CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

HASTA 100 millones de pesos pretende quitarle la Federación a la Universidad Nacional Autónoma de México. El presupuesto para la máxima casa de estudios del país podría sufrir así el golpe de muerte que tanto desea el PAN para la educación pública.

EL ASUNTO es de la mayor importancia, porque es en esta institución donde hoy se genera 50 por ciento de la investigación del país. El resto se realiza en otros planteles de educación pública. Las instituciones privadas prácticamente no hacen investigación, y mutilar el presupuesto impactaría directamente este tipo de tareas.

PERO ESTO no es nuevo ni está aislado del proyecto de gobierno foxista. El cierre de una preparatoria y el posible recorte al presupuesto de la UNAM se inscriben en esa idea, constante desde hace ya 19 años de neoliberalismo, de destruir la educación pública.

LO QUE hasta hace algunas semanas era una amenaza podría convertirse en la próxima pesadilla para la UNAM. Su rector, Juan Ramón de la Fuente, ya ha expresado el daño irreparable que significaría negarle las posibilidades de crecimiento a esta institución educativa, pero ahora será cuestión de la sociedad civil defender el lugar del que han egresado los mexicanos identificados con el país y su soberanía.

SEGURAMENTE SERA el propio rector quien se dé a la tarea de salir a defender en cualquier lugar la sobrevivencia de la UNAM y quien encabece las protestas, pero por lo pronto ya hay voces que reclaman a la Federación este nuevo atentado contra la educación pública.

LOS PRIMEROS en hacer el reclamo fueron los diputados de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, que mediante un punto de acuerdo en el que todos -menos, claro, el nuevo coordinador del PRD, que por coincidencia es uno de los miembros de la Comisión de Educación de la ALDF- piden a los diputados federales hacerse eco de la urgencia de crecimiento de la UNAM y de no permitir recortes.

PERO A esta voz, consensuada por el diputado Armado Quintero, deberán sumarse otras que también estén conscientes del significado de la educación pública en este país y de su importancia para crear un futuro menos incierto.

ENTONCES LA tarea será de todos y aquí no existe posibilidad de división. Quienes crean en el futuro de México como país soberano, deberán impedir que se cometa un crimen en contra de la UNAM.

HOY, 269 mil universitarios estudian en la UNAM, que cuenta además con 29 mil maestros encargados de formarlos. No sería justo que con la visión neoliberal de este gobierno se les sentencie a desaparecer. No es justo. Nos vemos hasta enero.

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