Ť Casi descartado, el vínculo con Irak; admite Washington posible terrorismo doméstico

El ántrax de los ataques en EU, idéntico al producido en un laboratorio de Utah: la FBI

Ť Sin acceso a un programa del gobierno, imposible obtener tan alta calidad, según expertos

JIM CASON Y DAVID BROOKS CORRESPONSALES

Washington y Nueva York, 12 de diciembre. El ántrax que fue utilizado como arma biológica enviada a dos senadores y a varios medios hace unas semanas es genéticamente idéntico al producido por un laboratorio militar de armas biológicas en Utah, y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) ahora cree que el responsable de estos ataques es alguien que trabaja para el gobierno o tenía acceso a instalaciones de autoridades federales.

"El gobierno estadunidense sin duda ha conocido por algún tiempo que el terrorismo con ántrax fue un intento desde adentro", explicó Barbara Hatch Rosenberg, una investigadora que ha estudiado armas químicas durante dos décadas con la Federación de Científicos Americanos (FAS por sus siglas en inglés). Expuso esta semana, en un análisis difundido por la FAS, que "el ántrax en las cartas probablemente fue producido y convertido en arma en un laboratorio del gobierno de Estados Unidos o uno de sus contratistas".

Aunque la manufactura de armas biológicas está prohibida bajo un tratado internacional firmado por Estados Unidos hace casi tres décadas, científicos en el Dugway Military Proving Ground en Utah han estado fabricando cantidades pequeñas de ántrax de grado "para armas" durante por lo menos 10 años. En un amplio reportaje del Baltimore Sun publicado hoy, el rotativo informa que el ántrax fabricado en el Dugway Proving Ground es "genéticamente idéntico" a las esporas enviadas a los legisladores y los medios a principios de octubre.

Su fabricación no está prohibida

El gobierno estadunidense sostiene que la fabricación de ántrax en sus laboratorios no está prohibida por el tratado internacional, ya que su único propósito es estudiar la bacteria letal y formular antibióticos.

Cuando la carta contaminada con ántrax enviada al senador Tom Daschle fue descubierta, varios funcionarios estadunidenses expresaron sus sospechas de que esto representaba otro ataque terrorista de Osama Bin Laden y su red Al Qaeda. Se sospechaba que el responsable tendría que tener acceso y recursos suficientes para producir y utilizar ántrax de calidad tan alta, y que esto representaba un ataque sofisticado con arma biológica. Las esporas eran muy concentradas, potentes y fabricadas para diseminarse por aire muy fácilmente.

La carta enviada a Daschle contenía aproximadamente dos gramos de ántrax procesado tan finamente que se encontraban más de un billón de esporas, 200 millones de veces más de la dosis necesaria para matar a una persona.

Científicos con conocimiento sobre ántrax sugirieron que era imposible que un individuo desarrollara una versión de tan alta calidad sin acceso o apoyo de un gobierno que mantenga activo un programa de armas biológicas.

Algunos funcionarios aquí empezaron a sugerir que tal vez este ántrax era la prueba de que Irak -uno de los pocos países del mundo donde se sabe que existen armas biológicas- estaba ayudando a Bin Laden.

Pero ahora el vínculo con Irak ha sido casi descartado y las autoridades estadunidenses ahora reconocen que el ántrax es probablemente obra de un terrorista doméstico. El ántrax enviado por correo al senador Daschle, según la experta Rosenberg, contiene un tipo especial de silica tradicionalmente utilizado por los científicos estadunidenses que investigan armas biológicas, mientras que los iraquíes utilizan otro ingrediente químico (bentonita) en sus armas de ántrax.

De hecho, cuando Francia buscaba presentar una resolución ante la Organización de Naciones Unidas condenando los ataques con ántrax, el gobierno estadunidense los convenció, sutilmente, de no llevarlo a cabo con el argumento de que era probable de que fue obra de un terrorista doméstico.

El ántrax enviado a Daschle es genéticamente vinculado a la "especie Ames" de la bacteria, la cual fue la preferida por los científicos de armas biológicas de las fuerzas armadas estadunidenses en los años 60 por su alta virulencia. La especie Ames aún es utilizada por los científicos del gobierno en Dugway y en otra instalación militar estadunidense en Fort Detrick en Maryland para propósitos de investigaciones defensivas.

Hay aproximadamente 20 laboratorios en este país, según Rosenberg, que han obtenido la especie Ames, pero la FBI ahora cree que el ántrax enviado a Daschle fue probablemente obra de un empleado federal o un contratista gubernamental.

Un oficial de seguridad pública comentó este mes al diario The New York Times que el gobierno ahora cree que el responsable de enviar las cartas a ambos senadores y varios medios fue alguien que trabaja al interior del gobierno en un laboratorio militar o una institución contratada por el gobierno con acceso a especies clasificadas y peligrosas de ántrax.

Pero las evidencias más convincentes de que el ántrax utilizado en estos ataques fue obtenido de la instalación militar de Dugway son las propiedades físicas del material tóxico. Este ántrax es tan finamente molido y tratado con químicos tan especializados que varios científicos comentaron al Baltimore Sun que sólo podía ser producto de un programa gubernamental de armas biológicas o alguien con acceso a tal programa. "Las partículas tienen un rango muy pequeño de tamaño (1.5 a 3 micrones en diámetro) típico del proceso estadunidense", agregó Rosenberg, quien también cree que el ántrax enviado a Daschle fue fabricado en Estados Unidos.

La instalación Dugway en Utah es la única en Estados Unidos en que se ha producido ántrax de calidad para armas en años recientes. Aunque investigadores militares fabricaron cientos de kilos de ántrax para bombas diseñadas con el fin de aniquilar tropas enemigas en los años 60, todo ese material supuestamente fue destruido después de que el presidente Richard Nixon prohibió toda investigación sobre armas biológicas en 1969.

Pero el Baltimore Sun reporta que el ántrax enviado a Daschle es más concentrado y puro que el producido por los científicos militares estadunidenses antes de 1969.

Todo esto ha llevado a que Rosenberg, de la FAS, concluya que el ántrax enviado a Daschle probablemente fue producido en un laboratorio del gobierno estadunidense. Pero tanto Rosenberg como el Baltimore Sun advierten que la seguridad en los programas de armas biológicas de Estados Unidos es tan floja que es posible que el ántrax haya sido robado.

De hecho, hasta que se descubrieron los ataques con ántrax a principios de octubre de este año, el cultivado en la instalación de Dugway en Utah se enviaba rutinariamente por Federal Express al centro de guerra biológica del ejército de Estados Unidos en Fort Detrick, Maryland.