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Montan Los cuentos de Hoffmann; encarar vicisitudes y buscar sentido a la vida, mensaje de esa ópera

Conmemoran a su autor, Jacques Offenbach, a 200 años de su natalicio

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▲ Ensayo de la obra. Las últimas funciones con la Compañía Nacional de Ópera, en Bellas Artes, serán hoy, el domingo 15 y el martes 17 de diciembre.Foto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Martes 10 de diciembre de 2019, p. 6

La Compañía Nacional de Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes escenifica Los cuentos de Hoffmann, de Jacques Offenbach, como parte de las celebraciones por el bicentenario natal del compositor considerado el padre de la opereta ‘‘y uno de los grandes artistas que han contribuido al desarrollo de la lírica”, sostuvo Alonso Escalante, director de la Ópera de Bellas Artes.

Se trata de la ópera de cierre de la temporada y se presentará hoy, el 15 y el 17 de diciembre a las 17 horas en el Palacio de Bellas Artes, con el tenor Jesús León (quien debuta en este escenario), la soprano Letitia Vitelaru, el barítono Philip Horst y Jonas Albert como director concertador. La escenografía es de Jorge Ballina.

Hacer esta puesta en escena ‘‘implica acercarse a la ópera en una celebración, no por el bicentenario, sino porque Offenbach era un tipo que celebraba la vida, echaba relajo, hacía de todo; era empresario y partidario de contar en el escenario a la gente de la calle”, explicó el director de escena, Benjamín Cann.

‘‘Hablamos de un compositor que escribía lo que llamaríamos sketches, teatro de revista, cabaret; se divertía y decide empezar una ópera seria, entre comillas. Offenbach aborda qué contamos de los seres humanos y ésta es la historia de un hombre que busca sentido a la vida. Una de las primeras líneas es: ‘En la vida hay que cantar, amar y beber’ y nos relata la historia de los amores de un personaje que se la pasó buscando sentido a su vida desde el amor, haciendo poesía, cantando, divirtiéndose.

‘‘Creo que en el contexto que vivimos es una ópera que habla de los hombres de hoy, con un mensaje para la gente de hoy en este país, estamos llenos de tribulaciones, pero la vida tiene sentido porque le buscamos sentido. Nunca somos perfectamente felices, no encontramos el gobierno o la ciudad ideal pero lo buscamos, y eso celebra esta obra, con música, todo el tiempo, de gran riqueza tonal, gran armonía, difícil y demandante de los cantantes, pero es en el fondo siempre de alegría, de ternura”, añadió Cann.

Versión diferente

La versión que se presentará en el Palacio de Bellas Artes es diferente a la que tradicionalmente se hace, es una ópera que no terminó Jacques Offenbach, presentó ante algunas amistades partes de esta ópera pero murió sin concluirla. Hemos decidido tomar la edición crítica más reciente, de 2005 (realizada por Michael Kaye y Jean-Christophe Keck), que tiene una serie de precisiones que a nuestro juicio nos llevan a una lectura precisa y cercana de Offenbach, pero deja abiertas otras posibilidades, refirió Alonso Escalante conferencia de prensa.

El director concertador, Jonas Albert, explicó que se trata de una ópera ‘‘compuesta por un alemán que emigró a Francia, donde desarrolló todo este trabajo del romanticismo y después lo regaló a Alemania.

‘‘Combina esta idea de ópera comic, con la gran ópera, y corona el trabajo de toda su vida, combina la ópera cómica, la opereta –que él invento–, y es todo un tema lo que hay que decir acerca de esta creación.

‘‘La combinación de la canción de vodevil, de cabaret, con gran ópera, grandes orquestaciones, arias para soprano, tenor, una mezcla que probablemente sólo él podía hacer. Uno de sus grandes méritos fue la mixtura de esos elementos.”