, señaló el director general de Planeación de Desarrollo y Ordenamiento Territorial de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), Pablo Benlliure.

En otras 20 mil la posesión no es posible porque su valor es inalcanzable, además de que no se construye suficiente vivienda social, aunado a que el suelo urbano está prácticamente ocupado en su totalidad.

El funcionario indicó que a partir de los años 90 del siglo pasado, con el proceso de cambio de modelo económico en el país, el gobierno desmontó las instituciones que construían vivienda social, como el Infonavit, Fovissste y Fonhapo, al establecer condiciones de financiamiento con las que era complicado obtener un crédito.

Al participar en una mesa de trabajo sobre reordenamiento territorial y suelo para vivienda social en el Congreso capitalino, Benlliure explicó que los demandantes de las 20 mil viviendas que no pueden adquirir una propiedad en la ciudad, históricamente se van a municipios del estado de México, como Ecatepec, Zumpango y Huehuetoca, y ahora hasta a Tizayuca, Hidalgo, en la parte norte; otra opción que tienen, cuando no quieren salir de la ciudad por su actividad y vida social, es que se ven obligados a vivir en condiciones de hacinamiento en un inmueble familiar. Una tercera salida es la ocupación de suelo de conservación, lo que es muy grave porque cada metro cuadrado invadido es un metro cuadrado menos de área de infiltración al acuífero.

Esto nos obliga a encontrar una solución para esta población que no puede acceder al mercado de vivienda, es urgente para esta ciudad y creo que tenemos que ir construyendo un sistema para producir vivienda social como lo tienen incluso ciudades de los países más desarrollados.

Benlliure citó como ejemplo que en París, en cualquier desarrollo inmobiliario, 30 por ciento de las viviendas que se van a construir debe ser de tipo social. El último ejemplo que encontramos es en uno de los barrios más elegantes en una de las ciudades más caras, pegadito al Louvre, en la calle de Saint-Honoré: en un desarrollo ultralujoso, 30 por ciento son viviendas sociales, es decir a un precio determinado y con una renta específica.

Agregó que es la ciudad la que permite que existan esos derechos de desarrollo, no el propietario de la tierra, quien es dueño de una cantidad limitada de derechos, es decir: si soy propietario de un terreno puedo construir ahí una vez el área de su superficie y el resto de los derechos de desarrollo, es decir, los demás niveles que permite la planeación son parte de la ciudad y ésta es la que define qué se hace con esos derechos; allí hay un gran potencial de construcción de vivienda social.