Ť De 36, 13 están por violación; 23 son de la etnia otomí

Por delitos sexuales, 40% de indígenas presos en Querétaro, según estudio

ALEJANDRO GONZALEZ ANAYA CORRESPONSAL

Queretaro, Qro., 22 de diciembre. Cerca de 40 por ciento de los indígenas presos en reclusorios de la entidad fueron apresados por cometer delitos sexuales, y a más de 20 por ciento se les acusó de incurrir en delitos contra la salud, informaron representantes de diversas dependencias federales y estatales, involucradas en un estudio sobre miembros de etnias encarcelados, que fue el primero en su tipo a nivel nacional.

Al dar a conocer este sábado las conclusiones de dicho proyecto, que se realizó durante seis meses, acotaron que la mayoría de los 36 indígenas presos en cárceles de Querétaro -31 varones y cinco mujeres- se encuentran en ellas por perpetrar delitos graves, por lo que no existe posibilidad de que puedan salir libres bajo fianza. En el estudio participaron el Instituto Nacional Indigenista, la Comisión Estatal de Derechos Humanos, el Tribunal Superior de Justicia, la Secretaría de Gobierno y la Procuraduría General de Justicia del estado.

Dichas instituciones señalaron que cuatro de los reos indígenas purgan penas por más de 30 años; uno por más de 20 años, 11 por más de 10 años, cuatro por más de cinco años y tres por menos de cinco años. Se agregó que 36 por ciento de dichos reclusos se encuentran en proceso judicial, y el 64 por ciento restante ya recibió sentencia.

De los 36 indígenas presos, se añadió, 13 lo están por violación, uno por abusos deshonestos, siete por homicidio y ocho por delitos contra la salud, además de cinco por robo, uno por portación de arma prohibida y uno por incumplimiento de la obligación de asistencia familiar. Del total, 13 no recibieron instrucción escolar alguna antes de ser recluidos en un centro penitenciario.

El estudio detectó que 23 de los reclusos indígenas pertenecen a la etnia otomí, cuatro a la náhuatl, tres son mixes, dos zapotecos, un mixteco, un mazateco, un totonaca y un chamula. Solamente 23 son originarios de Querétaro, cinco de Oaxaca, dos de Guerrero, dos de Chiapas y cuatro del estado de Veracruz.

Se precisó que 23 convictos indígenas se encuentran en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de San Juan del Río; 12 en el de San José El Alto, ubicado en la capital de Querétaro, y uno en el Cereso de Jalpan de Serra.