rma Susanti vive a pocos metros de un muro de concreto que apenas evita que el agua inunde su barrio en el norte de Yakarta, la capital de Indonesia.

Hace unos años las autoridades elevaron el muro en casi un metro hasta dejarlo en 2.3. Pero incluso eso no es suficiente para evitar que el agua maloliente y color marrón oscuro entre en su casa como una lluvia torrencial.

Del otro lado del muro la superficie está cubierta de una gruesa capa de basura: neumáticos, chanclas, vasos de plástico usados, bolsas de polietileno y condones.

Irma, de 30 años, se acomoda en un banco bajo el sol abrasador. Tiene en brazos a su hija de un año, una mujer mayor se sienta a su lado. Siempre estamos atentos a las inundaciones porque el muro no siempre puede mantener el agua lejos, dice esta madre de dos hijas.

Ninguna otra ciudad del mundo se hunde e inunda con tanta rapidez como Yakarta. Veinte por ciento del territorio está por debajo del nivel del mar y se estima que la cifra se duplicará prácticamente en 2050, advierten investigadores del Instituto de Tecnología de Bandung, en la provincia de Java Occidental.

La situación es más extrema en los barrios del norte de Yakarta, que según los expertos estarán casi completamente bajo el agua en tres décadas.

La mezquita de Wall Adhuna, en el distrito del puerto, a unos 10 minutos a pie del vecindario donde vive Irma, es un caso paradigmático. Construida durante la época holandesa como una pequeña sala religiosa para marineros musulmanes, fue abandonada en 2005 luego de inundarse, tras lo cual se levantó un muro para separarla de la tierra seca.

Más de 30 millones de personas viven en Yakarta y su zona metropolitana. Casi todos los 13 ríos que atraviesan la ciudad están contaminados y huelen mal. Torres de apartamentos se levantan donde antes había manglares. En los vertederos cercanos se quema plástico.

Pero, ¿por qué se inunda Yakarta? El nivel del mar aumenta y hace tiempo que no existe una planificación urbana seria. La ciudad está en gran parte cubierta de asfalto y concreto, lo que significa que el agua no puede escurrir a ningún lugar cuando caen fuertes lluvias. Pero la inundación de Yakarta tiene menos que ver con lo que pasa sobre tierra que lo que ocurre por debajo.

Casi la mitad de los hogares están conectados a la red de agua potable, que ha sido privatizada, pero otros se ven obligados a bombear su agua de forma manual desde las napas, o con bombas eléctricas. Esta continua extracción de agua subterránea hace que los terrenos se hundan, entonces no nada más es el nivel del mar.

Dpa