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La narradora Alaíde Ventura Medina convierte sus recuerdos en ficción como forma de supervivencia

Presentó su novela Entre los rotos // ‘‘De qué vamos a hablar si no es de lo que sucedió entre cuatro paredes’’

 
Periódico La Jornada
Sábado 18 de enero de 2020, p. 4

La imaginación ocurre cuando ‘‘comienzo a falsear todos mis recuerdos como una forma de supervivencia, tanto que los convierto en una ficción”, sostuvo la escritora Alaíde Ventura Medina en la presentación el jueves de su obra Entre los rotos.

‘‘Se nota tan íntima y tan cercana porque comienzo hablando de mí misma o, por lo menos, tomo prestada mi voz para preguntarme cómo habría sido vivir ciertas cosas que no necesariamente experimenté”, añadió durante ese acto efectuado en la librería Mauricio Achar.

Ventura Medina se reconoce ‘‘parte de una generación de narradoras que de qué otra cosa vamos a hablar si no es de lo que tenemos enfrente: los recuerdos, lo doméstico y lo que sucedió dentro de cuatro paredes”.

La charla se realizó en un auditorio repleto por jóvenes en su mayoría que llevaban el libro en mano.

La intervención de Sylvia Aguilar Zéleny, coordinadora de Casa Octavia, versó sobre cómo se dio forma a la novela durante una estancia en esa residencia para escritores ubicada en El Paso, Texas. ‘‘Llegó con un libro muy bueno y salió con uno extraordinario por el trabajo que ella hizo ahí.”

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▲ Alaíde Ventura Medina, en la librería Mauricio Achar, en la presentación de su libro Entre los Rotos.Foto Guillermo Sologuren

Destacó en esa historia ‘‘la idea de lo fragmentario, lo personal, lo íntimo, la fotografía; la idea de la familia como un lugar hermoso y horroroso al mismo tiempo, se convierte en algo que no es ajeno a nadie”.

Recuperar la infancia desde los recuerdos

La ensayista y poeta Isabel Zapata definió que Entre los rotos ‘‘se trata de la pérdida de la infancia y el intento de recuperación a través de los recuerdos que uno va medio inventando, construyendo y recuperando como podemos”.

Refirió que leyó ‘‘el libro como un rompecabezas. Intentaba armarlo en mi cabeza pero se me movía en la mente, como la portada. No lograba atraparlo. Eso me gustó muchísimo”.

El escritor Jorge Comenzal mencionó que ‘‘el libro nos plantea una reivindicación de lo roto, como subjetividades rotas por la experiencia, pero se extiende a la concepción de las mercancías del valor humano y de la literatura en sí”.

También ‘‘propone la lista como género literario. Algunos de los pasajes donde la concisión y la lírica están mejor logradas están en esas listas recurrentes”.