Mester: ''total ignorancia'' de la autoridad sobre la OFCM

Ť ''Mi propuesta de un contrato de cinco años se soslayó''

Ť Molestia oficial porque abogué por los músicos, asegura

ANGEL VARGAS

En opinión de Jorge Mester ?quien el domingo 16 dirigirá su último concierto al frente de la Filarmónica de la Ciudad de México (OFCM) luego de tres años de ser su director?, las autoridades del Instituto de Cultura de la Ciudad de México (ICCM) se desempeñan ''con total ignorancia" en el manejo de esa orquesta:

''Los músicos se quejan de que carecen de lo más básico para su correcto funcionamiento: les falta dinero, seguros, en resumen, un sinfín de prestaciones. Nada de lo que ha hecho el gobierno ha funcionado hasta ahora. La situación de la orquesta está en peor condición que cuando llegué. Lo único que funcionó, el nivel artístico musical del conjunto, es lo que decidieron destruir. Hay que imaginar la soberbia de esa posición."

El director orquestal habla en entrevista con motivo de su próxima salida del agrupamiento, luego de que ?asegura? el director del instituto, Enrique Semo, nunca respondió a su propuesta de un contrato por cinco años.

Para la crítica y el público, resulta incuestionable que de la mano de Mester la Filarmónica de la Ciudad de México alcanzó el nivel y la calidad artísticos que la ubican como la mejor orquesta del país.

En su gestión, iniciada en septiembre de 1998 y que concluirá con el último concierto de la temporada de Otoño 2001 (el próximo domingo), Mester no sólo logró unificar a los músicos e identificarse plenamente con ellos, lo que para muchos resultaba difícil. También marcó un hito de corte mundial al dedicar un año íntegro, el 2000, a una temporada retrospectiva de la música escrita en el siglo XX.

Decisiones contrarias

Mester llegó a la OFCM para suceder a Fernando Lozano, quien salió de la orquesta envuelto en la polémica. Fue designado por Alejandro Aura, entonces titular del instituto, y para los integrantes de la Filarmónica resultó de suma importancia su llegada, pues por vez primera fueron tomados en cuenta en el proceso de nombramiento de su director artístico.

El músico deja su cargo con ''un delicioso sabor de haber trabajado con artistas del alma y la calidad'' del agrupamiento, pero también con un sentimiento de ''lástima" hacia los funcionarios del ICCM ''porque están al frente de una labor que no entienden y toman decisiones contrarias al bienestar musical de la orquesta y el público".

A su juicio, la Filarmónica de la Ciudad de México está en franco peligro de caer en la mediocridad: ''Con un director que toma una chamba por un año, hay que imaginarse qué clase de trabajo va a realizar".

Mester explica que su propuesta de entablar una relación laboral de cinco años con la OFCM estaba dirigida a formar una política artística de largo plazo:

''Conociendo cómo es el mundo de la música, en general, las orquestas quieren que sus directores permanezcan largos plazos para formar una alianza con los músicos y así lograr una disposición más artística y cohesiva por parte de la orquesta.

''Entonces, cuando propuse cinco años, pensé que le sugería a Enrique Semo una alternativa que fuera atractiva. Como estábamos negociando, debió decirme que no aceptaba esa propuesta y hacerme otra. Nunca hubo contrapropuesta. Sí él hubiera dicho que me daba contrato por un año más, hubiera yo podido responder. Pero nunca más supe de él.

''Semo ?prosigue? demuestra una total ignorancia sobre la vida de una orquesta. Quiere tener el control y por eso se deshace de las personas que le estorban" para ese fin.

El director se compara con ''un mosquito" en cuanto a sus demandas laborales y subraya que fue precisamente por eso y no por otras causas que las autoridades decidieron no renovarle el contrato: ''Les molestó mucho que yo intercediera por la orquesta y que pusiera como condicionantes para firmar mi contrato mejoras en las condiciones laborales de los músicos".

Aún sin alguna propuesta para encargarse de otra agrupación mexicana, Jorge Mester asume que estaría dispuesto a considerar y estudiar planteamientos, y agrega que la titularidad de una orquesta de Pasadena, California, donde reside, lo tiene sumamente ocupado.

''Por ahora tengo muchos compromisos de conciertos, de ópera... en Europa. En fin, estoy muy contento en mi vida y lo único que me duele (de mi salida de la OFCM) es no poder proteger a la orquesta de esta clase de filisteos."