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La transmigración del alma según Anoushka Shankar
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▲ Anoushka Shankar.Foto Laura Lewis
 
Periódico La Jornada
Sábado 22 de febrero de 2020, p. a12

El nuevo disco de Anoushka Shankar es una obra maestra del arte de lo personal.

Sabemos que la historia del arte se nutre del asombro, la protesta, la alegría o la aflicción de las cosas del mundo sobre los humanos. No hay arte sin persona.

Las sinfonías de Beethoven hablan de la honesta persona de Ludwig van, de su mundo interior y de cómo veía el porvenir, y aún el arte más abstracto, las pinturas de JacksonPollock, por ejemplo, denotan paisajes interiores.

La dilucidación es apropiada porque Love Letters, el flamante álbum de Anoushka, es una joya pulida a mano, temple y corazón. Su signo es lo personal. Se trata de una obra de arte nacida de emociones, ideas, acción. Porque todo arte, lo sabemos, pone en movimiento a las personas, las encamina.

En términos técnicos, la nueva obra de Anoushka Shankar es la rotación axial de su estilo, su persona, y por ende su personalidad musical.

Hay una diferencia muy notable entre su primer disco, titulado Anoushka, de 1998, y el que acaba de poner en circulación y presentó con dos conciertos con localidades agotadas en Londres y una gira por India en breve.

En el primero tenemos una colección de ragas, a la manera de su padre, Ravi Shankar, su mentor, pero ya con una revolución musical en marcha, que tenemos volcada, transfigurada, en el nuevo disco.

Notamos giros, cambios, definiciones, decisiones con riesgo. Es un disco valiente en todos sentidos. Fundamentalmente es el abandono de lo conocido, lo propio, lo personal, hacia nuevos derroteros.

No es ya el disco de música clásica de India. Es un disco de canciones. Y es un disco de música clásica de India al mismo tiempo que un disco de poesía, invenciones varias, innovaciones.

Si decimos disco de canciones no hablamos de la obra de un cantante, intérprete de baladas ni de ninguna de esas luminarias efímeras de la música de consumo. Son canciones en el sentido de romanza, lied, aria, cantilación, es decir: el formato clásico de la música con voz.

Música con voz.

El nuevo disco de Anoushka Shankar dice mucho aun si no ponemos atención a las letras que enuncian sus compañeras de aventura, las mujeres que cantan, produjeron, coescribieron, dibujaron, musicalizaron y pusieron en pie el disco completo.

Es momento de ocuparnos de la anécdota, la situación personal que llevó a Anoushka a un periodo de crisis personal y a su cura mediante la creación del disco Love Letters, que ahora nos ocupa.

Luego de nueve años de matrimonio con el cineasta británico Joe Wright, Anoushka entabló juicio de divorciopor adulterio que cometió su marido, quien no presentó defensa legal alguna; ella nos narra su itinerario personal en su nueva obra maestra, Love Letters, donde atraviesa el dolor para sanar, sonriendo.

En distintas entrevistas ha explicado que se trata de un proceso personal que la llevó a situaciones muy vulnerables, pero el álbum ‘‘en realidad, trata del proceso de emerger desde el dolor, incluso la enfermedad física por somatizar ese dolor, en un movimiento hacia arriba, en lugar del desplome”.

El nuevo disco Love Letters, explica Anoushka Shankar es acerca de: ‘‘el proceso del enamoramiento, el deseo, que le rompan a una el corazón, el sentimiento de pérdida y la sanación a través de esa pérdida”.

Un proceso como el de muchas obras de arte. Por ejemplo, el disco de Lou Reed que tituló Magic and Loss, donde narra cuando estuvo a punto de morir en un hospital por una enfermedad física que también resultó un giro radical en su pensamiento y técnica musicales. Sus siguientes discos fueron muy diferentes, en consecuencia.

El nuevo disco de Anoushka Shankar es extraordinariamente hermoso, como lo es Traces of you, de 2013, donde el tema es también la pérdida: la muerte de su padre, Ravi Shankar.

El disco con el que Anoushka comienza el giro estilístico de su música data de 2007: Breathing under water, que contó con la colaboración de su padre, Ravi Shankar, de su hermana, Norah Jones, y de su amigo Sting.

Traces of you lo grabó también con su hermana, Norah Jones. Un himno sublime a la belleza.

Así como en ese momento de convulsión emocional, la muerte de su padre, se juntó la tribu de mujeres y grabó un disco muy hermoso, así ahora acudieron mujeres a ponerle el hombro a su amiga Anoushka y el resultado es otro disco hermoso.

La cantante alemana-turca Alev Lenz comienza el disco cantando: ‘‘¿es ella más bella que yo?, ¿está en este momento en tu cama?, ¿es más joven que yo? Y la pregunta más importante: ¿también le dices, como a mí: Ojos Brillantes?”

Enseguida, las gemelas cubanas Lisa-Kaindé y Naomi Díaz, el dúo Ibeyi, cantan: ‘‘soy hermosa aunque no me veas, soy hermosa aunque ya no me necesites, soy adorable, soy aún más digna de amar”.

Y así avanza el disco en la sublimación de las emociones, en el relato de la recuperación en la batalla que libró Anoushka Shankar.

Y llegaron más amigas: la cantante de música clásica de India, Shilpa Rao, canta These words, hermosa pieza en sánscrito.

La violonchelista Ayanna Witter- Johnson prestó también su voz y su talento. Lo mismo hizo la gran contrabajista y compositora Nina Harries.

La productora egipcia Heba Kadny procuró el buen camino de la grabación del disco.

La artista persa Azeena Nur colaboró con las ilustraciones, desde la portada y las páginas interiores.

Todas ellas, al igual que Anoushka, acusan influencias comunes: Maya Angelou, Nina Simone, György Ligeti, Simone de Beauvoir…

Todas ellas, al igual que Anoushka, pertenecen a culturas originarias y han experimentado en carne propia los intríngulis de la migración, de la discriminación racial, de la transculturización.

Ese ejército de mujeres nos envía misivas de elevado octanaje de belleza en el álbum Love Letters. Un disco muy personal para todas ellas.

Anoushka Shankar en primera persona: ‘‘lo personal para mí significa el parámetro de la obra de arte”. Este disco nuevo suyo, Love Letters, es tan personal como el primero que grabó, con ragas y el que hizo, con su hermana, Norah Jones, tras la experiencia personal de la muerte de su padre, Ravi Shankar, y el que hizo con Vanessa Redgrave cuando vieron la foto del niño sirio ahogado en una playa luego de intentar llegar a la Land of Gold, como tituló ese disco con el tema de la migración.

La transmigración de las almas. El nuevo disco de Anoushka Shankar, Love Letters, habla sin hablar del filósofo de la antigüedad griega, Platón, quien considera bellas, eternas, racionales a todas aquellas que se mueven de un cuerpo a otro, que siempre es el mismo: el propio, porque en eso consiste todo viaje.

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