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Ť Se desploma un avión B-1B; no
hay pruebas de un posible ataque, dice el Pentágono
No hubo rendición de Al Qaeda en Tora Bora;
intensifica EU los bombardeos en la región
Ť Condicionan la capitulación a la presencia de
la ONU y diplomáticos sauditas
AFP, DPA Y REUTERS
Tora Bora, 12 de diciembre. Las fuerzas de Al Qaeda,
atrincheradas en las montañas de Tora Bora, no se rindieron como
estaba previsto, al poner condiciones para hacerlo sólo ante la
Organización de Naciones Unidas, diplomáticos sauditas y
de otros países, por lo que Estados Unidos continuó lanzando
oleadas de bombardeos sobre la zona.
Por
la mañana se informó que un bombardero B-1B de la
fuerza aérea de Estados Unidos valuado en unos 200 millones de dólares
se desplomó en el océano Indico, aunque sus cuatro tripulantes
lograron ser rescatados sanos y salvos, en un incidente ocurrido a unos
100 kilómetros de la isla británica Diego García.
No obstante, la aviación estadunidense lanzó
nuevos bombardeos sobre la región montañosa de Tora Bora,
este del país, con el mensaje de "ríndanse o mueran", en
cuya zona los combatientes de Al Qaeda, del líder fundamentalista
Osama Bin Laden, se encuentran al parecer cercados y sin posibilidades
de escapatoria.
Previamente, desde Jalalabad, comandantes contrarios al
talibán habían anunciado que todo estaba listo para reanudar
las negociaciones de rendición de los combatientes. Pero el hecho
es que el ultimátum que vencía a las ocho de la mañana
transcurrió, y horas después no había rendición
alguna.
Mil combatientes atrincherados
Se estima que en las montañas se mantienen atrincherados
al menos mil combatientes islámicos provenientes de Arabia Saudita,
Libia, Egipto, Sudán, Emiratos Arabes Unidos, Kuwait, Yemen, Irak
y Chechenia, y no se descarta que Bin Laden se haya replegado aún
más con un pequeño grupo de hombres.
"Los combatientes de Al Qaeda sólo se rendirán
ante Naciones Unidas y diplomáticos sauditas y de sus respectivos
países", señaló un portavoz del comandante del operativo
en la zona Hazrat Alm, no obstante que la víspera habían
aceptado rendirse sin haber presentado condición alguna.
Los combatientes voluntarios hicieron saber que no se
rendirían ante el comandante tribal local Haji Mohammad Zaman, ante
el que habían aceptado inicialmente la capitulación, así
como tampoco lo harán ante la administración provincial de
Nangahar, pues insisten en exigir garantías y seguridad.
Ante esta situación, voceros del comandante Hazrat
Alm señalaron que "estamos preparando la guerra porque las conversaciones
han fracasado...". Con todo, la aviación estadunidense no ha dejado
de bombardear la zona, donde ha utilizado su armamento más mortífero
y sofisticado, de toneladas de bombas y misiles teledirigidos.
El portavoz estadunidense de la llamada coalición
occidental en Islamabad, Kenton Keith, señaló que Al Qaeda
"no está en posición de decidir las condiciones de su rendición",
por lo que deben entregarse a las fuerzas que les hacen frente, entre las
que se sabe destacan fuerzas especiales estadunidenses.
Keith dijo no descartar que un número reducido
de combatientes de Al Qaeda hayan podido escapar a través de las
montañas hacia Pakistán, pero se abstuvo de aventurar si
entre ese grupo estaría Bin Laden, el hombre más buscado
por Washington.
En contraposición, Islamabad rechazó reportes
de la televisora estadunidense NBC de que "cientos" de presuntos dirigentes
talibanes o de Al Qaeda hayan huido hacia Pakistán e Irán.
El secretario paquistaní del Interior, Tanseem Noorani, calificó
los informes de "sin fundamento" al señalar que la vigilancia se
ha reforzado en la frontera.
También la cancillería iraní negó
los reportes de que combatientes del talibán o Al Qaeda hayan huido
hacia su territorio.
Se reportó que por lo menos dos helicópteros
aterrizaron en la noche del miércoles cerca de Tora Bora, que se
estima pertenecen a las fuerzas especiales estadunidenses y británicas.
Asimismo, se vieron en la misma zona potentes luces, que podrían
ser de proyectores e indicaciones para nuevos bombardeos.
Mientras, el Pentágono dijo no tener aún
informes sobre las causas que provocaron que uno de sus bombarderos B-1B
se desplomara en aguas del océano Indico, aproximadamente a las
11:30 horas de este miércoles. Sin embargo, funcionarios mencionaron
que no había pruebas de que el percance se haya debido a un ataque.
La tripulación logró saltar a tiempo y enviar
mensajes de auxilio ante lo que describió como una "emergencia interna",
por lo que acudió al rescate de los cuatro tripulantes una pequeña
embarcación del USS Russell. El mensaje fue recibido por
la aeronave de reabastecimiento KC-135 de la fuerza aérea
y un avión espía P-3C Orion, de la marina.
El avión accidentado es uno de por lo menos ocho
bombarderos B-1B y B-52, construidos en la época de
la guerra fría para enfrentar a la antigua URSS, y que han
sido perfeccionados y han arrojado miles de toneladas de bombas contra
blancos en Afganistán, partiendo desde una base en la isla Diego
García.
El próximo jefe del gobierno provisional afgano,
Hamid Karzai, era esperado en Kabul desde Kandahar para preparar su ascenso.
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